La historia de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina es más compleja de lo que convienen a los clichés retóricos.
Con Antonio Skármeta compartí momentos inolvidables con colegas y amigos en un contexto de exilio, arte y lucha por la democracia.
Qué envidiable me resulta la imagen de un escritor hablando desde el redondel, encandilado por la luz de los reflectores, antes de la entrada triunfal de los payasos.
Martín Caparrós tuvo el privilegio de entrar en el oficio de periodista como aprendiz, con una nota primeriza sobre un pie congelado.
La desfachatez de la mentira oficial se ampara en el miedo de los corifeos a contradecir al caudillo.
Los grandes pies de caminante de leguas de mi bisabuelo materno, rajados por la cal, reclaman el primer plano.