En el país hay únicamente un escáner para controlar el ingreso y salida de droga en los puertos: el de Moín, en Limón, administrado por APM Terminals, y estuvo dañado al menos siete meses, entre mayo del 2021 y enero del 2022.
El equipo entró en funcionamiento en 2019. En el 2020 logró detectar 11 toneladas de droga que estaba dispuesta para transitar por esa frontera marítima, pero en 2021 se averió y no hay otro sistema que pueda reemplazarlo.
Durante los debates presidenciales para las elecciones del pasado domingo 6 de febrero de 2022, algunos candidatos se refirieron a este tema, dando a entender que, en un hipotético gobierno suyo, tratarán de multiplicar el número de escáneres de este tipo en el país.
A continuación describimos cómo son estos equipos, cuánto cuestan y por qué en el país hay únicamente uno.
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Características de escáneres para contenedores en puertos marítimos
Los escáneres portuarios son equipos de revisiones no intrusivas (no requieren abrir cargamentos) que trabajan a través del escaneo con rayos X.
Fernando Gamboa, criminólogo y asesor ejecutivo del Grupo Eulen de seguridad, comentó que estos escáneres cuentan con tecnología de radiofrecuencia.
“Funcionan bajo análisis de datos o inteligencia artificial al utilizar algoritmos preestablecidos o aprendidos (deep learning) para las alertas de mercancías sospechosas o lo que se necesite identificar”, explicó Gamboa.
El escaneo en sí, agregó el especialista, se realiza utilizando la densidad y la forma de imágenes. Esto se logra con los algoritmos y el análisis de datos del equipo, los cuales están configurados expresamente para llevar a cabo esa tarea.
En Moín los escáneres están instalados en una infraestructura que permite la inspección de contenedores jalados por camiones, antes de que entren a los barcos o recién salen de ellos.
“Previamente, las revisiones llevan un perfilamiento de contenedores y se cuenta con información de mercancías y análisis de lectura de placas, lo que permite utilizar la tecnología de radio frecuencia para su escaneo y conciliación de los datos suministrados”, afirmó Gamboa.
El criminólogo añadió que estos equipamientos son onerosos. Tanto su adquisición como su mantenimiento. “Los precios de compra son variados y pueden rondar los $250.000, mientras el costo de mantenimiento anual ronda los $420.000″.
Consultado al respecto, el ministro de Hacienda, Elian Villegas, comentó que la situación es más compleja de lo que se cree. “El tema no es cuánto cuesta llenar de escáneres todas nuestras aduanas”, dijo Villegas. “El tema es cuál es la estrategia de negocio que se va a seguir para llenar de escáneres todas nuestras aduanas”.
El jerarca explicó que, por ejemplo, revisar un furgón o contenedor en Moín, en el Caribe, cuesta entre $20 y $30 ya con el escáner instalado. En cambio, debido a un flujo de mercadería mucho más bajo, el costo puede ser 15 o 20 veces más en Caldera (Pacífico). Eso genera “ciertos problemas en el modelo de negocios”, apuntó Villegas.
“Por otro lado, hay temas asociados incluso al espacio físico. Poner el escáner en Caldera puede generar unas filas muy importantes que no pueden ser contenidas dentro de los patios de Caldera. Y con un problema adicional, y es que nos faltan terrenos adyacentes que nosotros pudiéramos tomar para juntarlos a Caldera y decir ok, aquí lo que hacemos es una ampliación.
“Luego, hay temas de posesión o de administración de los puertos. En el Juan Santamaría tenemos una gestión interesada, tenemos otro modelo de concesión en el aeropuerto de Liberia, tenemos concesión también en Caldera y tenemos otra concesión en Moín. Entonces en todos esos lugares debería ir escáner. Pero son distintos tipos de negociaciones porque, precisamente, hay que acomodar de forma distinta cada uno de esos operadores. Son distintos todos y no se puede sencillamente imponer que ahí va un determinado escáner y punto”, agregó el ministro de Hacienda.
Asimismo, Villegas señaló que otro problema aparece en cuanto a quién será el propietario y el operador de los equipos. Si es el Estado, cuando ocurra un accidente y un daño de los escáneres como el que ocurrió en 2021 en Moín, la administración pública tendría que buscar los precios más bajos, tendría que lanzar una licitación competida y una “serie de aspectos que hacen que el proceso sea muy engorroso”.
El ministro aseveró también que desde el Gobierno, consideran que los escáneres no deben ser propiedad del Estado costarricense, sino que hay que buscar un tercero que dé ese servicio. Detalló que han hecho algunos procesos de concesión, pero que todavía no han logrado concesionar la parte de los escáneres.
El único escáner de Costa Rica, en Moín
En el país existe únicamente un puerto con esta tecnología: el de Moín, en Limón, administrado por la firma de Países Bajos, APM Terminals.
El centro de monitoreo de este escáner está ubicado en San José, y permite ver imágenes en tiempo real de los depósitos de carga que pasan por la nueva Terminal de Contenedores de Moín (TCM).
El escáner comenzó a trabajar en diciembre de 2019, pero en mayo de 2021 quedó fuera de servicio. Según se supo, un vehículo lo golpeó y dejó la terminal sin sistema de escaneo. Ante la ausencia del aparato, las autoridades del Ministerio de Seguridad Pública, como la Policía de Control de Drogas, realizan labores de inteligencia, análisis y perfilamiento de cargas, pero se requiere mucho más trabajo que usando un escáner con software inteligente, y se logra revisar mucha menos carga.
El criminólogo Fernando Gamboa estimó que, a pesar del cese de operaciones de este escáner, los decomisos internos de droga realizados por las autoridades “son de grandes cantidades”.
Ello “refleja el esfuerzo de las autoridades nacionales”, según Gamboa. Pero sostuvo que una multiplicación de estos equipos es necesaria “para lograr una seguridad absoluta los puertos en todo el mundo debería contar con estos equipos. Un país que resguarda la entrada y salida de mercancías con tecnología de punta da una seguridad e imagen internacional positiva”.
A mediados del 2021, APM Terminals pronunció que buscaban instalar un segundo equipo de escaneo, lo que le permitiría al país contar con una alternativa cuando alguno de los equipos se dañe, o bien, lo cual duplicaría la posibilidad de monitoreo vía tecnología.
El escáner en Moín, cuando sí funciona, se trata de una estructura por la cual pasan de forma aleatoria o por sospecha, furgones con sus contenedores a una velocidad de 10 km/h. Los rayos X logran determinar si dentro del contenedor hay algo oculto. La interpretación se realiza en San José en tiempo real, en el Centro de Inspección Remoto (CIR). Si se descubre algo, las autoridades se comunican en vivo y se procede con los pasos logísticos establecidos para detener sospechosos y decomisar el material ilícito.
Según ha dicho a medios de comunicación Carlos Fuentes, director comercial de APM Terminals en Costa Rica, la inversión de toda la estructura para instalar un sistema de escaneo como el que hay en Moín, se aproxima a $3 millones.
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