Bucarest, Rumanía. ¡Volvería a Rumanía muchas veces! Sí, es un país hermoso, con mucho por descubrir, gran ambiente nocturno y comida deliciosa.
Realmente disfruté mi reciente visita a ese país, la segunda en seis años. No solo estuve en Bucarest, la capital, sino también en la impresionante región de Transilvania, incluida una visita al Castillo de Bran, el del Conde Drácula.
Solo que en esta ocasión, sucedió algo que no me esperaba… un poquito de dificultad para ingresar al país por el Aeropuerto Internacional Henri Coanda.
Es normal que al llegar a un puesto migratorio hayan preguntas básicas, como por ejemplo motivo del viaje, cuánto tiempo va a estar en el país, cuánto dinero lleva.
No obstante, la oficial me hizo esas preguntas, pero además me pidió mostrar la reservación de hospedaje para cada noche. Con razón fue tan lento el proceso, pues anotaba cada hospedaje.
En total, estuvimos cinco noches: una en Bucarest, otra en Sibiu, una en Sighisoara y dos en Braşov. Así que no quedó más que mostrar cada reservación de alojamiento.
Pasamos el puesto de control migratorio un poco extrañados, pero emocionados por las bellezas de este país. Buscamos el tren para ir a la ciudad (también es posible trasladarse en autobús) y así empezar nuestra aventura.
Al llegar a la estación Gare du Nord, que es la principal, buscamos el metro para continuar el viaje hacia nuestro hospedaje.
En el video que acompaña esta nota les muestro estos detalles y en los próximos artículos conocerán un poquito de este hermoso país, totalmente recomendado.
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