Pasan las horas y a Raquel Mechoulam Villalobos le cuesta caer en cuenta de que este jueves estuvo en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Turrúcares y que pudo cumplir su gran sueño de conocer a su ídola Shirley Cruz.
Todo empezó por una amiga que le regaló una camiseta de las leonas de la Liga. Es la prenda que lleva la leyenda ‘Invencibles’, porque tiene un significado particular para ella, en su propio partido por la vida.
“Yo puse en Twitter: ‘¿Será que Shirley Cruz me la firma?’ y vea hasta dónde llegó esto. Todo es como un sueño, de verdad”, expresó Raquel Mechoulam, quien reside en San José y tiene 41 años.
Aquel tuit llegó rápido a las futbolistas. Gabriela Guillén recogió la camiseta, consiguió las firmas y se la llevó. Con ese gesto ya estaba más que impresionada.
Pero de forma inesperada le escribió Priscila Jaikel, otra rojinegra de corazón, preguntándole que si no quería ir a conocer en persona a la capitana.
“Y yo… ¿Cómo? Por supuesto (ríe..). Y entonces fui este jueves. Primero nos recibieron las chicas del equipo femenino, Shirley estaba en la cámara hiperbárica, entonces ahí conversé con ella un rato”, relató con emoción.
A Gabriela Guillén y a Noelia Bermúdez ya las había visto en persona por lo que sucedió con la camiseta, pero reencontrarse con ellas fue otra alegría.
“Vi caras jovencitas y les hablé de que tengan ánimo y que ojalá ganemos el sábado, porque iré a verlas en el clásico en el Morera, gracias a Vicky Ross, de Fundación Ross y que ahora está en la presidencia de la Unafut. Ella me regaló unas entraditas para ir a verlas”.
Después de eso, vino la hora del desayuno, junto a su ídola, Shirley Cruz.
“Nos tomamos un cafecito y para mí fue increíble, desde la noche anterior no podía dormir. Para mí ella es la atleta que yo más admiro en general, porque siento que hay un antes y un después de Shirley Cruz en el fútbol femenino nacional”.
Esta aficionada cuenta que sigue a la capitana desde sus inicios y que la admiró mucho más al verla triunfar con el París Saint Germain.
“A todo el mundo le digo que por Costa Rica, la primera persona en ganar la Champions fue Shirley Cruz y verla ahora en la Liga y capitaneando a la Sele es lo máximo. De verdad que me sentía como una chiquita de la emoción, no podía dormir porque la iba a conocer”.
Lleida le mostró el CAR. Iba a saludar a la capitana, pero cayó en cuenta de que esta visita era más especial, porque iba a explorar todos los rincones del cuartel de concentración y preparación de Alajuelense.
“Tuve la oportunidad de conocer el CAR. Qué instalaciones de primer mundo, demasiado chivas, nos sentíamos como en Europa. Don Agustín Lleida nos dio un tour para que viéramos dónde se hospedan los muchachos, nos contó todo y luego fuimos a conocer al equipo de hombres. Nos recibió ‘el Capi’, Bryan Ruiz y no sabe la emoción que sentí”.
Estaba ahí, al lado de Giancarlo González, Celso Borges, Leonel Moreira y todos los demás integrantes de la plantilla a cargo de Albert Rudé. Durante la visita, le parecía mentira que estuviera allí.
“Fue un día maravilloso, no tengo palabras al ver lo humildes que son nuestros jugadores y nuestras jugadoras, cómo nos recibieron y me regalaron una bandera firmada por todos. Fue increíble. Fue uno de los mejores días de mi vida, después de mi boda (ríe…). De verdad, el cáncer es duro, pero este fue uno de mis días más increíbles”.
Su historia. Esta liguista es muy futbolera y siempre quiere ver a Alajuelense cosechando éxitos. Cuando las aguas se agitan en el equipo, ella no es de las que se enfurecen, porque por experiencia propia sabe que siempre es mejor ir un día a la vez.
Ella tiene otra lucha, que la encara con una actitud tan positiva que es capaz de transmitirle mucha energía a cualquier persona con quien conversa o intercambia mensajes. Así es ‘Raquel por la vida’, como aparece en Instagram, Facebook y Twitter.
“Yo tengo cáncer de mama metastásico no curable y ahí estoy en tratamientos. He pasado por muchas cosas desde 2019, como cirugías de mamas, cirugía de cerebro para quitarme un tumor que tenía en la cabeza. Ahora tengo metástasis en huesos, pero ahí vamos dando la lucha y tratando de vivir esta etapa de mi vida lo mejor posible”, detalló.
A las futbolistas les dijo que el cáncer le quitó muchas cosas, pero le regaló muchas otras, como este día, en el que estaba ahí al lado de esas leonas que tanto admira y de esos jugadores que siempre sigue.
“Entonces aquí estamos haciendo la fuerza para yo poder disfrutar lo que me quede de vida, sea lo que sea y lo que Dios me preste, así sea un año, o veinte por delante. Yo siempre he sido muy positiva, pero ahora más, porque yo jovencilla padecí mucho de depresiones y cuando salí adelante caí en cuenta de que la vida es para vivirla”.
Actitud positiva. Siempre trata de tener la mejor actitud en todo. Cuenta que así era en el trabajo, en sus relaciones con sus seres queridos y ahora sintió un llamado a compartirlo con desconocidos en redes sociales por lo que le está pasando.
“A veces uno está aburrido y ve el ejemplo de alguien que está feliz y ya uno se pone un poco feliz. Ese es el mensaje que yo estoy tratando de dar, de ser positivos. Hay días en los que tenemos derecho a estar tristes, pero la vida es una y hay que disfrutarla”.
Para eso, el fútbol juega un papel importante y ella lo describe como una piedra angular en su familia, porque su papá era de llevarla los domingos al estadio. De hecho, recuerda que la última vez que fue al estadio con él fue para la final del 2005 entre Alajuelense y Pérez Zeledón.
Palabras para Bryan y Shirley. “Mi papá falleció en octubre de 2019 y yo le contaba ahora a Bryan que mi papá falleció el domingo después de aquel domingo cuando la Liga le ganó 2 a 5 a Saprissa. Ya casi no hablaba por su enfermedad y en ese partido él estaba en mi casa y yo le decía: ‘Papito, vamos ganando’ y él me alzaba los brazos como en son de triunfo. Entonces le decía a Bryan que él se fue feliz, su última felicidad fue ver a la Liga ganar”.
Pero ella también quería compartir algo más con el capitán rojinegro. Raquel recordó que el 18 de diciembre de 2020 ella iba para una cirugía de columna muy peligrosa y que le enviaron un video de Bryan mandándole buenas vibras.
“Yo iba que no me cambiaba por nadie para esa cirugía y menos de 24 horas después estaba caminando sin dolor, que era lo que no había podido hacer por más de un año y al día siguiente ganamos la 30. Yo ni me acordaba que estaba operada. Estaba en mi cama porque ya me habían dado la salida y yo le dije a mi esposo que me trajera la bandera. Ese día que ganamos la 30 yo lloré, lloré y lloré”.
Por eso reitera que el fútbol ha sido muy importante en su vida.
“Bryan es muy humilde y cuando yo le comentaba todo eso él solamente sonreía como diciéndose para adentro: ‘Qué vergüenza, qué vergüenza’. No me voy a comparar con él jamás, pero es lo que yo siento cuando a mí ponen en redes: ‘Campeona, usted me inspira’. Uno como que se chilla y él solo sonreía”.
Y agregó: “Yo se lo quería decir cara a cara y también le expresé que seguro está acostumbrado a que le digamos cosas bonitas, porque es ‘El Capi’, pero que sepa lo que eso significa en la vida de algunas personas, como la mía. Y lo mismo le dije a Shirley”.
Con entusiasmo, Raquel asegura que sintió como una liberación al manifestarle a ella personalmente que es su atleta favorita de todos los tiempos y a la que más admira.
“También ella solo sonreía. Eso para mí fue muy bonito, fue muy gratificante que ellos pudieran escuchar eso en vivo, de la voz de una persona que se los estaba diciendo de todo corazón”.
Al estadio. Si este jueves fue especial, está convencida de que el sábado será otra noche especial porque irá al estadio para ver ese clásico femenino entre Alajuelense y Saprissa FF, en el retorno competitivo de Shirley Cruz con la Liga.
“Yo no voy al Morera Soto desde el 2008, cuando fui a una semifinal del equipo masculino contra San Carlos y saliendo del estadio me caí (ríe…). Me quebré y tengo un tobillo operado a raíz de esa caída. De hecho, la operación de la columna fue diez años después a raíz de esa caída”.
Después de lo que le pasó, dijo que no volvería a un estadio porque no estaba para molotes.
“Y ahora menos, pero cuando Vicky me comentó que me regalaba entradas para el clásico femenino le dije a mi esposo que por favor y estoy demasiado emocionada porque para allá vamos”.
Como mujer y como aficionada al balompié, ella se siente muy orgullosa de ver el crecimiento que ha tenido el fútbol femenino.
“Les expresé a las chicas que por fin podrán ver el fútbol como una opción y no como le tocó a Shirley, que era cortándose el pelo como chiquito para que la dejaran jugar. Esta generación es maravillosa y yo estoy demasiado agradecida de haber tenido vida para poder ver un clásico femenino en un estadio en vivo”.
Raquel es tan futbolera que ha ido a tres Mundiales. El primero fue a Francia 98 e indicó que ese fue por casualidad, porque estaba de intercambio en Alemania.
“A los otros dos fui por la Sele. A Corea y Japón 2002 fui con mi papá y fue un viaje de ensueño que hice con él y en 2006 fui a Alemania. Me gusta el fútbol a más no poder. También me encanta leer y escribir, por esto tengo un blog”.
Su próxima cita con el fútbol será este sábado, a partir de las 7 p. m., en el Morera Soto, cuando presencie el clásico entre Alajuelense y Saprissa FF.
No hace falta preguntarle con quiénes va en ese partido, aunque en realidad, desde su butaca estará muy orgullosa de todas las mujeres que protagonizarán el partido. Así es Raquel por la vida.