Chiang Rai, Tailandia. Después de maravillarnos con el imponente Gran Buda Blanco y recorrer las encantadoras calles del centro de Chiang Rai, al norte de Tailandia, el hambre nos guio hacia una nueva aventura: descubrir los sabores tradicionales de este país del sudeste asiático.
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Nos decidimos por un restaurante altamente recomendado en el corazón de esta pintoresca ciudad, con la esperanza de deleitar nuestros paladares con auténtica comida tailandesa. Entre los platos seleccionados, no podía faltar una opción que despertaba nuestra curiosidad: la ensalada de papaya verde.
Aunque en Costa Rica estamos familiarizados con el picadillo de papaya verde, que es delicioso, nunca habíamos probado este plato tailandés. La ensalada llegó rápidamente a nuestra mesa, y el primer bocado nos transportó. Su frescura, acompañada de un toque de picante, la convirtió en un festín irresistible.
Sorprendentemente, si nadie nos hubiera dicho que era papaya, podríamos haber jurado que se trataba de mango verde, pero eso solo aumentó su encanto. Su equilibrio de sabores ácidos, dulces y ligeramente picantes nos cautivó al instante.
Esta ensalada no solo fue un acompañamiento perfecto para nuestra cena, sino que se convirtió en una experiencia gastronómica inolvidable. Estamos seguros de que la comeríamos una y otra vez.