Groenlandia celebró elecciones generales el 6 de abril pasado, y el resultado de sus comicios es importante para el mundo entero.
Grossomodo, en las elecciones se jugó un megaproyecto de minería para extraer tierras raras de Kvanefjeld, un depósito natural de minerales que la ciencia considera el segundo más grande del mundo en cuanto a concentración de estos elementos llamados “raros”. Además, se cree que es el sexto depósito más grande de uranio (elemento vital para la energía nuclear) en el planeta.
Groenlandia es una mega isla del Polo Norte. Es un territorio ártico autónomo que pertenece a Dinamarca, y donde viven unas 56.000 personas. La gran mayoría (87%) son groenlandeses; con orígenes inuit (pobladores del ártico; otrora llamados esquimales, pero este término ha caído en desuso por ser considerado despectivo) y europeos.
Dinamarca tiene control sobre las relaciones internacionales y la defensa de Groenlandia, pero en años recientes los isleños han ganado control sobre sus leyes y sus políticas internas, así como el manejo de su propio territorio. Y aquí damos en el clavo: Kvanefjeld es de interés mundial. No por nada Donald Trump, a modo de broma-a-ver-qué-pasa, ofreció comprarle Groenlandia a Dinamarca en 2019.
Las autoridades danesas lo llamaron “absurdo”, pero lo cierto es que el mercado mundial de tierras raras lo controla China, productor de casi el 60% de estos elementos. Y varios países buscan cómo revertir esta tendencia para no depender casi totalmente del gigante asiático.
¿Qué son las tierras raras?, te preguntarás (tal como lo hicimos nosotros antes de este Expli). Pues son una serie de 15 elementos de la tabla periódica que estudiamos en el colegio, sin los cuales no existiría el mundo moderno como lo conocemos.
Tierras raras, China y lo que hay en Groenlandia
Las tierras raras son un grupo de 15 elementos utilizados para fabricar celulares, computadoras, vehículos eléctricos, molinos para energía eólica y armas.
Son el grupo de los lantánidos: lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio.
El geólogo costarricense Esteban Gazel, profesor en la Universidad de Cornell (Ithaca, Nueva York) e investigador de varios estudios sobre tierras raras, nos explica un poco más qué son estos elementos y para qué sirven.
“Son elementos que no son extremadamente abundantes pero tampoco son extremadamente raros. Lo que hace las tierras raras complicadas desde un punto de vista económico no es tanto la abundancia; porque se encuentran en la corteza terrestre, sino la concentración y el proceso de extracción”.
Las concentraciones minables son poco comunes para lograr extraer estos elementos como materias primas rentables. El mercado, de hecho, está en manos de un puñado de países, con China a la vanguardia.
Producción mundial de tierras raras en 2020 (Statista y el Servicio Geológico de los Estados Unidos)
--China: 57,6%
--Estados Unidos: 15,6%
--Burma: 12,3%
--Australia: 6,9%
--Madagascar: 3,3%
--India: 1,23%
--Rusia: 1,1%
--Tailandia: 0,8%
--Brasil: 0,4%
--Vietnam: 0,4%
--Burundí: 0,2%
Consumo mundial de tierras raras en 2017:
--24% para catalizadores (sustancia que en pequeña cantidad incrementa la velocidad de una reacción química y se recupera sin cambios esenciales al final de la reacción)
--23% para imanes
--12% para pulidos
--8% para metalurgia
--8% para baterías
--8% para vidrios
--6% para cerámicas
--3% para fósforo y pigmentos
“Hay tierras raras en todo lado. Nosotros tenemos tierras raras en nuestro cuerpo”, comenta el geólogo Esteban Gazel. “Una concentración muy pequeña, pero que ahí está. Hay ciertas rocas que tienen abundancia. Groenlandia tiene un yacimiento de tierras raras bastante abundante. ¿Por qué son importantes? Porque sin estos elementos no podemos tener computadoras, no podemos tener teléfonos, telecomunicaciones ni satélites. Esta conversación que estamos teniendo es posible gracias a las tierras raras que están en su teléfono y que están en mi teléfono”.
Ojo: aunque no extraiga tierras raras todavía, Groenlandia tiene alrededor de 1,5 millones de toneladas de reservas de estos elementos, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos. Esto es 6 veces más de la producción mundial en 2020.
La mina de Kvanefjeld, al extremo sur de Groenlandia y cerca del poblado de Narsaq, donde habitan 1.700 personas, pertenece a la empresa minera Greenland Minerals, de Australia. Esta empresa asegura que la mina del ártico tiene el potencial de convertirse en el productor más importante del mundo occidental de tierras raras.
¿Cómo quedaron las elecciones de Groenlandia y qué tienen que ver con las tierras raras?
En Groenlandia hay dos grandes partidos políticos:
--Siumut (centroizquierda)
--Inuit Ataqatigiit (izquierda)
El Siumut estaba en el poder, pero tras un desacuerdo sobre el proyecto minero de Kvanefjeld, el actual gobierno colapsó y se convocó a elecciones anticipadas.
Desde 1979, el partido en el poder en Groenlandia había sido la alianza política Siumut, a excepción de cuatro años --entre 2009 y 2013--, en los cuales gobernó Inuit Ataqatigiit.
El 6 de abril de 2021, Inuit Ataqatigiit regresó al poder con 37,4% de los votos, contra 30,1% para su rival. El líder del partido derrotado, Erik Jensen, reconoció que la derrota se debió principalmente a la mina y las tierras raras. El partido Inuit Ataqatigiit prometió bloquear el proyecto en la mina Kvanefjeld. Y su líder, Múte Bourup Egede, ratificó esta promesa el pasado miércoles 7 de abril, tras conocer los resultados.
Muchos groenlandeses manifestaron preocupación por la potencial contaminación radioactiva y de desechos tóxicos en las tierras de cultivo que rodean la mina, según apunta la BBC.
Para el geólogo experto en tierras raras, Esteban Gazel, lo que ocurrió con estas elecciones no estuvo libre de “populismo”.
“La decisión de Groenlandia es populista, es más oportunista que pensada realmente a largo plazo”, dice Gazel. “Los materiales tienen que extraerse. La demanda existe. Nadie va a dejar de usar sus celulares o renunciar a su comodidad actual. El nuevo nivel de la humanidad requiere que se minen más los materiales de la tierra, de forma sostenible y responsable”.
En el mundo hay más de 5.000 millones de teléfonos celulares. Y dentro de estos encontramos los elementos de tierras raras como el terbio, y disprosio y el europio, cruciales para la vibración y para producir los colores en la pantalla.
Estos elementos pueden describirse como metales pesados blandos, suaves, de color plateado, brillantes y a veces indistinguibles entre ellos.
Son 15 elementos necesarios en el día a día del planeta entero. Como explica Gazel, empresas tecnológicas como Apple trabajan en el reciclaje de este y otros materiales, ante la no abundancia de su producción contra la altísima demanda mundial. Pero el mundo depende básicamente de China en este campo.
“China tiene un monopolio”, explica Gazel. “Está controlando el mercado en este momento. Si pasara algo, China podría restringir el uso, y eso crearía una crisis en la producción de todo lo que son las computadoras. No podríamos tener el mundo moderno que tenemos”.