Facebook e Instagram atentarían contra la sanidad de menores de edad e incluso contra sus propias reglas de redes sociales. En ambas compañías propiedad de Facebook Inc., altos cargos estarían al tanto, pero las acciones para contrarrestar los daños han sido pocas o nulas.
Una serie investigativa del periodístico estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) arrojó luces sobre informaciones que Facebook Inc. maneja supuestamente a oscuras, y sobre las cuales presenta una cara totalmente distinta en público.
Este 5 de octubre, además, la exgerente de productos de la compañía, Frances Haugen, compareció ante el Congreso de Estados Unidos, en Washington DC, para ahondar en estas prácticas. La información del WSJ fue dada a conocer protegiendo la identidad de quien --o quienes-- revelaron las investigaciones privadas de la compañía. Pero Hauge ha salido a hablar en público y se le conoce ahora como la “whistle-blower” del caso. En español, la denunciante.
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Mark Zuckerberg, cofundador y director ejecutivo de Facebook Inc., ha testificado en audiencias ante el Congreso norteamericano en diversas ocasiones desde 2018 por múltiples razones. Entre ellas, la privacidad de los usuarios de sus redes sociales. La promesa que suele ofrecer Zuckerberg ante señalamientos de problemas en sus compañías, es que las intenciones de sus empresas siempre han sido las mejores, y que los problemas están por solucionarse.
Las revelaciones del WSJ y de Haugen muestran que eso último no es necesariamente cierto: Facebook Inc. no está enfocado en solucionar los problemas, según el periódico, o ha hecho muy poco para contrarrestarlos, a sabiendas de cuán hondo cavan incluso en las vidas de menores de edad.
Ante los alegatos del WSJ, la defensa de Facebook Inc. ha sido tildar la investigación de “cherry-picking” o selección antojadiza de datos para corroborar informaciones que ellos quieren difundir. Pero en Facebook no niegan que los datos revelados son reales. Aducen, eso sí, que la información no está del todo completa.
Sobre las palabras de Haugen, Facebook Inc. niega gran parte de lo que ella asegura es cierto, pero la empresa reconoció que sus reglas en Internet llevan mucho tiempo estando atrasadas.
A continuación explicamos a detalle uno de los puntos más importantes de la investigación del WSJ, y mencionamos otras cuatro aristas donde, tanto la red social Facebook como Instagram, están fallando (a propósito, según el WSJ).
Instagram es una competencia, y es nociva para menores (sobre todo para mujeres adolescentes)
En los últimos tres años, Facebook Inc. ha llevado a cabo estudios para saber cuánto afecta Instagram a sus millones de usuarios jóvenes.
“(En Instagram) hacemos que los problemas de autoestima por imagen corporal empeoren para una de cada tres mujeres adolescentes”, apuntó una filmina de una presentación interna a la que el WJS tuvo acceso, y que difundió en su publicación.
Otras dos filminas rezaban lo siguiente:
“Los adolescentes señalan a Instagram por incrementar sus niveles de ansiedad y depresión”.
“Esta percepción fue espontánea y es consistente a través de todos los grupos demográficos (en mayor y menor medida)”.
--Según los estudios internos de Facebook Inc. revelados al público por el Wall Street Journal, 32% de las mujeres adolescentes que se sentían mal con sus cuerpos, indicaron que entrar a Instagram las hizo sentirse peor.
--En otro estudio sobre adolescentes --hombres y mujeres-- de Estados Unidos y Reino Unido, Facebook Inc. encontró que más del 40% de los usuarios que se describen como “poco atractivos”, dicen que este sentimiento comenzó usando Instagram.
--Un 25% de los usuarios adolescentes que sienten que no son “suficientemente buenos” en sus vidas, dicen que este sentimiento nació en Instagram.
--Además, “muchos adolescentes más” dijeron que la aplicación deterioraba su confianza para fortalecer sus relaciones sociales.
--Entre otros análisis, los hallazgos de Facebook Inc. indicaron que muchos jóvenes reconocen que desean usar Instagram menos tiempo del que lo hacen, pero no lo logran por “falta de control sobre la app”.
--”Muchas veces se sienten adictos y saben que lo que ven no es bueno para su salud mental”, indica uno de los documentos expuestos por el WSJ.
El 40% de los usuarios de Instagram en Estados Unidos tiene menos de 22 años.
Cada día, 22 millones de adolescentes se conectan a Instagram en Estados Unidos. En Facebook lo hacen cinco millones por día.
En promedio, los adolescentes pasan 50% más tiempo conectados a Instagram que a Facebook.
Facebook Inc. compró Instagram en 2012 por $1.000 millones. Por entonces, Instagram era una startup ultra popular en Estados Unidos y el mundo, pero que se regía como empresa pequeña, con apenas 13 empleados.
Actualmente, Instagram genera más de $100.000 millones en ingresos anuales, según WSJ.
Ante el Congreso, la exempleada de Facebook, Frances Haugen, advirtió en un discurso preparado de antemano del riesgo de no crear nuevas salvaguardias para una plataforma que revela poco sobre su funcionamiento. “Creo que los productos de Facebook perjudican a los niños, avivan la división y debilitan nuestra democracia”, subrayó. “Es necesario que el Congreso actúe. No se resolverá esta crisis sin su ayuda”.
“La empresa oculta intencionadamente información vital a los usuarios, al gobierno de Estados Unidos y a los gobiernos de todo el mundo”, indicaba la declaración de Haugen. “La gravedad de esta crisis exige que salgamos de nuestros anteriores marcos normativos”.
Discurso en público, discurso en privado y respuesta oficial de Facebook Inc.
Facebook se ha opuesto con fuerza a la indignación sobre sus prácticas y su impacto.
Esto dijo Mark Zuckerberg en una audiencia ante el Congreso en marzo de 2021, cuando le preguntaron por salud mental en menores de edad:
“Lo que hemos visto en las investigaciones que hemos desarrollado es que usar aplicaciones sociales para conectar con otras personas puede tener beneficios positivos para la salud mental”.
En mayo de 2021, Adam Mosseri, jefe principal de Instagram, minimizó las preocupaciones de autoridades y reporteros al decir que los efectos de esa red social con respecto al bienestar de menores de edad eran “muy pequeños”.
Meses después, interrogado por el WSJ, Mosseri regresó sobre sus palabras, y apuntó: “De ninguna forma quiero restarle importancia a este problema. (...) Algunos de los problemas sobre este tema no están siendo necesariamente difundidos, pero el impacto en las personas puede ser grande”.
Las investigaciones internas de Facebook Inc. revelan que la compañía no ha hecho lo suficiente para enmendar el cúmulo de hallazgos preocupantes con los que dieron. En público, cuando se les ha preguntado al respecto ya sea en el Congreso en Washington DC o través de periodistas que buscan los datos, la respuesta más común ha sido no proveer ninguna información de la empresa.
Interrogado al respecto por el WJS, Adam Mosseri dijo que, para él, las investigaciones no son “ropa sucia” de la compañía, sino que más bien se siente “orgulloso de los estudios”, y asegura estar dispuesto a corregir los problemas.
Promesas similares ha hecho Mark Zuckerberg sobre otros asuntos en el pasado, ligados a la privacidad de los usuarios. Pero nada o muy poco cambia, según el WSJ.
Entre finales de 2019 y principios de 2020, Instagram quitó las cuentas visibles de cuántos likes (me gusta) tenía cada publicación, en un esfuerzo de proyectar la imagen de una empresa que se preocupa por la salud mental de sus usuarios.
Tras realizar investigaciones sobre el posible impacto positivo que esto podría suponer, Facebook Inc. encontró que no había mejoras en cuanto al bienestar o autoestima de sus usuarios, pero tampoco había empeoramientos. Entonces se le dio luz verde al proyecto, porque el anuncio sí beneficiaría la imagen de la compañía.
“Nosotros no enviamos investigaciones propias a los reguladores por muchas razones”, ha dicho Adam Mosseri en el pasado.
En una respuesta oficial de Facebook a las publicaciones del WSJ, Nick Clegg, vicepresidente de Asuntos Globales, escribió:
“Sugerir que la comunidad de investigadores está asentada en su punto de vista sobre la relación entre las redes sociales y el bienestar, simplemente es falso. La verdad es que la investigación sobre el impacto que las redes sociales tienen en las personas es todavía relativamente incipiente y está evolucionando, y las redes sociales en sí están cambiando rápidamente. Algunos investigadores argumentan que necesitamos más evidencia para comprender el impacto de las redes sociales en las personas. Cada estudio tiene limitaciones y salvedades, por lo que ningún estudio individual será concluyente. Necesitamos confiar en un cuerpo cada vez mayor de investigación de múltiples métodos y aportes de expertos”.
Los problemas de Instagram son exclusivos de Instagram
Entre los hallazgos más notables que fueron expuestos, está que Facebook Inc. reconoció a lo interno que los problemas en salud mental para sus usuarios son propios de Instagram y no del espectro amplio de redes sociales.
Esto está especialmente relacionado con la comparación social, como la llaman ellos.
Los usuarios evalúan su propio valor en relación con cuán atractivos, ricos y exitosos son los otros. (Por “otros” entiéndase los llamados ‘influencers’, o las cuentas más seguidas --el 0,1%-- que el algoritmo propone a los usuarios comunes --el 99,9%)
Esta comparación social no es un problema mayor en la red social competencia TikTok, por ejemplo, porque esta se enfoca totalmente en videos cortos que son más divertidos que otra cosa. Tampoco Snapchat adolece del problema de Instagram, según los hallazgos de Facebook Inc. revelados, pues su marca registrada son las fotografías y videos faciales, con filtros más enfocados en la diversión que en la belleza.
Instagram, en cambio, es una presentación sin fin de personas que proyectan vidas perfectas, cuerpos perfectos, vacaciones perfectas todo el año y cero problemas.
Como fue revelado en los hallazgos, hay poblaciones susceptibles a que esta tendencia las afecte más que otros. Buena parte de los adolescentes hacen parte de este grupo, pero el daño no es exclusivo para ellos.
“La tendencia de compartir únicamente los mejores momentos, la presión de verse perfectos y el hecho de que sea un producto adictivo, hace que Instagram pueda enviar a menores hacia desórdenes alimenticios, una percepción insana de sus propios cuerpos y hasta la depresión”, encontraron búsquedas internas de Facebook Inc. de marzo de 2020.
Entre quienes participaron en las investigaciones privadas de Facebook Inc. había especialistas de datos, especialistas en computación y también especialistas en psicología y sociología.
O sea que en 2020 Facebook Inc. sabía de la situación. El propio Mark Zuckerberg fue informado de todo esto en diferentes presentaciones. Pero en audiencias públicas ante el Congreso, en 2020 y 2021, él y su compañía no compartieron sus hallazgos. Le han dado a senadores pretextos como el siguiente: “guardamos todo bajo confidencialidad para promover el diálogo franco y la lluvia de ideas a lo interno”.
En Facebook Inc., según lo revelado, no pocos empleados se han reunido en aras de buscar soluciones, pero todo es muy incipiente.
Los investigadores propusieron en determinado momento que Instagram redujera la exposición a fotos de famosas y famosos, y ampliara, en cambio, el contenido de amigos cercanos. Un funcionario criticó esa idea en un foro interno de Facebook Inc., diciendo: “¿Pero no es exactamente eso lo que hace Instagram? ¿No es esa la razón por la que las adolescentes están en la plataforma?”.
En octubre de 2016, el monje tibetano Matthieu Ricard, de origen francés y quien vive y medita en una región remota de Nepal, dijo cuál era, según él, el “destructor de la felicidad” para los seres humanos: la comparación con las demás personas.
Tiene sentido que la revista GQ se lo preguntara a él, porque ese mismo año la Universidad de Wisconsin, de Estados Unidos, estableció que Ricard es “el hombre más feliz del mundo”, tras analizar la actividad de su cerebro en el marco de un estudio de 12 años sobre meditación y compasión con cientos de personas. (Tiene que ver con sustancias químicas que libera el cerebro y con los 15 minutos diarios que Ricard dedica a la meditación sobre pensamientos de bienestar).
Pues bien, para el monje tibetano Matthieu Ricard, el destructor de la felicidad es “la comparación”. El hábito dañino de compararnos con los demás. Y lo que, definitivamente, Instagram nos induce a hacer cada minuto que estamos en la aplicación. (Desde luego, esto afecta más a algunas personas que a otras; siempre hay una nebulosa importante abanderada con la palabra “depende”).
Otros tres frentes donde Facebook Inc. tiene problemas, según lo revelado por el WSJ
--Las reglas de Facebook no aplican para todos por igual.
Unas cuantas millones de cuentas “VIP” en Facebook están exentas de las reglas de seguridad y de la comunidad de la red social. El programa de Facebook que lo permite se llama “XCheck”, y a través de él se otorga luz verde a dichas cuentas para usar la plataforma como les dé la gana, prácticamente sin supervisión. (Esto para que cuentas ‘premium’ no se vayan de la red social, principalmente).
Muchas de estas cuentas abusan del privilegio y publican material que incluye acoso, incitación a la violencia, entre otros comportamientos que serían prohibidos si los publicara una cuenta común y corriente. En estos casos, según el WSJ, Facebook toma demasiado tiempo en corregir lo que contraviene sus reglas en estas cuentas, y a veces no lo castiga del todo.
--Cambios de 2018 no funcionaron.
Ese año, Facebook cambió el algoritmo para promover las interacciones entre amigos y familiares entre sus usuarios. Esto en aras de combatir un declive en el involucramiento o ‘engagement’ de las personas en la red social, y también para “fortalecer los lazos entre los usuarios”. El resultado es que, en general, las personas aumentaron comportamientos relacionados con el enojo.
--Poca o nula respuesta ante crímenes.
Empleados de equipos de investigación de Facebook identificaron redes de criminales que usaban esta red social para delinquir. Desde tráfico de personas en Medio Oriente --sitios que atraen a mujeres para someterlas a situaciones de trabajo forzado o abuso laboral--; grupos armados en Etiopía que usan Facebook para incitar violencia hacia minorías; cuentas relacionadas con venta de órganos, con pornografía o con acciones gubernamentales contra disidentes políticos. Los empleados enviaron alertas a sus jefaturas sobre todo esto, pero la respuesta de la compañía ha sido “inadecuada o simplemente inexistente”, según información de Facebook Inc. que publicó WSJ.