Si ya estás usando Clubhouse desde hace rato y disfrutás de sus bondades, este Expli no es para vos.
Pero si es la primera vez que escuchás algo sobre Clubhouse, tenés que saber que Elon Musk, la persona más rica del mundo en 2021, suele conectarse y charla a miles de personas sobre temas variados, como OVNIS, memes, educar a niños de 5 años, criptomonedas, ir a Marte, programas de TV y libros.
Y uno puede escucharlo en vivo, si acaso logra entrar en la sala de escucha a tiempo, porque no dejan entrar a más de 5.000 personas por actividad. Aunque tras cinco días de usar esta ‘app’, no he encontrado grupos así de llenos.
En fin, empecemos.
¿Qué es Clubhouse?
Es una red social que permite a los usuarios participar en ‘audio chat rooms’. Algo así como salas de escucha en vivo, sobre temas de interés que uno elige cuando abre una cuenta, o bien recomendaciones que aparecen en el ‘feed’.
También hay una sección de eventos por venir, que ofrece salas de plática sobre temas que pueden llamarnos la atención.
En Clubhouse, las salas de escucha están divididas entre quienes participan en las conversaciones y quienes escuchan.
Hay salas que son charlas entre dos personas para que el público escuche, hay otras que son debates entre más participantes, y hay salas que son eventos de micrófono abierto, donde cada persona tiene la oportunidad de opinar sobre un tema. Como por ejemplo: Películas y series que te han impactado (de cara a los Premios Oscar 2021):
Hay dos grandes atractivos en Clubhouse:
1) Todo es en vivo, no hay edición
A diferencia de los podcasts, que por lo general son piezas de audio bien pulidas, producidas con rigor o al menos con una idea clara de lo que se ofrecerá a la audiencia, los ‘audio chat rooms’ de Clubhouse tienen alma libre.
Dependiendo del tipo de evento, el hilo de lo que escuchamos puede bifurcarse en su camino y eso no importa. Bien pueden los participantes --o bien podemos, si también somos protagonistas del contenido-- treparse en las nuevas ramas de conversación que van saliendo, con nuevos temas; o bien se pueden regresar al tronco, al centro de la discusión.
Estos son algunos ejemplos aleatorios de grupos que me salieron una noche de lunes cualquiera:
--Desprogramar para reprogramar: monetízalo todo (tenía 807 personas en la sala y 41 participantes hablando)
--Mujeres que son jefas comparten herramientas para el éxito: reinas apoyando a reinas (441 personas en la sala; 60 hablando)
--Involucramiento orgánico: lee y construye (417 en sala / 344 hablando)
--Canadienses conectándose en Clubhouse (91 en sala / 30 hablando)
--¿Es mala idea abrirse mucho con alguien tan rápido? (40 en sala / 22 hablando)
--Emprendedores en pañales. Estrategias para redes sociales (39 en sala / 11 hablando)
Habrá salas para aprender, otras para divertirnos, otras para reír. No es necesario participar si uno no lo desea. Yo, por ahora, solo he escuchado diferentes temas para explorar cómo funciona la plataforma. Unos temas lucen interesantes pero a la hora de sintonizarlos me aburren, y otros que en principio no me llamaban tanto la atención, resultaron ser bastante interesantes. Hay de todo.
También hay programas. Salas de conversación que se realizan en días determinados a horas determinadas y que son creadas por las mismas personas cada vez.
Este es el caso del programa que entrevistó a Elon Musk en febrero: se llama Good Time Show. El equipo lo encabeza una pareja, Sriram y Aarthi, quienes hablan casi todas las noches en la ‘app’. Me los encontré a las 11:00 pm de Costa Rica en el mismo lunes aleatorio que mencioné:
Tenía a unas 1.000 personas escuchando en la sala y 5 hablando, que son los coprotagonistas en este caso, pues es un programa más específico, que toca temas de ‘startups’, criptomonedas y capital de riesgo.
La idea de Clubhouse es muy innovadora, y entiendo que una grandísima comunidad de personas están entusiasmadas con ella. Sobre todo los amantes de los podcasts, que aquí tienen una suerte de podcasts ‘crudos’, o shows por audios ‘crudos’.
En mi experiencia, el ambiente general de esta ‘apli’ es relajado. Lo sentí como un espacio lúdico. Claro, dependerá de los temas de las salas a las que entremos, porque en algunos espacios podremos aprender sobre negocios, o asustarnos con relatos de miedo (en la madrugada encontré grupos que hablaban de historias bastante extrañas).
2) Hay famosos y famosas hablando con la comunidad
Estos son algunos nombres que podrás encontrar en Clubhouse:
Drake
Tiffany Haddish
Jared Leto
Ashton Kutcher
Oprah Winfrey
Chris Rock
Mark Zuckerberg
Elon Musk
Wiz Khalifa
No están siempre conectados, pero al seguirlos uno puede estar pendiente de sus actividades en la ‘app’. Y es la oportunidad para escucharlos en vivo. Ese es, naturalmente, uno de los más grandes atractivos de Clubhouse.
Contrario a redes como Twitter, que tiene una horizontalidad total en cuanto a las interacciones, en Clubhouse hay un esquema de jerarquías, pues las discusiones pueden tener a un anfitrión o un moderador con la habilidad de dejar que alguien hable y participe en la charla, o bien con la habilidad de remover a una persona por decir cosas inapropiadas.
Ah, y hay una regla de oro: Clubhouse cree en la inmediatez. Si uno graba la pantalla y audio del cel con alguna aplicación, al mismo tiempo que usa Clubhouse, la ‘app’ te pondrá un mensaje que dice:
“Aviso: Compartir grabaciones sin el permiso de quienes hablan, violenta las reglas de la comunidad y resultará en una suspensión. ¡Gracias!”
Ojo: no todo es perfecto en Clubhouse; lejos de eso. La periodista Taylor Lorenz, del New York Times, quien comenzó a usar la aplicación desde su inicio, fue blanco de bullying en sesiones de Clubhouse tras denunciar supuestos comportamientos inapropiados hacia ella, por parte de un conocido inversor de riesgo en Twitter.
Tanto en el New York Times como en Vanity Fair y en otros medios, se han preguntado sobre la falta de moderación de los contenidos, que son en audio. Y temen que surjan conversaciones racistas o misóginas, como cita el artículo titulado:
Además, hay quienes dudan sobre las condiciones de uso y privacidad de la aplicación, aunque en una dura crítica, el medio Vox reconoce que hay redes como Facebook que son “mucho más agresivas” con los datos del usuario.
¿Cómo hago mi cuenta?
Un detalle importante que no le encanta a mucha gente: esta aplicación es exclusiva para dueños de iPhones :S
Por ahora solo está disponible en la App Store de Apple, pero desde Clubhouse prometen que también se abrirán al mercado de Android.
Dicho esto, si tenés un iPhone y te interesa probar Clubhouse, tendrás que tener algo de paciencia.
Lo primero, tras descargar la ‘app’, es crear una cuenta con algunos datos personales, como tu correo electrónico, tu nombre, y acceso a tus contactos del cel. Eso te permitirá estar en una lista de espera, porque a Clubhouse se ingresa solo con invitación.
Este proceso de invitaciones ha generado algunas quejas, ya que no es como otras redes sociales donde uno puede interactuar desde el primer día. Sin embargo, es parte de la apuesta que hacen los creadores: es un club exclusivo. Quien navega y escucha las diferentes charlas por Clubhouse forma parte de un grupo de personas que fueron invitadas. Sé que puede leerse extraño, pero esperar dos días para entrar y finalmente poder explorar, añade una capita de emoción a la experiencia. Al menos me pasó a mí. (Una capita muy delgada, pero una capita al fin).
La invitación por lo general vendrá de alguno de tus contactos que ya usa Clubhouse
Una vez con tu cuenta disponible, podrás invitar a dos personas entre tus contactos.
Conforme tengás más y más actividad en la ‘app’, Clubhouse te irá dando más invitaciones disponibles (tras usar la ‘apli’ unos días, yo ya tenía 6 invitaciones para agregar a contactos a este club de audios).
Ojo: la vasta mayoría del contenido de Clubhouse es en inglés. Sí hay algunas salas en español, en francés y en varios idiomas más, pero la mayoría son en inglés. Esto es por ahora. Cuando la ‘app’ esté abierta para Android y/o cuando sea aún más popular, habrá mucho más contenido en otros idiomas. Para mi sorpresa, uno de los días que usé Clubhouse me encontré esta sala, con una anfitriona que comparte su domicilio entre Japón y Costa Rica, y habló de meditación:
Datos sobre Clubhouse:
--Fue creada en abril de 2020, en media pandemia del coronavirus. Sus fundadores son dos veteranos de la industria tecnológica: Paul Davison y Rohan Seth (quienes protagonizan salas de vez en cuando, dándole la bienvenida a nuevos usuarios).
--Tiene entre 8 y 10 millones de usuarios en total, de los cuales 2 millones son activos permanentemente.
--Por ahora, esta ‘app’ no monetiza su contenido. Pero esto no debería tardar demasiado.
--Según Axios, Clubhouse tenía un valor de $100 millones en mayo de 2020.
Y en enero de 2021, su valor era de $1.000 millones.
--Es decir: su valor creció 900% entre mayo de 2020 y enero de 2021. Chi; wow
--Delia Cai, del boletín Deez Links, describió así su experiencia en Clubhouse: “Se sintió espontáneo, de bajo compromiso y, afortunadamente, no implicó encender ningún tipo de cámara”.
Ojo: Otras aplicaciones o redes sociales también están apostándole fuerte al audio y a los ‘chat rooms’ de audio. Discord, una plataforma similar a Reddit y muuuy popular entre la comunidad ‘gamer’, tiene salas de chat por audio donde uno puede conectarse con amigos. El objetivo es poder hablar con otros usuarios de videojuegos mientras se juega, ya que escribir y tener éxito en la consola o PC no es tan sencillo que digamos. Esta plataforma ha anunciado que expandirá los usos de las funciones de audio.
Y Twitter, a través de su producto en desarrollo llamado Spaces, busca crear salas de escucha que funcionarán similar a Clubhouse. No sería sorpresivo ver en un futuro cercano que Instagram también se una a esta tendencia.