![](https://www.nacion.com/resizer/QYJYcUdq8uWY2pR903kqVzHLuYA=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/OTZQW2MVPRFRXMFPRCNNEOBCTY.jpg)
Templo San Sava, Belgrado. Fotografía: Jairo Villegas S.
Llegué a Belgrado, la capital de Serbia, alrededor de las 3 p. m. del 24 de mayo anterior; lo hice en un autobús desde Zagreb, Croacia, en un viaje de casi seis horas.
Cruzar la frontera fue muy sencillo. A los ticos no nos piden visa y ni siquiera tuve que bajarme del bus, pues un oficial de migración serbio sube y recoge todos los pasaportes sin hacer preguntas; luego los devuelve el asistente del conductor, con el sello que autoriza el ingreso a ese fascinante país europeo.
![](https://www.nacion.com/resizer/Py38J1sB1EoU73K-7-lTv8xsZSg=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/YAIB7DT2PFFZPL7TUC7M54F3NE.jpg)
Esta es la frontera entre Croacia y Serbia. Fotografía: Jairo Villegas S.
Una vez en la capital, Belgrado, tuve una grata impresión, aunque confieso que mientras caminaba por algunas calles sentí un poco de temor, sin fundamento pues es sumamente seguro. Quizás fue porque casi no vi turistas, aunque esto tiene un gran punto a favor: no hay aglomeraciones para disfrutar de los principales atractivos de esta ciudad.
![](https://www.nacion.com/resizer/tnEL73vII1iZMAnOV6wpxiywhuM=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/4SIHWBJ5BZFJFGIHKYDUYDVSRQ.jpg)
En la ciudad de Belgrado, Serbia.
La estación del tren es maravillosa; a la par está la terminal de buses a la que llegué.
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: Kuwait, estar en el desierto sin derecho a una cerveza
Caminé según los puntos de interés que había escogido aunque a unos cinco kilómetros de haber emprendido mi recorrido me sucedió lo que ningún turista quiere... me perdí.
![](https://www.nacion.com/resizer/bFRrU4-6PFvS6D2mOzz1C8j9nLI=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/DBUOVIHTOVGL5KBGVALGMPURYY.jpg)
Estación del tren de Belgrado, Serbia. Fotografía: Jairo Villegas S.
En mi afán de volverme a ubicar, me devolví tres veces al último lugar donde estaba ubicado, pero no lo logré... los nombres de las calles solo en idioma serbio dificultaron aún más mi travesía, sumado a la mala fortuna de no encontrar alguien con quien intercambiar algunas palabras en inglés en procura de ayuda. Todo acabó cuando encontré unos rótulos en inglés diseñados para turistas y el alma me volvió al cuerpo.
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: Compatriotas en Moscú aconsejan a los costarricenses que vayan a Rusia
A los pocos minutos, le tomé el ritmo a la ciudad y descubrí que en realidad es muy fácil recorrer Belgrado.
![](https://www.nacion.com/resizer/iLgSzfIZyytWsvy6wcbi4yGE8Ag=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/VMOBZEZ4ERGBZO43ID6VQQSQ7U.jpg)
Asamblea Nacional de Serbia, en Belgrado. Fotografía: Jairo Villegas S.
Además de la belleza de esta urbe, tiene un gran punto a favor... todo es muy barato. El hospedaje apenas me costó $10 (¢5.720) la noche, en una habitación compartida en la que solo estaba un turco, amante del fútbol y que admira a Keylor Navas aunque no conoce a Esteban Alvarado, quien ataja en su país.
La comida ni hablar... más barato que Costa Rica. Además, deliciosa.
![](https://www.nacion.com/resizer/u_UVS6N5tkZrFrldmcKAgwIkqE8=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/WQUIFC724FGT7GCB7VBXHD3QRQ.jpg)
Plaza de la República. Belgrado. Fotografía: Jairo Villegas S.
Serbia será uno de los rivales de Costa Rica en el Mundial Rusia 2018, como parte de los juegos del Grupo E, en que también están Brasil y Suiza.
De hecho, el primer partido de los ticos será ante los serbios, el 17 de junio a las 6 a. m. hora costarricense.
LEA MÁS: Costa Rica jugará ante Brasil, Suiza y Serbia en el Mundial 2018
![](https://www.nacion.com/resizer/H7wK8MHnkQS5ij_o6lqqM4RzfuI=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/SOWUBPOTVVGJ7MHL43GWYG4RXI.jpg)
Palacio Viejo de Belgrado, Serbia. Fotografía: Jairo Villegas S.
![](https://www.nacion.com/resizer/XqUUcUec70T8_loMbEOFQCp387Y=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/YBB3R73CKNES7BOKO5SN3OTOJI.jpg)
La ciudad de Belgrado se caracteriza por sus amplios parques. Fotografía: Jairo Villegas S.
![](https://www.nacion.com/resizer/FTazsFCm6SC6WfI2jTNH5tsDXec=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/ZPWHVYLONVGANEZAA57NUK3FV4.jpg)
Castillo de Belgrado. Fotografía: Jairo Villegas S.
![](https://www.nacion.com/resizer/k1DDEc3YVTG963OVGMR9haEAq00=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/E47DHPUKGBGVRJWLSBJ4C7QQPI.jpg)
La mayoría de las calles en Belgrado solo están rotuladas en serbio. Fotografía: Jairo Villegas S.
![](https://www.nacion.com/resizer/_J63H378sD2cLfx7kgqvir60KBA=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/G4FBFJ22URC5DAE62Q4DK37NJE.jpg)
Uno de los bulevares de Belgrado. Fotografía: Jairo Villegas S.
![](https://www.nacion.com/resizer/xsb6uhBhhY5P1NOdLZ1hgKAtgqo=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/3B6QXKWNVVFY5M2VMFRAF3Z3MA.jpg)
Ciudad de Belgrado. Fotografía Jairo Villegas S.
![](https://www.nacion.com/resizer/MH1l_tXGqtIRKNE_KemPytDjxrw=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/SEUDEFUX6VF23IDL52NWYPYUNM.jpg)
Belgrado. Fotografía: Jairo Villegas S.
![](https://www.nacion.com/resizer/my_3m82nOcPv-kcTUceHvs2eKsw=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/3DQIQNJ4GFFWZDBTKBF3ZMQJCE.jpg)
Ciudad de Belgrado. Fotografía Jairo Villegas S.
![](https://www.nacion.com/resizer/5o_lP_NwIJpK4CLaLdt328yuio4=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/J7PBKP4U55FGHDR7HGOCH4LRYU.jpg)
Terminal de autobuses de Belgrado. Fotografía: Jairo Villegas S.
![](https://www.nacion.com/resizer/sOG_DwMP1pSAp6_0TWyUJg1cP0U=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/ZGVZQBTY5VAWJAWSJBHI3RPXNU.jpg)
La ciudad de Belgrado tiene un sistema de tranvía que permite recorrerla con facilidad. Fotografía: Jairo Villegas S.
![](https://www.nacion.com/resizer/oO5LwT3oD5aueusfD5VvHAL9_0w=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/Q7DBP6UFMZGMVHOHFOFG5SSZBI.jpg)
Centro de Belgrado. Fotografía: Jairo Villegas S.
La población de Serbia supera por poco los siete millones de habitantes, es decir, unos dos millones más que Costa Rica. Su extensión territorial es de 88.361 kilómetros cuadrados, más o menos 50% más que nuestro país.
![](https://www.nacion.com/resizer/NKmstn7_cI0ERCsKFFOdU7XzoTU=/1440x0/filters:format(jpg):quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/MER4UJLNA5G6TLSGWXZ3K54UFI.jpg)
Mapa de Serbia.
La moneda es el dinar serbio; cada uno equivale a casi ¢6.