Las medallas son tesoros, pero aún más los recuerdos de momentos gloriosos. Echando mano a logros y emociones, intentaré armar mi top 10 olímpico, con esos pasajes olímpico que ningún tico debería olvidar.
El reciente intento de Brisa Hennessy, esforzada hasta las lágrimas, por ganarr una medalla en el surf de Paris 2024 sin duda ocupa un lugar en el escalafón,
10. Andrey Amador (Londres 2012)
Siempre lo recordaré como la medalla que pudo ser. El puesto 35 en el ciclismo de ruta de Londres 2012 esconde uno de los momentos decisivos en la carrera de Andrey Amador. Por un instante en mitad de la competencia, el tico quedó en una encrucijada: ¿tomar la fuga con algunos pedalistas que lo acompañaban o dejar que lo absorbiera el pelotón comandado por el invencible equipo anfitrión con Mark Cavendish, Bradley Wiggins, Chris Froome y compañía? Cualquier conocedor habría apostado por quedarse en ese tren británico capaz de devorar cualquier intento de rebeldía. Aquel día, sin embargo —y posiblemente solo ese día— nadie pudo alcanzar a los fugados, incluyendo a un hombre que pedaleaba hombro a hombro con Amador, el a la postre medallista de plata contra todo pronóstico, el colombiano Rigoberto Urán. Ocho segundos después, ingresó humeante y bufando el pelotón, con Andrey Amador en medio de los favoritos.
9. Leonardo Chacón (Londres 2012)
“Podio o ambulancia”, solía decir el triatleta costarricense Leonardo Chacón casi como un emblema de batalla. En otras palabras, siempre a muerte en la disputa. Aquella frase se hizo realidad en Londres, en una prueba que tuve la dicha de observar al pie de la calzada, con la ilusión al tope, viendo a Leo Chacón en el posible mejor día de su vida, nadando como nunca. Esa mañana, sin embargo, tocaba ambulancia: luego de salir del agua en el puesto 18, con los favoritos apenas por delante suyo, un accidente en el primer kilómetro de ciclismo lo hizo volar hacia el asfalto. Con la manivela quebrada y fuertes golpes en su espalda y piernas, decidió seguir hasta el final. El puesto 48 entre 54 atletas es una medalla al pundonor.
Una vez pasada la meta, lo retiraron en silla de ruedas.
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8. Andrés Brenes (Atlanta 96)
Nunca antes (y nunca después hasta este momento) el cliclismo tico estuvo tan cerca de la gloria. Andrés Brenes nos hizo sentir el “sí se puede” en el mountain bike y durante buen tramo de la competencia pedaleó entre el segundo y el cuarto lugar. Una caída, sin embargo, dio al traste con la ilusión, aunque no con el corage del tico. Después de verse en la posición 27, a causa del accidente, Brenes tuvo la recuperación de su vida, alcanzó el cuarto lugar y finalmente terminó en una honrosa sexta posición.
7. Brisa Hennessy (Tokio 2020)
Brisa nos puso a ver el surf, a entenderlo, a apreciarlo. Nos abrió también la mente para acuñar como propia a aquella joven que había crecido fuera de nuestro país y hablaba con dificultad español. El orgullo con que portó la bandera tica, su nostalgia por la derrota en cuartos de final y la promesa de volver se ganaron el corazón de un país, incluso más que el destacable quinto lugar.
6. Kenneth Tencio (Tokio 2020)
Finalizada su participación, Tencio cayó de rodillas y festejó lo que parecía ser una actuación digna de medalla olímpica. Lo era. Posteriormente relegado al cuarto lugar por grandes actuaciones de sus rivales, nadie le quita a Tencio que puso a soñar a Costa Rica. Habían pasado 21 años sin la inigualable sensación de una medalla olímpica al alcance de la mano.
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5. María del Milagro París (Moscú 80)
Lo confieso: a María del Milagro París incluso me atrevería a ponerla por delante de una medalla.
Cuando Costa Rica no era nada en Juegos Olímpicos, la joven nadadora rompió las barreras y nos puso por primera vez a gritar en una final. Anoto que fue séptima en los 100 metros estilo mariposa tan solo como referencia periodística, pero poco importa. Ella rompió una barrera, cuando no existían la Tricolor de Italia 90, ni las hermanas Poll, y mucho menos la Sele de Brasil 2014.
4. Brisa Hennessy (París 2024)
Luchó contra problemas de salud, luchó contra los pronósticos, luchó contra quienes se resistían a considerarla tica (no; en realidad, contra los costarricenses nunca luchó; aprovechó cada momento para profesar su agradecimiento al país en el que nació y le volvió a abrir las puertas en su etapa deportiva). Luchó por mejorar la actuación de las pasadas justas (pasando del quinto al cuarto lugar). Sin embargo, terminó entre lágrimas por haber estado tan cerca y tan lejos de ganar una medalla. Algún día sabrá que su presea fue unir a un país en torno a un sueño.
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3. Claudia Poll (Sidney 2000)
Aquellas medallas (dos bronces en los 200 y 400 m libre) quizás no fueron tan festejadas en su momento; cuatro años después de su medalla de oro, aún soñábamos con verla subir a lo más alto. Sin embargo, estar en el podio en dos ediciones olímpicas es una hazaña que grandes figuras del deporte mundial nunca ni soñaron.
Hoy, 24 años después, mientras añoramos otra medalla, aquellos bronces brillan como oro.
2. Sylvia Poll (Seúl 88):
Siempre será la primera en muchos rubros. La primera que llevó a lo alto la bandera de Costa Rica en una ceremonia olímpica. La primera medalla en unas justas. La primera que llenó la autopista General Cañas en un multitudinario recibimiento. Su medalla de plata en los 200 metros estilo libre debería quedarse eternamente en un top ten, así se ganen 100 medallas más.
1. Claudia Poll (Atlanta 96)
Descripción de Jorge Valdano, en el libro Los Cuadernos de Valdano, como testigo del oro de Claudia en los 200 m libre: “El contraste sentimental lo encuentro en el festejo de Claudia Poll en doscientos estilo libre, dejando asomar en el agua una bandera pequeñita de Costa Rica y, en la cara, una serenidad que sospeché definitiva; para siempre feliz después de haber llegado al mejor lugar posible: el que había soñado toda su vida. Se tendría que haber quedado a vivir dentro de la piscina porque ‘todo momento de culminación, de perfección, contiene en sí mismo la palabra fin’”.
¿Hace falta decir más?
Posdata
Les comparto algo que escribí hace unos años sobre sueños olímpicos de este aficionado:
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