Ocho minutos y 46 segundos. Derek Chauvin, oficial de la policía blanco, clavó su rodilla contra la cabeza y el cuello de George Floyd por ocho minutos y 46 segundos. Esa “técnica” no la aprendió en la academia de policías. Floyd, afroamericano de 46 años, murió a los minutos tras perder la consciencia. El homicidio ocurrió el lunes 25 de mayo en Minneapolis, Minnesota, Estados Unidos.
Este viernes 29 de mayo, después de tres noches de violentas protestas por la palpable inacción de la Justicia de Minneapolis sobre el caso, las autoridades locales finalmente detuvieron a Derek Chauvin y lo acusaron con los cargos de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario.
Explicamos los eventos de esta semana en Minneapolis y el racismo general y policial que sufre Estados Unidos.
Glosario: qué es el racismo
Es un tipo de discriminación, aquella que se produce cuando una persona o grupo de personas siente odio hacia otras por tener características o cualidades distintas, como el color de piel, el idioma o el lugar de nacimiento.
(definición de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR)
1. m. Exacerbación del sentido racial de un grupo étnico que suele motivar la discriminación o persecución de otro u otros con los que convive.
2. m. Ideología o doctrina política basada en el racismo.
(definiciones de la Real Academia Española)
La historia de Floyd
George Floyd era un hombre afroamericano de 46 años, padre de dos hijas, de 6 y 22 años.
Originario de Houston, Floyd creció en Third Ward, un barrio predominantemente ocupado por población afrodescendiente. Estudió en la Jack Yates High School, donde era atleta de varios deportes. Fue la estrella de fútbol americano de su colegio. En 1992 disputó el campeonato estatal de esa disciplina en el histórico Astrodomo de Houston.
También jugaba baloncesto. Sus 198 centímetros de altura le hacían la tarea un poco más fácil en ese deporte. De hecho, uno de sus mejores amigos era Stephen Jackson, jugador profesional de la NBA entre 1997 y 2014 en diversos equipos. Jackson y Floyd crecieron juntos en viviendas sociales en Third Ward, y el exjugador ha tomado muy en serio la muerte de su amigo.
En un video que publicó en Instagram, Jackson dice: “Mucho cuidado con cómo manejan esta situación. Por mí y por Minnesota, mucho cuidado”.
Jackson viajó a la ciudad del suceso para “luchar por justicia”. “Amor a todos los que tienen amor por todos. Me preparo para el juego más importante de mi vida. Justicia para mi hermano. #TuveSuficiente. Descansa tranquilo, Big Floyd”, escribió en sus redes sociales.
“Era callado pero tenía un hermoso espíritu”, describió a The Guardian Donnell Cooper, un ex compañero de clases de Floyd.
“Siempre estaba alegre. Tenía una buena actitud. Bailaba espantoso para hacer reír a los demás. Traté de enseñarle cómo bailar porque amaba la música latina, pero no pude porque era demasiado alto para mí”, añadió Jovanni Tunstrom, ex jefe suyo en un bar de Minneapolis.
Antes de la crisis mundial por el covid-19, Floyd trabaja como personal de seguridad en ese bar y también manejaba camiones para ganarse la vida.
La pandemia le costó ambos trabajos, y sus familiares dijeron a medios estadounidenses que ahora se alistaba para un nuevo comienzo. “A fresh start”.
El pasado lunes 25 de mayo, según la información oficial, la policía de Minneapolis recibió una llamada según la cual George Floyd trató de pagar en una tienda con un supuesto billete falso de $20.
Cuando la patrulla llegó, los oficiales de la policía encontraron a Floyd en su vehículo y lo arrestaron. Según la información policial, Floyd se resistió al arresto, y la respuesta de los policías, entre ellos el oficial blanco Derek Chauvin, fue matarlo.
“Por favor, por favor, por favor, no puedo respirar. Por favor...”, alcanzó a pronunciar George Floyd, con la rodilla de Chauvin que lo presionaba contra el pavimento. Una multitud atestiguó el hecho. Darnella Frazier filmó lo ocurrido y le permitió al mundo mirar la escena de brutalidad policíaca.
A George Floyd lo mataron por el supuesto intento de pagar con unos c11.385 falsos.
Derek Chauvin tenía un historial de brutalidad policial
Es posible que George Floyd estuviera vivo si le hubieran enviado otra patrulla. Pero uno de los enviados fue Derek Chauvin.
Derek Chauvin y sus colegas Tou Thao, Thomas Lane y J. Alexander Kueng estuvieron presentes en el arresto del 25 de mayo. A los tres últimos los echaron de la Policía y los están investigando. A Chauvin lo detuvieron este viernes tras anunciar el lunes que el FBI investigaría lo ocurrido, y después de tres días de proteger su domicilio contra manifestantes que han clamado por justicia toda la semana.
En Minneapolis, manifestantes distribuyen una hoja impresa que indica lo siguiente:
¿Quién es Derek Chauvin?
--Oficial de la Policía de Minnesota que mató a George Floyd el 25 de mayo de 2020.
--La técnica de contención usada por Chauvin para matar a Floyd no hace parte del entrenamiento del departamento de la Policía.
--Lo representará judicialmente Tom Kelly, el mismo abogado que logró que absolvieran a Jeronimo Yañez (quien mató a Philandro Castille).
--Fue suspendido temporalmente en 2011 por tiroteo policial inapropiado contra Leroy Martínez, nativo americano de Alaska.
--Chauvin le disparó a Ira Latrell Toles, un afroamericano desarmado de 21 años en 2008.
--Chauvin fue uno de los oficiales que mataron al latino Wayne Reyes. Chauvin disparó 16 balas contra Reyes de las 42 que le fueron disparadas por la Policía.
--Chauvin y otro oficial persiguieron un carro en 2005 causando la muerte de tres personas, según las Comunidades Unidas contra la Brutalidad Policial.
--Hay 12 quejas por brutalidad policial contra Chauvin en la base de datos de la Oficina de Conducta Policial de Minneapolis. Están enlistadas como “cerradas”, “no públicas” y “no disciplinarias”.
Abajo, en la hoja, aparecen enlaces en internet para corroborar los datos y se indica que la información fue corroborada por el oficial de prensa de Minneapolis, John Elder.
Además, el sitio web Truth or Fiction comprobó que los datos son ciertos.
Chauvin tiene 44 años de edad y 19 de experiencia policial. Él no fue el primero en detener a Floyd. En un nuevo video capturado por una cámara de seguridad, se ve que otra pareja policial lo arresta y lo lleva al otro lado de la calle, donde aparece Chauvin.
La rodilla que presiona su cabeza y le quita el aliento es la de Chauvin, pero en el video se observa que otros tres oficiales ejercen peso sobre Floyd.
Panorama del racismo en EE.UU.
El hecho desató la ira en Minneapolis. Desde el lunes, cuando los videos comenzaron a circular por internet, la intensidad de las manifestaciones, sobre todo por las noches, ha ido in crescendo en paralelo al silencio de la Justicia, que tardó cuatro días en acusar al oficial Chauvin.
La noche de este jueves, cientos de manifestantes --en su mayoría afroamericanos-- incendiaron el cuartel policial donde trabajaban los policías involucrados en la muerte de Floyd. También se registraron saqueos y daños a locales y propiedad pública.
Minneapolis burning has produced some of the HARDEST pictures I’ve ever seen. pic.twitter.com/PaGhVP3aYe
— nola darling (@omgwyneth) May 29, 2020
La Policía disparó gas lacrimógeno y balas de goma contra los manifestantes. También protegieron el domicilio de Chauvin, donde manifestantes llegaron a escribir en su acera la palabra “asesino” y lanzaron pintura roja sobre su propiedad.
Pero la de Floyd no es la primera muerte de un afroamericano a manos de un blanco que aparece en video y se vuelve viral en Estados Unidos este año.
En febrero, dos hombres blancos, padre e hijo, mataron a quemarropa con armas de fuego a Ahmaud Arbery, un corredor afroamericano que pasaba al lado de su vehículo en el estado de Georgia. La muerte de Floyd ocurrió durante la indignación general por la muerte de Arbery. A este último lo mataron en febrero, pero no fue hasta que el video de su asesinato circuló en internet en abril que arrestaron a los culpables: Gregory y Travis McMichael, de 64 y 34 años, respectivamente.
En julio de 2014, en Nueva York, otro hombre afroamericano llamado Eric Garner fue ahorcado durante un arresto policial, a manos de agentes blancos.
En agosto de 2014, en Ferguson, Missouri, un chico afroamericano de 18 años llamado Michael Brown, quien estaba desarmado, falleció también por el disparo de un policía blanco.
En octubre de 2014, un chico afroamericano de 17 años llamado Laquan McDonald perdió su vida a disparos por un policía blanco en Chicago, Illinois.
Los crímenes de odio y las muertes por racismo causadas por policías o civiles blancos parecen un mal de nunca acabar en Estados Unidos. Lamentablemente, parece que el historial del agente Derek Chauvin no es raro en policías caucásicos norteamericanos. La lucha de la población afroamericana por la igualdad social, económica y judicial es una de décadas. De siglos.
Barack Obama, presidente de ese país entre 2009 y 2017, escribió en Twitter, este 29 de mayo:
“Esto no debería ser ‘normal’ en 2020 en Estados Unidos. No puede ser ‘normal’”.
Por su parte, desde comienzos de la semana, el actual presidente Donald Trump arremetió contra las autoridades de Minneapolis --demócratas, del partido contrario al suyo-- por el manejo de la situación. Y también mandó personalmente al FBI para que investiguen la muerte de George Floyd, antes de ofrecer sus condolencias a la familia del fallecido.
Más tarde en la semana, tras el incendio del cuartel policial, Trump amenazó a los manifestantes afroamericanos, tratándolos de “matones”:
“Estos matones están deshonrando la memoria de George Floyd y no permitiré que eso ocurra. El Ejército está con el gobernador. Si hay cualquier dificultad, nosotros asumiremos el control, pero cuando empiezan los saqueos, empiezan los disparos”.
....These THUGS are dishonoring the memory of George Floyd, and I won’t let that happen. Just spoke to Governor Tim Walz and told him that the Military is with him all the way. Any difficulty and we will assume control but, when the looting starts, the shooting starts. Thank you!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 29, 2020
Twitter ocultó el mensaje presidencial por “reglas en contra de la glorificación de la violencia”, y obligó a quien quiera verlo a dar un click más en la opción “ver tuit”.
El presidente @realDonaldTrump tuiteando sobre lo que pasa en Minneapolis: pic.twitter.com/80bRG3hPkC
— Fabrice Le Lous (@fabricelelous) May 29, 2020
¿Qué tanto racismo hay en Estados Unidos?
En 2013, un estudio sobre racismo generó mucha controversia en Estados Unidos. El científico de datos Seth Stephens-Davidowitz, doctor en Economía de Harvard, publicó una investigación en la que ubicó geográficamente la prominencia del racismo en el país.
Stephens-Davidowitz, quien trabajó en Google anteriormente, explicó la metodología en un artículo del New York Times:
“Podemos cuantificar los prejuicios raciales en diferentes partes del país basándonos únicamente en cuán seguido algunas palabras son usadas en Google. No perfectamente, pero asombrosamente bien. Google, que agrega información de miles de millones de búsquedas, tiene una habilidad significativa para revelar patrones sociales. La palabra ‘Dios’ se busca más seguido en el ‘Cinturón de la Biblia’, por ejemplo, y la palabra ‘Lakers’ en Los Ángeles”.
Lo que hizo el investigador fue categorizar los 50 estados del país según la proporción de sus búsquedas en Google de la palabra “nigger(s)”. Encontró que se busca en Google con la misma frecuencia que las palabras “Daily Show”, “migraña” y “economista”.
Esa palabra, cuando es utilizada por cualquier persona que no es afroamericana, es considerada como un insulto racial dirigido típicamente a la población negra, especialmente hacia los afroamericanos. Deriva de la palabra ‘negro’, en español, y esta del latín ‘niger’.
El objetivo de Stephens-Davidowitz era registrar patrones que no revelan las encuestas, pues las personas no admiten abiertamente o públicamente su discriminación hacia poblaciones con características diferentes a las suyas.
Naturalmente, tampoco hay muchas encuestas que preguntan: “¿eres racista?” Más bien las hay que buscan patrones con preguntas mucho más complejas y adecuadas, como “¿cuánto te preocupas por las relaciones entre diferentes razas?”, o bien, “¿crees que el racismo hacia la población negra se extiende por todo Estados Unidos?”
La encuestadora Gallup encontró que la respuesta a la última pregunta, en 2016, dependía mucho de a quién se le pregunta:
--Blancos: 56% dijo que sí se extiende por todo el país / 38% dijo que no / 1% no respondió
--Negros: 82% dijo que sí se extiende por todo el país / 16% dijo que no / 1% no respondió
--Hispanos: 66% dijo que sí se extiende por todo el país / 31% dijo que no / 3% no respondió
Pero la investigación de Stephens-Davidowitz es mucho más íntima. Las personas están generalmente solas cuando hacen búsquedas en Google con sus computadoras o teléfonos. Están solas cuando teclean el insulto “nigger(s)”. (El investigador no contó la variante “nigga(s)”, pues esta se usa más que todo para líricas musicales, sobre todo del género rap).
“El estado con más búsquedas con cargas raciales fue Virginia del Oeste. Otras áreas con altos porcentajes son Pennsylvania, el este de Ohio, el norte de Nueva York y el sur de Mississippi”, explica Stephens-Davidowitz en su estudio.
Recogiendo los datos, notó que es posible que los estadounidenses sean mucho más racistas de lo que se puede pensar, aunque públicamente no lo admitan.
Recogemos una tabla que aparece en su estudio:
Seth Stephens-Davidowitz es también el autor del libro “Todo el mundo miente”, bestseller del New York Times, donde revela patrones de comportamiento y pensamiento de los estadounidenses basados en búsquedas de Google, hechas en la intimidad.
“Las búsquedas de chistes de negros son 17 veces más comunes que las búsquedas de chistes de judíos, asiáticos, coreanos, latinos y homosexuales juntas”, explicó el investigador a The Guardian.
La madrugada de este viernes, durante las protestas por el asesinato de George Floyd, dos equipos de CNN cubrían los hechos. Un reportero era blanco y otro era afroamericano. La Policía de Minneapolis arrestó al equipo del periodista afroamericano por unos minutos, violentando la Primera Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, que protege la libertad de prensa. Su colega caucásico pudo trabajar tranquilo.
Las protestas en la ciudad continuaban temprano porque hasta la noche del jueves 24 de mayo, las autoridades no habían detenido al oficial blanco Derek Chauvin, quien clavó su rodilla contra la cabeza y el cuello del afroamericano George Floyd por ocho minutos. Y 46 segundos.