Cuando una familia en Estonia tiene un hijo, el Estado le da 500 euros (¢363.000) y el gobierno de la ciudad donde vive otro monto igual, es decir, un total de ¢726.000.
LEA MÁS: ¿Le gusta viajar? Sígame en mi Facebook
La ayuda económica no acaba ahí. Cada mes, el gobierno deposita 75 euros (¢54.450) en una cuenta a nombre del menor, aporte que deja de dar cuando cumpla 18 años, momento en que tendrá disponibles casi ¢12 millones más intereses.
Eso no es todo. Quienes tengan tres hijos reciben otros 500 euros mensuales como ayuda para la manutención de los pequeños, hasta que alguno de ellos cumpla 18 años; si tienen cuatro retoños, el monto económico sube a 600 euros (¢435.600).
Este país fue parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética, y obtuvo su independencia en 1991. A partir de ese momento, dio prioridad a diversas políticas que para los ticos parecen imposibles de disfrutar.
En esa nación báltica vive, desde el 2008, el costarricense Jason Medina Gutiérrez, quien el próximo 5 de abril cumple 40 años. Es oriundo de Chacarita, Puntarenas, aunque parte de su familia se mudó a Esparza.
LEA MÁS: Jairo Villegas, el periodista detrás de Ticos lejos del hogar
Su esposa es Elsi, quien el 27 de marzo llega a los 38 años y aparece en los registros como Medina, pues en ese país la mujer adopta el apellido del esposo. Ellos tienen dos hijas.
“La mayor, de ocho años, se llama Maya Lorena Medina y es una talentosa pianista, dibujante, cantante y bailarina de música típica de Estonia. Mi pequeñita se llama Mía Melanie Medina y tiene cuatro añitos. Ella también dibuja muy bien, le gusta el baile y la actuación, al igual que la natación”, describió Jason.
La ventaja de vivir en ese país es que Maya Lorena y Mía Melanie tienen garantizado recibir educación 100% gratuita, no solo en guardería infantil, kinder, primaria y secundaria, sino también universitaria. Por eso, el dinero que el Estado les deposita cada mes se volvió un ahorro para cuando tengan la mayoría de edad, y no deben preocuparse por utilizarlo en educación.
Ellas tienen tres nacionalidades: la de Estonia, Estados Unidos y Costa Rica; además, Jason asegura que hablan perfecto inglés y estonio, y “más o menos” español.
Además, ellas tienen acceso a consulta dental gratuita que acaba cuando cumplan 18 años.
LEA MÁS: Amor sin fronteras: Vencer un cáncer y superar el homicidio de su papá desde lejos
Jason y su esposa gozaron de más beneficios cuando las pequeñas nacieron.
“Por ley, la madre o el padre puede estar incapacitado durante tres años con derecho a mantener su empleo; puede hacerlo consecutivamente siempre que el siguiente niño nazca antes que se cumplan los tres años. Los salarios se mantienen por año y medio y el otro año y medio no hay paga, pero con la seguridad de que puedes regresar al trabajo en cualquier momento. Solo uno de los padres puede obtener este beneficio”, externó Jason.
Cuando Maya Lorena y Mía Melanie nacieron, Jason disfrutó de 10 días hábiles de incapacidad para ayudar a su esposa con las bebés.
LEA MÁS: (Video) El peor hostal en que me he quedado en 41 países
A esto se le suma que los residentes en Tallin, la capital de Estonia, tienen transporte público gratuito con solo presentar la cédula.
¿Cómo Estonia logra esto? Según Jason, el secreto está en la baja corrupción existente, lo que permite invertir adecuadamente los recursos económicos, así como la decisión del país de destinar grandes esfuerzos a la educación y tecnología, al punto que en el 2007 se convirtió en la primera nación del mundo en hacer votaciones parlamentarias por Internet.
LEA MÁS: Amor sin fronteras: Un paseo por Moscú unió a un tico y una argentina
“Estonia, que casi nunca había sido independiente, tuvo que reconstruirse desde cero. El gobierno introdujo la formación en informática y nuevas tecnologías en los centros educativos, comenzando en la primaria, para preparar mejor a los estonios para la nueva economía. En 1996, el Ministerio de Educación lanzó la Fundación Tiger Leap para equipar a todas las escuelas del país con computadoras y darles conexión a Internet, misión que cumplió pocos años después.
“Por ejemplo, en la escuela de Tallin, los niños de seis años aprenden conceptos básicos de programación que se enseñan con juegos, al igual que varios idiomas, entre ellos el inglés, francés, alemán, sueco, ruso y finlandés”, relató Jason.
Además, el impuesto al salario es del 28%; es decir, si alguien gana 1.000 euros (¢726.000), el gobierno se deja 280 (¢203.000).
¿Puede Costa Rica ofrecer a su población los beneficios que da Estonia?, le pregunto a Jason.
“Tomando como ejemplo un país que estuvo en total posesión de la Unión Soviética y lleno de corrupción como resultado de 50 años de socialismo, pero en que menos de 10 años logró que la corrupción sea casi inexistente, sin duda creo que Costa Rica puede llegar a ser libre de esos actos indebidos y encaminarse a un futuro de crecimiento, especialmente con las riquezas que tiene nuestro país y el maravilloso pueblo tico”.
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: A los 21 años, Daniela cumple su sueña de estar en el ejército de Israel
“Lo único que recalco es que para tener un cambio, primero hay que querer cambiar. La educación comienza desde la casa y debemos darnos cuenta que somos los únicos responsables de nuestro destino”, enfatizó Jason.
Desde hace 17 años, este compatriota trabaja en ventas. Ahora es el gerente de ventas de una empresa de software que trabaja con bancos internacionales. Ahí se encarga del mercado español y americano, desde Estados Unidos hasta Chile.
El amor lo llevó a Estonia. Su esposa es de esa nacionalidad y trabaja en un kinder con énfasis en psicología infantil.
A Elsi la conoció en Estados Unidos, país al que llegó Jason en 1997. Lo curioso es que se casó con ella en una fecha imposible de olvidar: 08/08/08 (8 de agosto del 2008). La ceremonia fue pequeña, en la capital, Tallin, con la familia y unos pocos amigos.
Para los turistas hay un gran alivio: en la capital hay conexión inalámbrica a Internet gratuita, desde hace una década.
Así mismo, a diferencia de otros países europeos, Estonia es más barato. Si usted decide hacer turismo en ese lugar, calcule 5 euros (¢3.630), mientras que un diario para una familia de cuatro personas, para 15 días, 65 euros (¢47.190).
LEA MÁS: ¿Cómo conseguir tiquetes baratos de avión? Los trucos de Explorador de Viajes
No todo es bueno en esa nación de 1,3 millones de habitantes. Soportar el clima no es sencillo.
“Durante el invierno el país está muy a oscuras, con días de invierno de hasta 20 horas de oscuridad, en algunas ocasiones. En esa época, en promedio amanece a las 9:30 a. m. y oscurece a las 2:30 p. m. Durante esas horas, en realidad es como si el sol no saliera del todo”.
“En el verano es todo lo contrario, pues el amanecer es alrededor de las 3:30 a. m. y anochece a eso de las 11:30 p. m., con la excepción de la última semana de junio, cuando algunos días podrían tener 24 horas de luz”, detalló.
Por esa razón, la mayoría de casas tienen persianas especiales para evitar el ingreso de la luz durante el verano. En el invierno, las personas consumen mucha vitamina D ante la falta de sol.
Si le surge interés de visitar Estonia, Jason le da un dato que no puede pasar por alto: de diciembre a marzo la temperatura puede bajar incluso a los -30 grados, mientras que en el verano suele estar a 27. “El calor nos dura de cinco a siete semanas y el frío fuerte puede durar entre seis y ocho meses”.
La mejor época para visitar ese país, según dijo, es de mediados de junio a la última semana de agosto, que es el verano estonio.
“Lo más difícil es estar lejos de mi familia, en especial de mi mamá, así como la escasez de productos frescos, como frutas y verduras. También la oscuridad en el invierno y la claridad en el verano”, resaltó Jason.
LEA MÁS: ¿Qué porcentaje de ticos obtiene la visa para Estados Unidos?
¿Cómo es la comida en Estonia?
“La mayoría de frutas y verduras son importadas, al igual que el pollo y la carne. El país tiene mucha herencia rusa, alemana, sueca y danesa. Un desayuno típico es avena con algunas cerezas, en leche o yogurt, así como una rebanada de pan negro con sardinas en aceite, una rebanada de cebolla, pepinillo o tomate. Aquí no soy muy cafeteros, sino que se toma mucho té”.
“Los almuerzos son un poco más fuertes, con sopas y carnes acompañadas de ensala y papas. La carne de cerdo y sus derivados son más baratas y se comen de muchas formas. Las cenas suelen ser más livianas, a lo mejor un pedazo de salmón con salsa blanca de caviar y alguna ensaladita”, menciona Jason.
Algo a lo que ha debido acostumbrarse es a la falta de arroz, pues los estonios no lo comen.
Entre las curiosidades de Estonia destaca que sus habitantes estudian y trabajan duro, y les gusta viajar con frecuencia con tal de aprender sobre el mundo.
Además, hay más mujeres que hombres. Según Jason, por cada 100 damas, hay 80 varones. A eso se le suma que ellas viven 10 años más, en promedio.
LEA MÁS: ¿Cómo volar por menos de $150 a Europa o Suramérica?
Sobre los estonios, Jason dice que al hablarles debe ser conciso. “Para nosotros los ticos esto parece muy directo y se considera grosero; sin embargo, no es así. Un estonio no tiene tiempo para malgastar palabras. Hablar mucho y tomar el centro del escenario se considera grosero e irrespetuoso”, reveló.
Datos de Estonia
Capital: Tallin
Población: 1,3 millones (casi cuatro veces menos que Costa Rica)
Extensión territorial: 45.227 kilómetros cuadrados (5.873 kilómetros cuadrados menos que Costa Rica)
Moneda: Euro (1 euro son ¢726)
Idioma: Estonio
Los datos anteriores corresponden a los costarricenses que reportaron a la Cancillería vivir en otra nación. No necesariamente todos los que migraron están incluidos, porque el proceso es voluntario y en algunas naciones no existen consulados de Costa Rica. Los datos de Puerto Rico corresponden a antes del paso de los huracanes Irma y María, por lo que ahora la cifra puede ser menor.
¿Le gusta viajar? Sígame en Facebook
Otros artículos de la serie Ticos lejos del hogar:
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: A los 21 años, Daniela cumplirá su sueño de ingresar al ejército de Israel
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: Haití, una poaseña ayuda a mitigar las penurias
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: El milagro de sobrevivir al mortal pez piedra
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: Pasar una congoja con la dura policía de Laos
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: Arabia Saudí, las mujeres empiezan a tener la libertad anhelada
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: Fiyi, la isla lejana donde un costarricense trabaja en avicultura
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: Irán, el alucinante país donde todo está prohibido
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: En Australia los desconocidos aún se dicen buenos días
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: Las peculiares historias de Laura, Mariamalia y Marisol en Italia
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: Estudiantes en Alemania, sobrellevar la Navidad sin la familia
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: Tailandia, donde los choferes no se irritan por las enormes presas
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: Kenia, la pobreza extrema no apaga la esperanza
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: Una alajuelense se adapta a Vietnam, pero sin comer perro
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: Hong Kong, donde se respira la seguridad que alguna vez tuvo Costa Rica
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: Compatriotas en Moscú aconsejan a quienes vayan a Rusia
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: Kuwait, estar en el desierto sin derecho a una cerveza
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: Henry Garita, el compatriota que vive en las Maldivas
LEA MÁS: Ticos lejos del hogar: Vivir en Chipre, la isla segura pese a tener ejércitos listos para atacarse
Esta es la vigésima segunda historia sobre costarricenses que dejaron su país por diferentes circunstancias, se adaptaron a otra tierra, pero guardan el cariño por sus raíces.