Caleidoscopio

Paul Klee: obras con la intención de cambiar el mundo

Paul Klee fue un pintor alemán nacido en Suiza, ​ cuyo estilo varía entre el surrealismo, el expresionismo y la abstracción

Una nueva cosmovisión invade pintores, poetas y dramaturgos de toda Europa a principios del 1900: tormentos, tensiones internas, desgarramientos espirituales, formas distorsionadas, universo de los mitos, colores vibrantes, y la recurrencia a los símbolos universales pueblan pinturas, dramas, poemas.

Paul Klee magnífico dibujante, sus líneas puras, sus círculos, sus cuadrados y formas geométricas embebidas de Bauhaus (donde enseñó). En sus lienzos encontramos escritura musical, surrealismo, expresionismo y abstracción. Para él, el cuadro debía introducirnos en otra dimensión. Un pretexto para recorrer otros mundos: el de los sueños, el de los deseos, o el del interior más oscuro. Las obras no eran concebidas como disfrute estético sino más bien como una forma de cambiar al hombre y al mundo. Si en algunas obras creemos adivinar un rostro, una rosa, un pez, un espacio hacia otra realidad, en otras se nos antoja la representación de una imagen desconocida. Porque, para Klee, el lenguaje del mundo interior aún estaba por inventarse.

Ad Parnassum es una pintura puntillista del artista suizo Paul Klee / Año: 1932 / Técnica: óleo sobre lienzo / Locación: Kunstmuseum, Bern, Suiza.

Y es que tratar de comprender exige examinar las obras desde adentro, porque el arte sólo puede ser pensado desde sí mismo. Mientras Kandinsky habla del espíritu, Picasso propone el tiempo-movimiento del artista, Malévich alude a la sensibilidad pura y Duchamp hace referencia al erotismo. La cosa transita entre un extremo espiritualismo y un paganismo radical. Abanico de actitudes y orientaciones en donde no faltan ni Dios ni el diablo; Madame Blavatsky o Nietzsche; Charcot y Freud; la magia blanca y la negra; lo material y lo inmaterial

En medio de todo esto, Klee también pone aporte. Para él, la creación originaria de la “naturaleza naturalizante” es el referente último de donde debe partir el hacer plástico. El devenir excesivo e incesante, innombrable y sin por qué de la naturaleza que da lugar a lo visible: he ahí el territorio de la génesis creativa, la auténtica llave maestra de la inspiración del arte.

Klee animaba sus alumnos a la observación de la transformación como un proceso intrínseco de la naturaleza. "Lo esencial no es tanto la forma definitiva de las cosas, sino el proceso que conduce a ellas".

Y como al final todo o nada es subjetivo. Usted refiéralo a lo que desee : una pintura, una pieza musical, o más aún, la amistad, el amor, una pérdida, la vida entera, la muerte, el renacer… Siéntese, calle y observe.

“una cosa no es, sino que deviene”.

LE RECOMENDAMOS

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.