Los costarricenses deberán solicitar un permiso para viajar a la Unión Europea a partir del año 2020, según confirmó el Consejo Europeo y el Consejo de la Unión Europea mediante un comunicado de prensa.
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Ahora, los ticos solo compran el tiquete aéreo, empacan maletas y viajan a disfrutar de los encantos europeos sin mayor necesidad de papeleos.
Esto se debe a que nuestro país es parte de unas 60 naciones cuyos ciudadanos tienen mayor flexibilidad para ingresar a los países del llamado espacio Schengen.
Las naciones europeas cobijadas bajo esa área son: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa y Suecia.
Además, Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza, que se adhieren a las políticas migratorias pese a no integrar la Unión Europea.
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En estos momentos, un costarricense puede ingresar a Europa por cualquiera de esas naciones y visitar el resto sin necesidad de hacer migración en cada frontera. Si va a algún país que no es parte de ese espacio, debe cumplir trámites migratorios, aunque muchos tampoco piden visa.
"El acuerdo hoy alcanzado constituye otro importante paso en la protección de las fronteras exteriores de la UE (Unión Europea). Saber qué personas se dirigen a la UE, antes incluso de que lleguen a la frontera, nos permitirá estar en mejores condiciones de detener a aquellas que puedan plantear una amenaza para nuestros ciudadanos", expresó el 25 de abril Valentin Radev, ministro del Interior de Bulgaria.
Este cambio permitirá al Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (Seiav) estudiar con anticipación a las personas que quieren ingresar al Viejo Continente.
Con esos controles anticipados, podrá impedir el ingreso a aquellos que podrían viajar con la intención de quedarse de forma ilegal o a quienes se presuma pueden atentar contra la seguridad.
"Contribuirá a mejorar la seguridad interior, prevenir la inmigración ilegal, proteger la salud pública y reducir los retrasos en las fronteras gracias a la identificación de las personas que puedan representar un riesgo en uno de estos ámbitos antes de su llegada a las fronteras exteriores", dice el comunicado del Consejo Europeo y Consejo de la Unión Europea.
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De esta manera, los interesados en viajar a Europa tendrán que hacer la solicitud en línea y pagar 7 euros por cada petición, lo que equivale casi a ¢5.000.
“Los datos presentados en cada solicitud se contrastarán automáticamente con las bases de datos de la UE y otras bases de datos pertinentes de Interpol, a fin de determinar si existen motivos para denegar la autorización de viaje. De no haber respuestas positivas o elementos que requieran un análisis más detallado, la autorización de viaje se expedirá automáticamente. Esto es lo que se prevé que suceda con la gran mayoría de las solicitudes”, indica el boletín de prensa.
Según definieron las autoridades europeas, la respuesta se dará en un máximo de 96 horas (cuatro días) de hecha la gestión, pero si piden información adicional, el plazo se extiende otras 96 horas contadas a partir de recibir los documentos.
“Antes del embarque, los transportistas aéreos y marítimos tendrán la obligación de verificar que los nacionales de terceros países sujetos a una autorización estén en posesión de una autorización de viaje válida. A los tres años de la entrada en funcionamiento del SEIAV, dicha obligación se aplicará también a los transportistas internacionales que transporten grupos por carretera en autocar”, se resalta.
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Un detalle importante es que la autorización de viaje será por tres años o cuando caduque el documento de viaje (pasaporte) registrado en la solicitud, en caso de que expire antes de los tres años.
El reglamento ahora debe remitirse al Parlamento Europeo para votación en primera lectura y luego pasará al Consejo para su aplicación.
El comunicado no revela más detalles del proceso, como por ejemplo, los documentos que deberán aportar los solicitantes de la autorización.
Además, no utiliza el término "visa", sino únicamente "autorización de viaje".