Alajuelense deja ver su verdadera cara

Liga Deportiva Alajuelense tenía muy claro que el partido contra San Carlos debía ganarlo sí o sí, al tratarse de su principal retador por el primer lugar en el Apertura 2024.

Ese juego ante un rival directo se convirtió en el momento ideal para romper la seguidilla de empates que empezaba a inquietar a más de uno. Fue un partido con el que la Liga mandó mensajes contundentes.

Alajuelense pasó de las altas revoluciones y un juego emocional que mostró al equipo un tanto acelerado tras un fuerte disgusto y fue capaz de reaccionar, a partir del momento en el que retomó el autocontrol.

El equipo de Alexandre Guimaraes lo consiguió en una noche mágica. El León sacó las garras con mucho carácter y vaya manera de hacerlo, en complicidad total con la afición rojinegra, que nunca dudó a pesar de tener que remar con el marcador en contra una vez más, y empujó al equipo en todo momento.

Después de una situación peculiar, donde la lección aprendida fue seguir las jugadas hasta el final sin importar si el guardalíneas levanta la bandera, incurriendo en un error, la Liga mostró una cadena de postales llamativas y sorprendentes.

Si el gol de Anderson Canhoto hizo retumbar a más no poder la “Catedral”, lo ocurrido con las anotaciones de Jonathan Moya y Rashir Parkins resulta simplemente inexplicable.

Las imágenes dicen más que 1.000 palabras y reflejan que, más allá de ser un equipo invicto, líder del Apertura 2024 con un partido menos que los norteños y con el mejor promedio de goles en contra, Alexandre Guimaraes ha construido una tremenda unión de grupo.

Que si juega uno o el otro, o cómo se llevan... Eso se escucha cada vez que Jonathan Moya y Alberto Toril conversan con la prensa en la zona mixta.

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Las fotografías del sábado pasado son elocuentes y lo dicen todo. Resulta impresionante la reacción del delantero español cuando se da esa jugada que empezó con un saque de banda de Ian Lawrence: Jonathan Moya cabecea, Canhoto lucha por quedarse con la pelota y se la da a Iago Falque; el español saca el remate, Danny Carvajal rechaza, pero Moya simplemente mete el botín y envía el balón al fondo.

Era el gol de la remontada, y Alberto Toril ni siquiera sus propios goles los había celebrado con el mismo grado de euforia que mostró con la anotación de Jonathan Moya.

Apenas vio el balón adentro, en milésimas de segundo se levantó de las gradas a la entrada del camerino, desde donde observaba el complemento, y salió corriendo para festejar con su compañero. El español enloqueció igual que la afición, y tras ellos iban los demás integrantes del equipo, incluso los que estaban en el banquillo.

Fue una algarabía para desahogar esa bronca interna que cada jugador llevaba después de la situación insólita y sin precedentes en el fútbol nacional que ocurrió en ese partido, con el gol válido de San Carlos después de que el guardalínea había marcado posición prohida.

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La celebración fue un derroche de adrenalina, pero Alajuelense tuvo que controlarse porque aún quedaban algunos minutos. El partido ya no estaba como para que el rival reaccionara ante una Liga que físicamente se veía muy superior.

En un pase filtrado desde atrás, Jonathan Moya fue por el balón, se lo quitó a Yoseth Peraza, avanzó y sacó un centro para Iago Falque. El español lo intentó de nuevo, pero Carvajal rechazó su disparo, y fue entonces cuando Rashir Parkins buscó el rebote y, de cabeza, firmó el tercer gol de Alajuelense.

De nuevo, estalló la locura en el Morera Soto. Alberto Toril salió corriendo una vez más, pero antes de que llegara al festejo con Rashir Parkins y los demás compañeros, el anotador se fundió en un abrazo con el propio presidente del club, Joseph Joseph.

Ese último partido de Alajuelense reflejó que, a lo interno del camerino, tienen algo muy claro: juntos son más fuertes. Y la afición entró en esa misma sintonía.

La Liga encara una semana importante para sus intereses. El miércoles 30 de octubre (8:15 p. m.) recibirá a Antigua de Guatemala, en el partido definitivo por el pase a la final de la Copa Centroamericana de Concacaf.

Después de eso, pensará en el clásico nacional. La Liga visitará a Saprissa el sábado 2 de noviembre, a las 8 p. m., en Tibás. Un duelo interesante, al que los rojinegros llegan invictos y líderes con 34 puntos, es decir, siete unidades más que los morados.

Precio de entradas para semifinal Alajuelense vs. Antigua

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