Primero lo primero: es importante saber que el 8 de marzo no es una celebración sino un día de protesta y una conmemoración. Y esto no es así desde hace poco, sino desde comienzos del siglo XX, cuando nació el Día Internacional de la Mujer.
La manifestación, en gran medida, busca los mismos objetivos que busca el feminismo: derechos humanos igualitarios para los todos y todas, sin distinguir sexo, raza, creencia religiosa, color de piel, edad, nacionalidad, orientación sexual o cualquier otra condición.
Antes de continuar, ¿sí estamos de acuerdo con que todos los seres humanos por igual merecemos los mismos derechos sociales, económicos y políticos, no? Oki. Perfecto. Estamos en la misma página entonces.
Pese a esfuerzos y avances en algunos países y también en Costa Rica, la igualdad real entre hombres y mujeres sigue siendo tarea pendiente. A continuación exploramos cómo se siguen violando derechos fundamentales de la mujer en nuestro país.
Pero primero, ¿por qué el 8 de marzo?
La fecha se estableció formalmente en 1975 por Naciones Unidas. Desde entonces el Día Internacional de la Mujer se celebra en muchos países, pero tanto la escogencia de que exista este día como la fecha del 8 de marzo tienen su historia.
Creación de un Día de la Mujer
En marzo de 1908, al menos 15.000 mujeres trabajadoras del sector textil se manifestaron en Nueva York para obtener mejores condiciones de trabajo.
En 1909, el Partido Socialista de Estados Unidos designó el Día Nacional de la Mujer para conmemorar la marcha del año anterior. Se escogió el 28 de febrero.
Un año más tarde, en 1910, la Internacional Socialista (asociación política mundial) honró al movimiento de lucha por derechos de la mujer estableciendo un Día de la Mujer con carácter internacional. No se fijó una fecha para el día. Entre los derechos exigidos estaba el sufragio universal. En el evento participaron más de 100 mujeres de 17 países, entre ellas las primeras tres diputadas mujeres del Parlamento Finés.
8 de marzo
Entre 1913 y 1914, el Día Internacional de la Mujer se convirtió en un mecanismo de protesta contra la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Como parte del movimiento pacifista, miles de mujeres rusas se sumaron a las protestas el último domingo de febrero. En otras partes de Europa cientos de mujeres también se manifestaron en 1914 alrededor del 8 de marzo.
En 1917, miles de mujeres rusas escogieron nuevamente el último domingo de febrero (en el calendario juliano ruso) para hacer una huelga por “pan y paz”. El movimiento de protesta fue también provocado por los 2 millones de soldados rusos muertos en tres años de guerra. Este día cayó en el 8 de marzo del calendario gregoriano. Cuatro días después de Zar Nicolás II abdicó y el Gobierno provisional le otorgó a las mujeres el derecho de votar.
Desde entonces y hasta mediados de los setenta, el día se siguió conmemorando y las protestas de mujeres siguieron cobrando fuerza en distintos países exigiendo derechos. En 1975, Año de la Mujer, Naciones Unidas declaró que el día sería definitivamente conmemorado cada 8 de marzo.
Así, en todo el mundo miles de mujeres exigen a comienzos de marzo que la desigual y la discriminación de la que son víctimas se acabe. En Costa Rica estas marchas son multitudinarias porque hay todavía mucho camino por recorrer en materia de derechos.
Violación a la salud sexual y reproductiva
Lo ideal: Estos derechos se relacionan con el derecho de las mujeres a tener control sobre las decisiones relativas a su sexualidad y reproducción sin verse sujetas a la coerción, la discriminación y la violencia.
Algunos componentes que tienen que existir para que esto se cumpla son:
-Identidad sexual
-Orientación sexual
-Elección libre de pareja
-Ausencia total de actividad sexual forzada
-Educación e información sexual
-Posibilidad de decidir libre y responsablemente el número de hijos o hijas que quieren
La realidad: Esa lista no siempre se cumple y en muchos casos son derechos que se violan.
Veamos datos oficiales del Segundo Estado de los Derechos Humanos de las Mujeres en Costa Rica (2015) del Instituto Nacional de la Mujer (Inamu) más cifras del Instituto Nacional de Estadística (INEC). La realidad es alarmante:
Cada año, hay aproximadamente 12.500 adolescentes que se convierten en madres.
En el 2013, 57 de cada 1000 adolescentes entre 15 y 19 años tuvieron hijos o hijas. Esto equivale a 12.451 nacimientos de madres en este rango de edad.
Cada año hay aproximadamente 500 niñas que se convierten en madres.
En el 2012, 522 niñas entre 10 y 14 años fueron madres, y en el 86% de los casos los padres de sus hijos o hijas eran mayores de 18 años.
En estos 522 casos de niñas madres, el 86% de los padres eran adultos mayores de 18 años. La mayoría de estos casos fueron violaciones sexuales.
Según las Estadísticas Vitales del INEC, entre el 2010 y 2013 ocurrieron 54 nacimientos en niñas de 10 a 12 años, 342 nacimientos en adolescentes de 13 años y 1.503 nacimientos en adolescentes de 14 años.
El Código Penal en Costa Rica establece que las relaciones sexuales con personas menores de 13 años constituyen una violación (siendo el embarazo un agravante de este hecho), y que las relaciones sexuales con personas menores de 15 años son un delito (aunque se cuente con el supuesto consentimiento de la adolescente).
Es importante saber que además del irrespeto a la niñez y adolescencia de estas jóvenes víctimas, estas madres se encuentran en posiciones de riesgo y por lo general abandonan su educación.
Casi la mitad de los embarazos en Costa Rica son no deseados
Entre las adolescentes de 15 y 19 años, el 71% no deseaba su embarazo.
Entre las mujeres jóvenes de 20 a 24 años, el 64% no deseaba su último embarazo.
Entre las mujeres entre los 15 y 49 años con al menos un hijo o hija nacida vida, el 13% quería esperar y el 34% no quería quedar embarazada. O sea que el 47% de estos embarazos no fueron deseados.
Las mujeres infectadas con VIH han aumentado en los últimos años
Pasamos de 71 casos en 2008 a 116 en 2013.
El no usar condón o usarlo de forma incorrecta repercute en la salud y bienestar de las mujeres en mayor medida que en la de los hombres por factores biológicos y sociales, de acuerdo con el Inamu. Esto está estrechamente ligado a una mejor educación sobre sexualidad.
Violación a los derechos económicos y laborales de las mujeres
Lo ideal: Estos derechos se relacionan con la ampliación de oportunidades para alcanzar igualdad, autonomía y empoderamiento en el ámbito económico; lo que tiene un impacto en las condiciones de vida de las mujeres y en el ejercicio de su ciudadanía.
La autonomía económica de las mujeres requiere de esto:
-Creación de oportunidades para tener ingresos propios
-Decidir sobre sus bienes y recursos
-Poder mejorar sus condiciones de vida
La realidad: Aunque se han dado pasos importantes para que estos derechos se cumplan (seguridad social, igualdad y equidad en espacios laborales, derecho al ingreso y salarios justos, etc.), estos no siempre se cumplen como debe ser.
Veamos otra vez datos oficiales del Segundo Estado de los Derechos Humanos de las Mujeres en Costa Rica (2015) del Inamu, más cifras del INEC, que revelan una realidad preocupante:
En Costa Rica las mujeres tienen menos participación en el mercado laboral que los hombres
-76 de cada 100 hombres trabajan o buscan trabajo
-Solo 45 de cada 100 mujeres trabajan o buscan trabajo
-Aproximadamente el 50% de las mujeres se ven afectadas por el subempleo (trabajan menos de 40 horas semanales pero desean y están dispuestas a trabajar más tiempo).
La tasa de ocupación en Costa Rica es de 43% para las mujeres y del 69% para los hombres.
La tasa de desempleo en Costa Rica es del 12% para las mujeres y del 8% para los hombres.
Las mujeres continúan trabajando en condiciones de desigualdad y discriminación
Cerca del 30% de las mujeres se dedican a actividades de comercio y reportan ingresos menores a los de los hombres que trabajan en el mismo sector.
En general las mujeres ganan ¢86 por cada ¢100 que ganan los hombres.
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El 17% del trabajo femenino remunerado es principalmente de actividades de servicio doméstico como cocina, lavandería, jardinería, cuidado de personas, entre otras. Solo un 1% de los hombres se dedican a estas actividades.
Además de estos trabajos remunerados, las mujeres dedican más del doble de tiempo que los hombres a las labores domésticas del hogar no remuneradas. Se estima que las mujeres dedican 37 horas por semana a estas tareas, mientras que los hombres solo dedican 15 horas semanales.
Las mujeres asalariadas con seguro social representan únicamente al 18% de la población, mientras que los hombres en esta misma condición son el 30% de la población.
Violación a los derechos de vivir una vida libre de violencia de género
Lo ideal: Estos derechos se relacionan el derecho de las mujeres a tener relaciones de pareja y proyectos de vida basados en el amor, el respeto mutuo y la colaboración. No en el maltrato y la violencia.
Algunos componentes que tienen que existir para que esto se cumpla son:
-Vivir una sexualidad libre, plena y placentera
-Estudiar y trabajar en ambientes no machistas y libres de hostigamiento sexual
-Crecer en espacios familiares y comunitarios seguros
-No ser sometidas a condiciones de esclavitud, trabajo forzoso, servidumbre o explotación sexual o laboral
-No ser torturadas ni sufrir tratos contrarios a la dignidad
-No ser discriminadas por la edad, nacionalidad, estatus migratorio, raza o etnia, orientación sexual, identidad o expresión de género
-Poder acudir al Estado y sus instituciones cuando todos o alguno de estos derechos hayan sido irrespetados
La realidad: También aquí se van dando pasos para lograr que el derecho humano se cumpla, pero el panorama nacional permanece sombrío.
Vayamos de nuevo a datos oficiales del Segundo Estado de los Derechos Humanos de las Mujeres en Costa Rica (2015) del Inamu, más cifras del INEC y del Poder Judicial.
En Costa Rica la violencia doméstica es una de las principales formas de violencia que sufren las mujeres
Los casos denunciados en los juzgados de violencia doméstica superan los 52.000 por año. Miles de casos no se denuncian por falta de información o miedo/amenazas.
Según el Censo 2011, más de 10.300 niñas y adolescentes entre los 12 y los 17 años reportaron estar en una relación de convivencia, mientras que 761 reportaron haberlo estado en alguna oportunidad.
El mismo Censo evidenció que del total de niñas y adolescentes que se encontraban en convivencia, el 98% lo hacía con un hombre mayor de edad.
En Costa Rica las relaciones sexuales con personas menores de 15 años de edad son siempre un delito.
Según el Poder Judicial, en 2017 hubo 8.818 delitos sexuales entrados en las Fiscalías Penales de Adultos.
Entre 8.818 contamos: 1.607 por violación, 2.720 por relaciones sexuales con personas menores de edad, 3.598 por abusos sexuales contra personas menores de edad e incapaces, 583 por abusos sexuales contra las personas mayores de edad, y 89 por tentativas de abusos sexuales contra menores e incapaces.
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24 femicidios en 2018
En 2018 hubo 64 homicidios contra mujeres, de los cuales 24 fueron tipificados como femicidios.
En los últimos años la cifra ronda la veintena y media de femicidios por año. Desde el año 2007, cuando se promulgó la Ley de Penalización de la Violencia contra las Mujeres, hasta el 2018, el país contó 337 femicidios.
Femicidios en Costa Rica por año
2007: 21
2008: 33
2009: 39
2010: 31
2011: 42
2012: 26
2013: 18
2014: 24
2015: 27
2016: 26
2017: 26
2018: 24
Para el Observatorio de Géneros del Poder Judicial, el femicidio es la más grave de las violencias de género. “La mujer es asesinada por su condición de mujer usualmente a manos de su pareja actual o pasada, o de otro hombre con quien no tiene o tuvo una relación pareja”, indica ese Poder de la República.
No se trata de un homicidio común. Es producto de una violencia escalonada y una relación desigual entre la mujer y el hombre femicida.
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En 2014 entrevisté a la artista plástica mexicana Teresa Margolles en Managua, Nicaragua. Desde 1993, ella utiliza la fotografía, la instalación, el performance y el video para estudiar el asesinato de mujeres a través del filtro artístico. Su trabajo le ha valido numerosos reconocimientos tanto en México como afuera.
A la pregunta “¿Por qué se violan y asesinan las mujeres?”.
Su respuesta fue: “Porque se puede”.
“Yo he buscado captar lo último que veían las víctimas antes de aparecer en tambos de cemento, en casas malolientes con tubos metidos en sus cuerpos y con abuso físico del cuerpo vivo y del muerto. En 1997 apareció la hija de una pareja holandesa descuartizada, metida en el sillón de un hotel. La única respuesta que encuentro a esa pregunta es porque se puede. Se puede, es posible, violar a una niña. Se puede secuestrar a una mujer y hacerle daño. Hay un odio profundo a la mujer. Los hombres que hacen eso lo hacen porque tienen la posibilidad de hacerlo”, dice Margolles.
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¿Por qué hay tantas violaciones a estos derechos para las mujeres?
Muchas de las discriminaciones que sufren las mujeres provienen de hace siglos. Antes eran vistas como “naturales” o inherentes a su condición de género. La sexualidad informada, placentera y segura es una de las áreas en la que las mujeres han sido discriminadas sobre la base de una supuesta “naturalidad” de las diferencias entre ellas y los hombres.
Entre los aspectos que nos diferencian a los humanos de los demás animales está la razón y el sexo placentero. Los animales se rigen por impulsos, mientras que los humanos logramos anteponer la razón y el pensamiento a estos impulsos.
Para la gran mayoría de los animales el sexo es únicamente una vía de reproducción natural. Para el humano el sexo es placentero y es también una vía de reproducción. Si una relación sexual no es placentera, informada y elegida libremente por sus practicantes, entonces estamos más cerca del resto de los animales que de nuestra condición de humanidad.
En el tema de derechos laborales, la cultura machista que predomina en nuestra sociedad se ha encargado de ubicar a las mujeres en posiciones de desventaja frente a los hombres. Eso da cabida a discriminaciones que son consideradas “naturales” y que la sociedad va aceptando.
Como vemos, hay mucho por qué protestar. Hay mucho camino que recorrer para que al fin los seres humanos convivamos como merecemos. Sin discriminar y sin sufrir discriminación.
Podés aprender más sobre el tema en Costa Rica con este amplio estudio del Inamu.