Lo de ella son los guantes y el ring, pero Hanna Gabriels se declara una leona más que quiere que Liga Deportiva Alajuelense avance este domingo a la gran final del Apertura 2021.
En su cuenta oficial de Facebook, la boxeadora relató una historia el jueves pasado. Cuando empezó a escribir, indicó que no sabía cómo iba el partido que se desarrollaba en Tibás, porque ella estaba saliendo del trabajo.
Reveló que hacía unos días llegó a su casa una caja que decía: ‘Tierra de Leonas’ y que contenía dos camisetas.
“Hasta el día de hoy nunca me incliné a un equipo en particular, creo que tiene que ver más con que como he sido deportista toda mi vida, me cuesta ponerme en los zapatos del espectador en este sentido. Los deportistas vivimos diferente los encuentros desde nuestra perspectiva, desde adentro es tan diferente”, mencionó Hanna Gabriels.
Añadió que siempre ha creído que el fútbol es un deporte hermoso y que está hecho para disfrutar y no para llorar, pues ganar o perder es la posibilidad latente para cualquiera de los involucrados.
Su criterio es que en cualquiera de los dos escenarios se experimentan gratificaciones y frustraciones de las que se puede y se debe aprender y que para ella como atleta le resulta más fácil reconocer el gane de un equipo sobre otro.
“Creo que en deportes grupales la visión unificada hacia una meta es indispensable, tienen que poder y querer trabajar juntos por esa meta en común, porque todos dependen de todos, de que cada uno haga su parte aunque la gloria se la lleve solo el o la que mete el gol”.
En sus apuntes, Hanna Gabriels indicó que en un equipo se deben poner todos los recursos en función de lo que se quiere lograr, no cometer los mismos errores del encuentro anterior, o tratar de cometer menos que el rival.
“Saber jugar reconociendo la importancia de cada uno en la ejecución de una estrategia ganadora es exactamente lo que hace de un equipo, uno más grande y mejor cada vez”.
Contó que cuando escucha que algunos equipos ganan, o pasan a otra fase, se alegra, porque su papá, sus tíos, primos y hermanos han jugado en las últimas 4 o 5 décadas de la historia del fútbol de Costa Rica.
“Y bueno, además de orgullo, me traen muchos hermosos recuerdos, pero hoy... Hoy es diferente. Crecí viendo a mi hermano Windell Gabriels salir cada mañana a sus entrenamientos, a mi papá y a mi mamá luchando por un futuro mejor para sus hijos, y lo vi convertirse en un jugador excepcional, jugó su camisa W.Gabriels #10 junto con sus compañeros, y vi al estadio entero celebrar y sufrir en muchos partidos”, narró la boxeadora.
Durante aquella época, ella iba mucho al estadio y dice que una de las cosas que nunca olvidará será el respeto de la gente hacia su familia.
“Nunca mientras yo estuviera presente en el Alejandro Morera Soto escuché las barbaries que es usual escuchar en los partidos. Sí, ya sabemos que es lo que la gente hace y no es nada personal o al menos eso espero que se entienda, pero vieras que los hijos y familiares de los y las jugadoras pasan muchos malos ratos, porque al final diay... Son seres humanos que son amados y merecen ser respetados igual que usted y yo, y pues a quiénes les aman, les es muy difícil y doloroso lo que se dice en el calor del momento”, detalló.
Insiste en que su experiencia en el estadio siempre fue grata y que eso hace que esos momentos sean muy especiales.
“También hace unos meses estuve por ahí y La Doce me cantó una de sus canciones a mí. Vieras como se oía esa vara. Esos maes son incondicionales con el equipo, como lo es mi mamá, que de paso es la más liguista de las liguistas”.
Hanna relató que cada vez que juega Alajuelense, su mamá se levanta muy temprano para arreglar su cuarto con cortinas, sábanas “y un montón de carajadas rojinegras”.
Todo eso mientras espera la hora del pitazo, “para empezar a sufrir y apoyarlos ya sea que ganen o pierdan, porque mi mama sí no se arruga con nada”.
Después de esas líneas, la pugilista indicó que acababa de llegar a su casa, sin terminar el texto para su Facebook y que ya se había enterado del resultado del primer partido de la fase final: 2 a 1 a favor de Saprissa.
“Ya sé que no ganamos y digo que no ganamos porque hoy como dije es un día diferente: La Liga Deportiva Alajuelense no solo ha formado parte de mi vida en muchas maneras significativas. Y no solo se tomaron el tiempo y la molestia de hacer una camiseta con mi nombre que lleva el #10 de mi hermano, pero también, el número del día en que tuve la oportunidad de tener en mis brazos a mi hija por primera vez”.
Ese detalle la tenía muy emocionada, porque los jugadores del equipo masculino firmaron la prenda de su mamá y ella estaba que no se cambiaba por nadie. Eso sí, advierte que aún les falta tener las firmas de las leonas. De hecho, Gabriela Guillén le respondió que eso no es ningún problema y que pronto las obtendrán.
“Entonces, como pueden ver, esta camiseta tiene un significado muy grande por todo lado y este gesto que tuvieron con mi mamá, más las memorias que llevo en mi mente, hoy se mudan a mi corazón y ahora no soy solo una alajuelense de cepa, sino también una liguista de corazón y con esta chema soy una leona más que quiere celebrar sus logros y alegrías”.
A esa altura del texto que iba redactando, Hanna Gabriels cae en cuenta de que su equipo está contra las cuerdas, pero que aún sigue en el combate por ese pase a la gran final.
Es ahí donde le envía un mensaje de apoyo y ánimo a Leonel Moreira, Giancarlo González, Alex López, Bryan Ruiz, Marcel Hernández, Aarón Suárez, Gabriel Torres, José Andrés Salvatierra y demás jugadores de Alajuelense.
“Maes, no desmayen, falta un partido más y hasta que no se oiga el pitazo final, nada está perdido. Ahora, pongan sus recursos a trabajar, su amistad, su enfoque, corrijan, mejoren, pero principalmente disfruten del juego, eso es lo que hace al fútbol hermoso... Vamos con todo. ¡Viva la Liga!”, finalizó Hanna Gabriels.
Alajuelense recibirá este domingo a Saprissa, a partir de las 5 p. m., en el pulso definitivo por el pase a la gran final del Apertura 2021.