El pasado 26 de marzo, Estados Unidos (EE.UU.) se convirtió en el país más golpeado por el nuevo coronavirus. Esto se traduce al país con más cantidad de casos positivos de la enfermedad covid-19, y, a mediados de abril, es también el país con más fallecimientos.
¿Cómo es que la primera potencia política y económica del mundo --con el permiso de China en cuanto a lo económico-- resulta ser la más afectada de todas? Lo explicamos a continuación.
Datos de covid-19 en EE.UU. este 15 de abril:
--Casos totales: 619.607
--Fallecimientos: 27.760
--Recuperados: 51.056
Datos en el estado de Nueva York, el más afectado este 15 de abril:
--Casos totales: 203.377
--Fallecimientos: 11.586
Datos en el estado de California este 15 de abril:
--Casos totales: 25.891
--Fallecimientos: 804
Ojo: el ejemplo de California, al instaurar el distanciamiento social de forma prematura, ayudó a que haya una gran diferencia en muertes con respecto a otros estados. Podés leer más sobre California aquí. Se trata del estado más poblado del país (40 millones de habitantes; el estado de Nueva York tiene 20 millones).
Medidas tardías y discurso de Trump: “el coronavirus es la nueva farsa”
Primero, hay que comprender que el discurso del presidente de EE.UU, Donald Trump, sobre el nuevo coronavirus, ha sido como una montaña rusa. Desde llamarlo “una farsa” hasta declarar estado de emergencia, estas son frases reales del presidente de EE.UU. sobre este nuevo mal de salud. Demuestran la negligencia inicial con la que el país encaró la emergencia, pero no toda la culpa recae sobre los hombros del mandatario ni de la Casa Blanca.
--10 de febrero: “El virus debería irse con el calor de abril. Típicamente así sucede. Estamos bien”.
--27 de febrero: “Estamos haciendo un trabajo increíble. El virus desaparecerá un día, es casi como un milagro”.
--28 de febrero: “Ahora los demócratas están politizando el coronavirus. Y esta es su nueva farsa. 35.000 personas mueren cada año en Estados Unidos por la gripe común. Eso es mucha gente. Pero hasta ahora, el coronavirus no ha matado a nadie aquí. Pero no quiere decir que no pasará. Estamos totalmente listos”.
--29 de febrero: “Tenemos a 22 pacientes con coronavirus en Estados Unidos. Desafortunadamente, una persona falleció. Es probable que tendremos nuevos casos en el país”.
--4 de marzo: “Es seguro viajar. En los países donde estamos viajando, es seguro viajar”.
--7 de marzo: “No me preocupa que el virus está cercano a la Casa Blanca. Para nada. Hemos hecho un gran trabajo”.
--11 de marzo: “Para evitar que nuevos casos entren a nuestras costas, suspenderemos todos los viajes provenientes de Europa”.
--13 de marzo: “Declaro una emergencia nacional. Nuestro objetivo es detener la propagación de este virus y ayudar a todos los estadounidenses afectados por esto”.
--18 de marzo: “Llamar al coronavirus el ‘virus chino’ no es racista, para nada. Proviene de China. Esa es la razón”.
--24 de marzo: “Tenemos que reabrir este país. Me encantaría que el país estuviera abierto y motivado para la Pascua (para el 13 de abril; obviamente no sucedió)”.
A partir del 13 de marzo, cuando Trump activa el estado de emergencia nacional, EE.UU. comienza a tomar medidas más importantes, como la suspensión de eventos masivos deportivos, culturales, etc.; la suspensión de clases y la suspensión de vuelos internacionales; y la activación de una ley que permite que Washington ordene a empresas trabajar para ayudar al país en la crisis.
Algunas medidas son nacionales; afectan a todos los estados, pero otras son optativas. De igual forma, los 50 estados toman diferentes lineamientos para contrarrestar la propagación del coronavirus, según el estado de emergencia que enfrentan.
Todas estas medidas comienzan a tomarse paulatinamente dos días después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara al covid-19 como una pandemia global. ¿La Casa Blanca hubiera actuado más rápido si la OMS actuaba más rápido? Es una probabilidad. De hecho, Trump decidió cortar su financiamiento a la OMS este martes 14 de abril, alegando “que la OMS ha escondido información sobre la propagación del covid-19”. EE.UU. es el principal financiador de esta organización.
A la OMS se le critica lo siguiente:
--Divulgar públicamente en enero que no había pruebas de que el covid-19 se transmite entre personas (lo cual resultó ser totalmente falso y por ende peligroso).
--Aplaudir las medidas tomadas por China y su gestión de la emergencia todo el tiempo, a pesar de tratarse de un gobierno socialista unicameral, manejado por un solo partido, que controla de forma férrea toda la información oficial sobre todos los temas, lo cual se ha prestado a la existencia de dudas sobre la veracidad de los datos sobre la enfermedad.
--No reconocer los esfuerzos realizados por Taiwán para controlar el covid-19, ni reconocer el envío de correos electrónicos de Taiwán a la OMS alertando de la nueva enfermedad desde diciembre de 2019.
--Declarar al covid-19 como una pandemia en el mundo demasiado tarde; el 11 de marzo, cuando se registraban unas 120.000 personas enfermas y 4.300 fallecidos. Muchos países comenzaron a tomar medidas drásticas de prevención después de este anuncio.
Así, en el mundo y sobre todo en EE.UU., el problema es que el coronavirus se estaba propagando en silencio desde enero y febrero, meses en los que las autoridades sanitarias estadounidenses no tomaron decisiones significativas para evitarlo, y, de hecho, alertaban que este virus no es más dañino que el de la gripe común.
La responsabilidad de China y la propagación silenciosa del coronavirus
--Este nuevo coronavirus, llamado SARS-CoV-2, que trasmite la enfermedad covid-19, fue detectado primero en China, en la ciudad de Wuhan, una metrópolis que conecta miles de vuelos entre Asia y el resto del mundo cada mes.
--Desde diciembre de 2019, médicos en Wuhan alertaron de una nueva condición médica con pacientes que presentaban neumonías virales que no respondían bien a los tratamientos comunes.
--Cada enfermo contagiaba a tres más (según el índice R0 del covid-19) y miles de habitantes de Wuhan viajaban por el mundo. Las autoridades chinas alertaron públicamente de esta nueva enfermedad el 31 de diciembre. Pekín dijo: “Esta enfermedad es prevenible y controlable”.
--175.000 personas salieron de Wuhan el 1 de enero. El Año Nuevo Chino se acercaba y es una fecha en la que millones de chinos viajan para estar con sus familiares.
--Según datos del New York Times, 7 millones de personas salieron de Wuhan en enero. Miles de estos viajeros estaban infectados, pero el 85% de los enfermos iban sin síntomas.
--China alerta al mundo que el covid-19 se transmite de persona a persona el 21 de enero. El coronavirus tiene más de un mes de estarse transmitiendo. Las megalópolis chinas de Pekín y Shanghai ya tenían brotes. Hasta este día, la OMS repetía que no había pruebas de que el virus se transmitiera entre personas.
--China cierra oficialmente la ciudad de Wuhan, el epicentro del covid-19, el 23 de enero de 2020. Dos días antes del Año Nuevo Chino. Se aplican medidas similares en varias ciudades más en los próximos días. Los viajes dentro del país prácticamente se paralizan. Pero los viajes internacionales por todo el mundo continúan.
--En promedio, 900 personas viajan de Wuhan a Nueva York cada mes. 2.200 van a Sydney, Australia, y unas 15.000 van a Bangkok, Tailandia. De hecho, Bangkok registra el primer caso de una persona con covid-19 fuera de China en el mundo. Una mujer de 61 años que salió de Wuhan a pesar de tener fiebre, dolor de cabeza y dolor de garganta.
--Para la última semana de enero, el mundo registra casos del nuevo coronavirus en Tokio, Singapur, Seúl, Hong Kong y Seattle.
--Es hasta el 31 de enero que Estados Unidos anuncia que no dejará que nadie que no sea estadounidense ingrese a su país desde China. Pero ya es muy tarde. El virus se ha registrado oficialmente en 26 países para esa fecha. Y los casos se multiplican aceleradamente en silencio.
--Durante todo el mes de febrero, la situación empeora notoriamente en Irán, Italia y Corea del Sur, pero el resto del mundo, ante la falta de información proveniente de China o de la OMS, no actúa con rapidez ni dureza para prevenir la enfermedad que todavía no es declara pandemia. De hecho, el discurso oficial de cientos de mandatarios y de medios de comunicación es que no hay que alarmarse y hay que conservar la calma. Esto porque nadie fuera de China sabe realmente cuán severa será la situación por la nueva enfermedad.
--Estados Unidos sigue el actuar del resto del mundo, grosso modo, pero se trata de un país con más conexiones aéreas que ningún otro, ya sea por viajeros comunes o por comercio. Entre febrero y comienzos de marzo, el covid-19 avanza velozmente dentro de su frontera pero lo hace en silencio, mientras Trump pronuncia las frases que vimos al comienzo. Trump no sabe realmente lo que está diciendo.
--Para mediados de marzo, China ya lleva semanas realizando pruebas covid-19 sistemáticamente, rastreando los contactos de los enfermos, imponiendo cuarentenas, distanciamiento social, toques de queda y medidas que son vistas al comienzo como “draconianas” por Occidente, pero que son necesarias. Oficialmente, todo esto se traduce a un bajón drástico de casos nuevos. Según el registro oficial, China logra aplanar la curva de transmisión.
--En comparación, Estados Unidos apenas comienza a preocuparse por la pandemia, ya oficial. Todo este análisis cronológico se puede examinar en este especial gráfico realizado por el New York Times.
Long story short, el actuar de China y de la misma OMS para alertar sobre el covid-19 no ha sido óptimo. China arrestó a médicos de Wuhan en diciembre cuando esta primera “línea de combate” del nuevo coronavirus comenzaba a hablar de ello. También se arrestó a periodistas independientes que buscaban la verdad sobre la situación de Wuhan. Pekín impedía que imágenes de veintenas de cadáveres en bolsas especiales fueran difundidas. Esto no ayudó al mundo a tomar medidas antes.
Ojo: de hecho, en el mundo hay cada vez más especulación sobre la veracidad de las cifras oficiales que maneja China sobre los casos registrados y las muertes por covid-19. Desde hace semanas, el medio independiente de India, Wion, se ha extrañado por información bloqueada por Pekín. En este video, por ejemplo, hablan sobre la desaparición de la médica Ai Fen, jefa del departamento de Emergencias del Hospital Central de Wuhan, una de las primeras doctoras en descubrir la nueva enfermedad y en divulgar su descubrimiento entre médicos de la ciudad. Y en este otro video se preguntan sobre la veracidad de las cifras covid-19 que salen de China. Argumentan que hasta 8 millones de líneas telefónicas de usuarios han desaparecido desde el inicio del brote misteriosamente.
Latest figures released by China Mobile show that they have lost 8.116 million users in Jan and Feb. Where are these users now? Switched to other carriers? Or, they couldn't carry their phone to the nether world?
— Jennifer Zeng 曾錚 (@jenniferatntd) March 20, 2020
Chinese report at: https://t.co/lxw5FFYzoP#CCPVirus #COVID2019 pic.twitter.com/8sRV4lmDCv
Además, el pasado 1 de febrero, la empresa de telecomunicaciones china Tencent, habría publicado por unos instantes en su sitio web una actualización extraña de casos y muertes por el nuevo coronavirus.
Para ese día, Pekín reportaba oficialmente 304 fallecidos y 14.446 casos de enfermos. Pero por unos minutos Tencent reportó en su página web que el país tenía 24.589 fallecidos y 154.023 casos de enfermos. Según este artículo de Taiwan News, la empresa china ha posteado hasta en tres ocasiones números sobre el avance de la enfermedad que contradicen las cifras oficiales de Pekín. En un comunicado a raíz de esta noticia, Tencent negó que hubiera publicado cifras no correspondientes con las oficiales.
Meses más tarde, analizando el panorama mundial, los números supuestamente equivocados de Tencent, a falta de que sean probados algún día, se asemejan más a la realidad actual de Estados Unidos que los números oficiales de Pekín.
Documento filtrado: El Pentágono sabía que una enfermedad respiratoria nos afectaría desde 2017
Según una investigación de la revista semanal The Nation, de Nueva York, Donald Trump pudo ser advertido de una nueva enfermedad respiratoria en enero de 2017 por el Pentágono, sede de las fuerzas militares estadounidenses.
El Pentágono habría urgido al gobierno de Trump de comprar ventiladores pulmonares, mascarillas y otros materiales para prevenir de una posible nueva enfermedad.
El artículo de The Nation revela un documento del Pentágono al que tuvo acceso gracias a una fuente que pidió anonimato, según describe el medio. En el papel, disponible al público en la plataforma Scribd, se lee esto, a partir de la línea 396:
“Enemigo/Amenaza. La amenaza más probable y más significativa es una nueva enfermedad respiratoria, particularmente una nueva influenza. Una enfermedad de significativa operacionalidad (natural, accidental o deliberada) que tendrá rápidas tasas de transmisión que resultarán en el debilitamiento de las fuerzas militares en niveles suficientemente importantes para degradar la efectividad de combate en diferentes GCCs (sistema global de comando y control de las Fuerzas Armadas de EE.UU.)”.
“Un brote en una sola comunidad puede rápidamente evolucionar en una crisis sanitaria multinacional que hará sufrir a millones, al mismo tiempo que genere una disrupción mayor en cada faceta de la sociedad. Las características de la enfermedad pueden incluir alta transmisibilidad o gravedad, y una alta probabilidad de impacto en las fuerzas de salud debido a la limitada protección natural o a la limitada medicina”.
El documento es un borrador para uso oficial que se titula “Plan 3560 de la Rama USNORTHCOM: Respuesta a una Influenza Pandémica y Enfermedades Contagiosas”. Tiene fecha del 6 de enero de 2017.
Entrevistado por The Nation, Denis Kaufman, jefe de una división de inteligencia médica en la Agencia de Inteligencia de Defensa entre 2014 y 2017, dice que en los últimos 5 años el Ejército ha estado alertando a la Casa Blanca sobre posibles nuevas pandemias respiratorias. Por ahora, el Pentágono no se ha pronunciado sobre estas revelaciones.
En el documento de uso oficial, el Ejército anticipa:
“Habrá competencia por la escasez de recursos médicos como ventiladores pulmonares y otros equipos, máscaras faciales para protección del personal médico, guantes, apoyo logístico, etc”.
El papel hace énfasis en que EE.UU. no cuenta con suficientes camas hospitalarias para hacerle frente a una nueva pandemia. Y afirma que “incluso los países más industrializados tendrán insuficientes camas, equipos especializados como ventiladores mecánicos y equipos farmacéuticos rápidamente disponibles”.
The Nation critica a la administración de Trump por ignorar en parcial o total medida estas recomendaciones militares. La información sobre este documento ha sido replicada por el Business Insider, por NRP (Radio Pública Nacional de EE.UU.) y otros grandes medios norteamericanos.
El pasado 4 de abril, además, el New York Times publicó un análisis donde enumera las numerosas veces durante 2020 que expertos de distintas áreas recomendaron a Donald Trump de tomar medidas más ágiles y radicales para prevenir el covid-19. Y cómo el mandatario las ignoró.
Por si fuera poco, el pasado 18 de octubre de 2019, se condujo en Nueva York el Evento 201, en hotel de la ciudad. El evento trató de simular en unas 4 horas el desarrollo de una pandemia mundial por un nuevo coronavirus proveniente de la naturaleza: de murciélagos a cerdos a humanos.
Los anfitriones de este evento fueron la Universidad Johns Hopkins (misma que generó el mapa que usamos todos para seguir el avance del covid-19), la Fundación Bill y Melinda Gates, y el Foro Económico Mundial.
Entre los “jugadores”, como se llaman entre ellos, estaban miembros de Naciones Unidas, Lufthansa, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, entre otros.
El escenario ficticio al que se llegó en este ejercicio es la propagación mundial de una enfermedad respiratoria que presenta estos síntomas:
--Signos de gripe leve y media
--Neumonía severa
El causante de la enfermedad sería un coronavirus similar al SARS y al MERS, con estas características:
--Aproximadamente un 50% de los casos requieren hospitalización, muchos de ellos en cuidados intensivos.
--Tasa de muerte en casos hospitalizados: 14%
--Tasa total de muerte: 7%
--Índice R0 (de contagio): cada persona infecta a 1.74 personas.
--Incubación: entre 5 y 7 días.
De acuerdo con el ejercicio, la emergencia mundial dura 18 meses y causa la muerte de 65 millones de personas. Durante el primer año no hay vacuna. Cuando esta se logra crear, un año y medio después del inicio de la pandemia, la enfermedad se convierte en una enfermedad endémica que afecta principalmente a infantes.
Ojo por si acaso: el Evento 201 pasó. Es real. Podés chequear todo aquí, en su sitio web oficial.
O sea que se sabía --la Casa Blanca sabía-- que una enfermedad respiratoria necesitaría el redoblamiento de esfuerzos y equipos médicos para su prevención y para contener el contagio masivo.
Ignorar estas anticipaciones y recomendaciones de expertos, cerrar aeropuertos demasiado tarde, no recibir información más completa y/o más rápido de China y de la OMS, son las principales razones por las que EE.UU. encara su peor crisis sanitaria de la historia contemporánea.
Desde febrero, el nuevo coronavirus se propagó libremente sin ser detectado.