Woody Allen, considerado uno de los cineastas más geniales de todos los tiempos, nunca ha sido amigo de las grandes fastuosidades cinematográficas ni mucho menos de prestarse a recibir homenajes –se negó incluso a recoger sus premios Oscar.
Pero con el Festival Internacional de Cine de San Sebastián rompió todos los moldes: el camaleónico artista no solo se presentará para abrir la 52 edición del certamen con su película Melinda y Melinda , sino también para recibir el Premio Donostia.
Ese es el máximo galardón con el que la organización reconoce la trayectoria de Allen y lo que este representa para el cine independiente.
Anuncio cauteloso
El Festival optó por la prudencia y prefirió no hacer aún pública la noticia. Pero fuentes cercanas al director confirmaron que Woody Allen, autor de películas como Manhattan , Annie Hall , Poderosa Afrodita o Alice, aceptó el premio.
El reconocimiento le será entregado en la ceremonia inaugural del festival de cine, en setiembre próximo.
En todo caso, el tributo al cómico neoyorkino más amado y respetado en Europa que en su país, no se quedará en tan solo eso.