El linfoma no Hodgkin (LNH) es un tipo de cáncer que se presenta en el sistema linfático, parte importante del sistema inmunológico. Se desarrolla en células llamadas linfocitos, las cuales combaten infecciones u otras enfermedades y se da cuando una de ellas se vuelve anormal y se reproduce descontroladamente.
La mayoría de los casos suelen presentarse en adultos ya que el riesgo a padecer de este tumor incrementa en las personas en edad avanzada, generalmente entre los 60 y los 69 años. Según la organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, alrededor de 385.000 personas se diagnostican con linfoma no Hodgkin en todo el mundo. De ellos el 95% de los casos corresponde a los adultos.
El linfoma no Hodgkin (LNH) es un tipo de cáncer que se presenta en el sistema linfático, parte importante del sistema inmunológico. Se desarrolla en células llamadas linfocitos, las cuales combaten infecciones u otras enfermedades y se da cuando una de ellas se vuelve anormal y se reproduce descontroladamente.
Aunque es una enfermedad más común en países desarrollados como Estados Unidos y lo europeos, en Costa Rica se detectan unos 333 casos al año. La mayoría de casos son curables o controlables si se tratan a tiempo.
Se desconocen las causas de este linfoma, pero existen varios factores que aumentan la posibilidad de padecer un tumor de este tipo como la presencia de enfermedades que afecten el sistema inmunológico (VIH, upus, artritis reumatoide, soriasis, celíaquía, etc) o que se hayan realizado transplantes y que reciben tratamiento para prevenir que su cuerpo rechace el nuevo órgano.
¿Cuales son los síntomas?
Como el tejido linfático se encuentra en todo el cuerpo, los linfomas no Hodgkin pueden aparecer en diversas zonas: los ganglios linfáticos del cuello, en el estómago e intestinos, el bazo, la médula ósea, las adenoides y amígdalas, regiones inguinales y axilas, y a lo interno del tórax, pelvis y abdomen.
Al principio pueden confundirse con signos de otras enfermedades; sin embargo, si las señales persisten por más de dos semanas, se debe visitar al médico.
Algunos de los síntomas pueden ser:
- Inflamación constante y sin dolor de los ganglios linfáticos localizados en el cuello, las ingles y axilas.
- Sensación de llenura después de comer una pequeña cantidad de alimento.
- Hinchazón y malestar en el abdomen, que provoca dolor, náuseas y vómito.
- Presión en el pecho.
- Dificultad para respirar o tos.
- Presencia de fiebre sin razón aparente y sudoraciones nocturnas abundantes.
- Agotamiento extremo, anemia, infecciones graves o frecuentes.
- Pérdida de peso de forma inexplicable.
Detección temprana
El diagnóstico temprano es fundamental para mejorar el pronóstico del paciente. Las opciones para tratar un linfoma dependen del tipo, ubicación y la etapa en la que esté. Tambén se deben considerar otras enfermedades, si el paciente es diagnosticado recientemente o es una recaída.
Para ello el paciente debe someterse a exámenes físicos en este caso con énfasis en los ganglios linfáticos periféricos y en otras partes del cuerpo del paciente como el hígado y bazo. Realizarse una biopsia de los ganglios linfáticos inflamados o de otras áreas anormales detectadas previamente y estudios por imágenes como la radiografía de tórax, ultrasonido completo de abdomen (con énfasis en bazo e hígado) y tomografía computarizada para ver el detalle de los tejidos blandos, entre otros.
*Fuentes: Sociedad Americana contra el Cáncer (www.cancer.org/espanol/),Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos (www.cancer.gov/espanol/tipos/linfoma),datos de la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (
href="http://globocan.iarc.fr/Default.aspx">http://globocan.iarc.fr/Default.aspx) y The Leukaemia Foundation (www.leukaemia.org.au) por el Doctor Fabián Sanabria, Gerente Médico de Hematología de Roche Centroamérica y Caribe (CAC).