Wuhan es una ciudad en cuarentena. Ubicada en el centro de China, dicha metrópoli tiene suspendidos los vuelos y accesos en tren.
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Durante el día también también se paraliza el metro, como parte de las medidas adoptadas por el gobierno para evitar la propagación del coronavirus, que se originó en un mercado de esa ciudad en el que venden diversos animales exóticos, que pudieron haber transmitido el mal a los humanos.
En total, cuatro costarricenses viven en Wuhan; no obstante, solo tres se encuentran en este momento en ese sitio, confirmó Miguel Díaz, director de comunicación institucional del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La información, a su vez, se la proporcionó el cónsul general de Costa Rica en Shanghái, China, Danilo González.
“De estos cuatro costarricenses, tres son mujeres y uno es hombre. El costarricense no se encuentra en estos momentos en la ciudad de Wuhan, mientras que las tres costarricenses sí están residiendo en esa ciudad”, aseveró Díaz.
Según el reporte del cónsul González, las ticas están bien de salud y no han presentado ningún síntoma que haga presumir que pudieron contagiarse.
“El Consulado se mantiene en constante comunicación con ellas y de momento se reportan problemas de desabastecimiento”, dijo.
Una de ellas es Paola Reyes Pérez, de 34 años, quien cursa una maestría en Planificación Urbana en la Universidad de Wuhan.
Ella tiene previsto llegar a nuestra país este 1.° de febrero, aunque por ahora no sabe si podrá salir, debido a las restricciones en Wuhan.
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De hecho, Díaz consignó que el gobierno de China no ha comunicado de forma oficial al consulado sobre por cuánto tiempo ese lugar estará en cuarentena.
“El consulado de Costa Rica en Shanghái emitió un comunicado con recomendaciones para los costarricenses en su jurisdicción y habilitó un correo electrónico y un teléfono de emergencia para que las personas que lo requieran se comuniquen”.
Por su parte, Paola había dicho a La Nación que se enteró de este mal desde noviembre.
"Soy asmática y al saber del problema, me quedé encerrada en la habitación", dijo Paola, quien vive en las residencias de la universidad.
“Salgo muy poco, compro mis alimentos en lugares seguros, como supermercados con estándares altos; lo que son carnes y verduras, para evitar el contagio”, explicó.
“Mi familia está muy preocupada, porque tienen miedo de que no me dejen salir (cuando tiene previsto su vuelo hacia nuestro país), pero las medidas de seguridad y de salubridad son bastante altas”, subrayó.
Este jueves, las autoridades cerraron varias calles en la ciudad para desinfectarlas.