Con la victoria de Saprissa sobre Herediano, el primer lugar a la vista y Mariano Torres calentando su regreso, muchos dirán que al cuadro morado no le pasa nada. Así de emocional es este negocio. Yo, sin mucho drama -ni antes ni ahora- mantengo lo dicho la semana pasada cuando compartí con los suscriptores de La Nación mi “diagnóstico” del cuadro morado.
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Aunque les escribí luego del empate ante Antigua, en un partido que Saprissa fue incapaz de ganar pese a tenerlo todo para hacerlo -incluyendo los 40 minutos con un hombre de más y los dos penales a favor- los puntos débiles del equipo van más allá de un juego.
¿Por qué a veces se ve mal? ¿Por qué a veces le cuesta tanto? ¿Qué le falla a Saprissa?
Intenté respondérmelo punto por punto. Se lo comparto intacto como lo pensé la semana pasada, sin cambios al calor de un resultado:
¿A Saprissa le falla Vladimir Quesada?
No lo creo.
Aunque no termina de ganarse a toda la afición morada; por más se le pueda criticar algún cambio o alineación —como a cualquier estratega, creyéndonos todos en el derecho que nos otorga ser directores técnicos autodidactas—; aunque no encaje en el papel de engreído que más de un aficionado desearía y cree indispensable en el ADN del club, Vladimir Quesada ha sabido llevar a Saprissa a los títulos.
Tiene una cualidad indispensable para un equipo como el Monstruo: la comunión con el vestuario. Muchos otros técnicos, incluso maestros de la estrategia, han fracasado por carecer de ese “feeling” incuestionable en Quesada. Los capitanes ponen las manos en el fuego por él; y eso, muchas veces, define campeonatos.
En lo estratégico, ha resuelto grandes dilemas, como las lesiones de jugadores clave sin los cuales nadie veía a Saprissa ganando el campeonato. Sin Mariano Torres, Fidel Escobar o Kendall Waston —por mencionar los más sensibles— ha logrado mantener al equipo en la cima.
¿A Saprissa le falla la plantilla?
Muy probablemente.
A diferencia de Alajuelense o Herediano, Saprissa ha enfrentado varios mercados fichando solo lo justo, lo estrictamente necesario o un poquito menos. Y le ha funcionado de maravilla. No soy experto en negocios, pero el rendimiento de sus inversiones es difícil de criticar: más trofeos con fichajes menos rimbombantes.
En varias ocasiones, sin embargo, creí que no le alcanzaría y di como favorito al título a Herediano o Alajuelense.
Quizás esta vez —supongo que pasa en los negocios, pero aún más en el fútbol— le está costando sustituir a tres jugadores desequilibrantes que marcaron la diferencia: Luis Paradela, Warren Madrigal y Gerald Taylor. Quizás, tarde o temprano, un rival con más banca le gane la partida. Ahí no me queda duda duda: cuando Alexandre Guimaraes o Jafet Soto voltean hacia su banquillo tienen mejor baraja.
¿A Saprissa le falta Mariano Torres?
Más o menos.
Sería absurdo intentar convencerlo a usted de lo contrario, ignorando la jerarquía de Mariano Torres. Sin embargo, no lo considero hoy el decisivo, determinante o indispensable. No lo fue en el último título de Saprissa y cada vez lo será menos, por razones obvias. No hace mucho escribí ‘Mariano Torres, el ocaso de un crack’, donde intento explicarlo. Se lo comparto al final.
El argentino seguirá arrancando aplausos con un pase filtrado, un tiro libre, un taquito, una asistencia e incluso un gol, pero ya no es el jugador de ida y vuelta para todos los partidos ni para todos los momentos del juego.
Lo extrañan, sí, en partidos como el jugado en Antigua, en solo una mitad del terreno, con Saprissa encima y en superioridad númerica por más de 40 minutos. Sin embargo, en otros duelos, Mariano cederá cada vez más minutos a la solidez brindada por la dupla Jefferson-Guzmán, que podría convertirse en un trío muy completo si Fidel Escobar recupera su nivel.
¿A Saprissa le quedan debiendo algunos jugadores?
Sin duda.
A las salidas de algunos jugadores, las lesiones de otros y las decisiones comedidas en fichajes, hay que sumar el discreto nivel de algunos futbolistas.
Luis Díaz tiene más fútbol del que está mostrando. Fidel Escobar tiene más fútbol del que está mostrando —aunque va en evidente recuperación—. Deyver Vega tiene más fútbol del que está mostrando. Ryan Bolaños tiene más fútbol del que está mostrando. ¿Gino Vivi? También suponemos que tiene más fútbol, a juzgar por todo lo que se ha dicho y esos chispazos que insinúan talento.
Conclusión
Saprissa no pasa su mejor momento y todos lo sabemos. Sin embargo, con un defecto por aquí y otro por allá, no encuentro mayor tragedia en su rendimiento. Un equipo que, sin ser arrollador, algo trabado en varios partidos, y a veces salvado por el VAR, es y seguirá siendo protagonista en los dos torneos más importantes del semestre. Con las semifinales al alcance en la Copa Centroamericana y con lugar garantizado en las semifinales del Apertura 2024, todo es posible.