Curso lectivo 2021: ¿Qué herramientas son necesarias para una educación bimodal efectiva?

El curso lectivo del año 2021 combinará un modelo híbrido (presencial-virtual). Para que este enfoque sea efectivo hay que priorizar contenidos, mejorar planificación, interacción, aprendizaje colaborativo y el acceso a herramientas que motiven la participación desde la niñez: mucha motivación y diálogo.

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Volver a las aulas con un enfoque bimodal (presencial-virtual) representa un desafío y una necesidad urgente para atender todo el rezago que ha dejado la pandemia en el sistema educativo. Priorizar los contenidos y poner el foco sobre habilidades básicas para la vida será fundamental para que este nuevo enfoque sea efectivo para niños, niñas y personas jóvenes.

El abordaje híbrido implica planificar mejor, generar interacción en los contenidos, producir material de calidad para la niñez, favorecer el trabajo colaborativo, procurar más formación docente, y por supuesto, generar oportunidades de acceso y conectividad en aras de cerrar las brechas existentes y que quedaron más que evidentes durante la pandemia.

Es insuficiente pensar en que un celular o una computadora en casa resuelven todo: es necesario trabajar metodologías innovadoras y contenidos estimulantes que motiven a los niños, niñas y jóvenes a engancharse en los aprendizajes. A la vez, es urgente procurar que más menores de edad tengan acceso a una conexión a Internet de calidad. En Costa Rica, el 50% de los estudiantes recibe las lecciones virtuales con suma dificultad debido a la falta de acceso a buena señal de Internet o a equipo tecnológico en sus hogares.

En palabras de la profesora argentina Lourdes Morán, combinar las lecciones presenciales con las virtuales es “un desafío y una oportunidad, en el tanto se configura como  alternativa posible para una formación que trasciende los espacios del aula y se traslada a  todas las esferas de la vida: una nueva forma de enseñar y de aprender, donde el alumno se le motiva para ser responsable de su propio aprendizaje”.

Jugar, investigar y cocrear contenidos. La educación bimodal no se debe reducir a unos días por computadora y otros días en la escuela, sino que es  hipermedial: mezcla textos, videos, audios, mapas y otras herramientas para despertar interacción. Necesariamente tiene que haber capacidad de interacción con los usuarios. El aprendizaje en entornos virtuales no se reduce a encender una cámara y en recrear una lección presencial, repitiendo contenidos a través de una presentación Power Point.

Esto último podría sonar todo un reto de ser aplicado en  estudiantes que cursan los primeros años de Primaria. Sin embargo, la clave para hacerlo efectivo desde Primaria podría estar en generar contenidos de calidad, recurrir al juego como técnica de aprendizaje, que les motiven a los más pequeños a estar conectados, a resolver, a desarrollar un sentido de pertenencia con el mundo virtual y a combinar los aprendizajes obtenidos en la esfera digital con la experiencia “cara a cara”, en las aulas.

Mediante contenido atractivo, planificado e interactivo se despierta motivación y se generan estrategias que invitan a niñas y niños a participar, a cocrear, con la guía de un docente-tutor que está en el aula para reconocer los diferentes ritmos de aprendizaje y que adecúa sus lecciones en función a los datos que le arroja la tecnología. Prueba de ello, una investigación del Tecnológico de Monterrey que obtuvo resultados positivos a partir de la implementación del b-learning en educación primaria para desarrollar la habilidad lectora.

El aprendizaje bimodal es una combinación entre sincronía y asincronía, es un andamiaje personalizado y colectivo, en el que el trabajo en equipo es clave como herramienta básica para el siglo XXI. Es un modelo que requiere de planificación, en donde no hay fórmulas mágicas para su éxito, sino que debe de adaptarse a cada contexto, garantizando acceso a los recursos y calidad en los contenidos. Para ello, hay un largo camino por recorrer en  formación docente y alfabetización digital que debe empezar por las universidades.

La educación que receta contenidos a todos por igual está obsoleta. La combinación de virtualidad con presencialidad por el contrario, es un sistema de aprendizaje que se adapta al alumno y a su contexto, debe procurar ser más activo, flexible y eficiente, que tome en cuenta la diversidad para crear más oportunidades. De una mejor planificación, calidad de contenidos y acceso dependerá su éxito.

Cuénteme su opinión sobre el tema a mi correo barrantes.ceciliano@gmail.com.