La cocina más elemental suele estar rodeada de mitos y formulaciones que se pasan de generación en generación. Algunas veces esa herencia se sustenta en bases técnicas, correctas; otras oportunidades solo responden a la imaginación. La cocina es una ciencia y los métodos son importantes para lograr siempre los resultados esperados, por lo tanto, medir (tiempo, volumen, peso) es importante. Al estilo abuelita “el agua tiene que tapar al arroz un dedito” el resultado puede ser tambaleante.
No hay nada tan básico como el arroz blanco, pilar de nuestra alimentación. Se dice fácil, pero el papel del arroz es fundamental en la dieta de los costarricenses (y del mundo entero). Es casi omnipresente en nuestros platos, desde la mañana hasta la noche. Por lo tanto, saber hacer un arroz blanco suelto, entero, cocido al punto exacto es lo menos para que este cereal siempre sea el compañero perfecto.
Hay muchos tipos de arroz. Aquí el que está siempre en nuestras mesas es el de grano largo. No se debe lavar porque en nuestro país se le agregan nutrientes (la industrialización te quita, la industrialización te da). Según el Informe Anual Estadístico 2016-2017 de la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz, ente privado que monopoliza las políticas de precio e importación del grano y que agrupa a productores e industriales del negocio del arroz), el consumo per cápita en esos años fue de 47,48 kilos, es decir unos 130 gramos de arroz diarios.
Para que el arroz siempre le quede suelto y entero, es mejor usar arroz de buena calidad, de más de 90 % de grano entero. Una olla con fondo grueso le ayudará a conservar calor. A esta olla una tapa le debe calzar de manera perfecta para que no se fugue el vapor.
Más que una receta, aquí importa el método: la proporción de arroz y de agua debe ser la misma. Se inicia con la olla caliente, se pocha la cebolla, se incorpora el ajo, se saltea un momento, luego el arroz, el cual se mezcla bien con el aceite, la misma cantidad de agua que de arroz va de seguido, apenas hierve el agua se mezcla la última vez procurando que no se quede nada pegado en el fondo. Se tapa y no se destapa más (no sea como el ratón Pérez, haga caso), se baja el fuego al mínimo y a los 20 minutos exactos estará listo. Si está destapando el arroz a cada rato perderá el vapor, se secará antes de tiempo y quedará crudo. Finalizado el tiempo, apártelo del fuego y si no tiene prisa, unos cinco minutos de reposo harán que no quede nada pegado al fondo. Para finalizar, utilice un tenedor, de la orilla al centro para moverlo, así el arroz quedará suelto y no importará si lo consume luego o lo guarda en la refri.
Ingredientes utilizados en la receta de este video:
- 2 cucharaditas de aceite regular (soya, maíz, canola, etc.)
-1 taza de arroz (1 parte de arroz)
- 1 taza de agua (1 parte de agua)
- 50 gramos de cebolla (esto es al gusto)
- 1 diente de ajo majado (muy recomendable)
- 1/2 cucharadita de sal
En el video, una preparación casera de arroz blanco, para que tenga una guía visual del método.
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