Cuatro diputados han postulado sus nombres para la Presidencia de la Asamblea Legislativa que se elegirá el próximo 1.° de mayo.
Dos legisladores pertenecen a Liberación Nacional (PLN) y dos a la Unidad Social Cristiana (PUSC), pero las postulaciones agitan las aguas en todos los partidos políticos y en Casa Presidencial. Los candidatos son:
-Rodrigo Arias, del PLN.
-Gilberth Jiménez, del PLN.
-Vanessa Castro, del PUSC.
-Horacio Alvarado, del PUSC.
Rodrigo Arias, presidente de la Asamblea durante los dos primeros años, aspira a un tercer periodo. El primero lo ganó fácilmente con 50 votos de cinco partidos: PLN, PUSC, Progreso Social Democrático (PPSD), Nueva República (PNR) y Liberal Progresista (PLP). En aquella ocasión, solo el Frente Amplio (FA) no lo apoyó.
Para el segundo año, ganó con 44 votos del PLN, el PUSC, Progreso y Nueva República. Esa vez, Casa Presidencial trató de conformar un Directorio afín al gobierno que le ganara a Rodrigo Arias con un candidato de la Unidad.
Sin embargo, cuando empezó a tantear el terreno, el mandatario Rodrigo Chaves se dio cuenta de que los socialcristianos ya se habían comprometido a apoyar al verdiblanco. En consecuencia, Chaves sumó el respaldo de Progreso Social Democrático a Rodrigo Arias.
Para la elección del 2024, el panorama es distinto. El PLN tiene dos candidatos y, si bien la fracción se decantó por Rodrigo Arias, el otro aspirante, Gilberth Jiménez, duda de que el jerarca actual reúna el apoyo necesario entre las fracciones.
Jiménez ya había empezado conversaciones con otros partidos y hasta había solicitado una reunión a Rodrigo Chaves. El exalcalde de Desamparados aún espera asumir la candidatura liberacionista si Arias no consigue suficiente apoyo.
Rodrigo Arias había dicho que, si no gana la presidencia del Directorio este año, no se ve como diputado de oposición, sugiriendo una eventual salida.
La otra diferencia es que el PUSC, que apoyó al actual jerarca legislativo en las dos primeras elecciones, ahora tiene sus propios candidatos este año. Esta circunstancia despierta, de nuevo, el interés del gobierno.
Sin embargo, la Unidad trata de tapar un fuerte conflicto interno.
El jueves, Vanessa Castro denunció que el gobierno la vetó como candidata. Ella sostiene que la fracción ya eligió apoyar a Horacio Alvarado, pero el jefe de fracción, Alejandro Pacheco, lo niega.
Durante la sesión legislativa efectuada el jueves en San Carlos, Vanessa Castro se negó a subir con sus compañeros al escenario.
Adicionalmente, el viernes, denunció que el embajador en México, el exdiputado del PUSC, Pablo Heriberto Abarca, le reveló la forma en que el presidente Rodrigo Chaves se contactó con el dueño de una empresa multinacional para perjudicarla en lo profesional, de manera que le cesaran un contrato de servicios profesionales que tenía desde hacía 18 años como abogada.
Vanessa Castro sostuvo que Abarca le describió lo sucedido durante un viaje a Ciudad de México con otros dos diputados del PUSC como testigos. Dijo que el embajador, compañero de partido, ni siquiera se disculpó, pues alegó que acató órdenes de Chaves para contactar al empresario.
El PUSC conocía los hechos y no acuerpó a su legisladora. Hasta el viernes anterior, no hubo un solo discurso de defensa de parte de la Unidad hacia ella. Este sábado 9 de marzo, el Comité Ejecutivo de la Unidad emitió un comunicado en el que repudió y condenó los actos de intimidación de Chaves contra Castro.
El hecho obliga a preguntarse si el PUSC está dispuesto a pactar la presidencia legislativa con el gobierno, a sabiendas de que una de sus diputadas fue objeto de un ataque de tal nivel. Legisladoras de otros partidos sí alzaron la voz solidarizándose con Castro y pidieron a la Fiscalía investigar el uso de recursos públicos en el hecho.
Vanessa Castro, en tanto, no ha depuesto su candidatura.
En el caso del PLP, Eliécer Feinzaig aboga por una renovación del presidente legislativo. Por esa misma razón, no apoyó a Rodrigo Arias en el 2023.
Esa postura despierta esperanzas en el PUSC y el gobierno, sobre la posibilidad de formar una alianza entre el PUSC, Progreso, el Liberal Progresista y los fabricistas de Nueva República. Juntos, estos cuatro partidos suman 31 votos, suficientes para ganar el Directorio.
Sin embargo, en el PLP no necesariamente todos sus diputados apoyarían una alianza de este tipo. Al menos dos legisladores tienen grandes reservas de apoyar un Directorio respaldado por el gobierno.
Además, Pilar Cisneros, jefa de Progreso, suele contar solo con ocho votos, pues Luz Mary Alpízar puede actuar por separado.
El PLN es la mayor fracción del Congreso, con 19 votos, pero necesita atraer más apoyo.
Por otra parte, quedan la fracción del Frente Amplio (FA), con seis votos, y la independiente María Marta Padilla.
El FA ha votado por sí mismo en las dos primeras elecciones. En los días recientes, ha mostrado solidaridad con Vanessa Castro.
Para cerrar esta entrega, estas son las reglas para la elección del Directorio legislativo.
-El voto es público.
-Para ganar, se requiere obligatoriamente de 29 votos (la mitad más uno del plenario). Si nadie gana en primera ronda, la elección se debe repetir hasta que alguien alcance el número.
-Los votos blancos o nulos se suman a quien quede en primer lugar, lo que permitiría que un candidato con 27 votos alcance 29 si hay dos en blanco, por ejemplo.
Espero que tenga una excelente semana. Se despide Esteban Oviedo, editor de Política de La Nación.