Desde que Rusia inició la invasión de Ucrania, el pasado 24 de febrero, el presidente Vladimir Putin se ha referido, al menos, dos veces al arma militar más poderosa que Rusia posee: la bomba nuclear.
La primera vez lo hizo de forma codificada, si se quiere: “Quien quiera que intente detenernos y crear más amenazas para nuestro país, nuestro pueblo, debe saber que la respuesta de Rusia será inmediata y les llevará a tales consecuencias que nunca han enfrentado en su historia”, dijo Putin el mismo 24, a las 6 a. m., hora de Moscú.
La segunda vez fue más claro, al ordenar a su ministro de Defensa y al jefe del Estado Mayor que pusieran a las fuerzas de disuasión nuclear en un “régimen especial de servicio de combate”.
“Los países occidentales no solo están tomando medidas hostiles contra nuestro país en la esfera económica, sino que altos funcionarios de los principales miembros de la OTAN hicieron declaraciones agresivas respecto a nuestro país”, dijo Putin en un mensaje televisado, el 27 de febrero, tras referirse a la puesta en estado de alerta de sus fuerzas nucleares.
Este 2 de marzo, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, azuzó más el asunto, diciendo que una hipotética “Tercera Guerra Mundial“ sería “nuclear y destructiva”.
Pero, ¿qué significa esto en 2022? ¿Es retórica política o hay que tomar en serio la amenaza nuclear? ¿Es capaz Rusia de repetir lo que hizo Estados Unidos en Hiroshima y Nagasaki en 1945? Y quizás la interrogante más importante: ¿Si en 2022 un país lanza una bomba nuclear, las otras potencias pueden detenerla a tiempo?
Lo explicamos a continuación, paso a paso.
Ojo: en nomenclatura militar, se habla de ojivas nucleares para referirse a las armas nucleares disponibles. Una ojiva es la parte delantera o superior de un misil, torpedo o cohete, donde se aloja el explosivo y cuyo corte longitudinal tiene forma de ojiva (figura formada por dos arcos de círculo iguales, que se cortan en uno de sus extremos y volviendo la concavidad el uno al otro).
¿Se puede detectar un misil nuclear dirigido hacia otro territorio y detenerlo a tiempo?
La respuesta es sí, pero toma tiempo y algunas variables entran en consideración.
Para el actual conflicto entre Rusia y Ucrania, pensando en un hipotético ataque nuclear de Rusia contra Ucrania, la respuesta más lógica es que no; es casi imposible que puedan detener un ataque nuclear deliberado e ideado para que, justamente, no se detenga.
En 2018, el general de la Fuerza Aérea de cuatro estrellas (rango más alto), John Hyten, dio una entrevista a CNBC sobre la posibilidad de que Rusia enviara un ataque nuclear contra Estados Unidos (EE. UU.). La entrevista era sobre cómo debería reaccionar Washington si algo así sucediera.
Según Hyten, la ventana de reacción en ese caso sería de apenas 30 minutos. En ese caso (de un ataque contra EE. UU.), el país podría destruir un misil balístico en el aire con los sistemas de defensa antimisiles, y, de acuerdo con el general, después de ello Washington tomaría una decisión de cómo responder a Moscú.
Esto dijo Hyten CNBC, en 2018: “Si tenemos que responder, queremos responder de la misma manera y no escalar más el conflicto fuera de control (...). La ventana para detectar los misiles es un período de tiempo muy corto. Desde la detección hasta la creación de la explosión son menos de 30 minutos”.
Además, dijo que el Congreso debería aprobar un sistema de defensa de ojivas nucleares de bajo rendimiento, para tener una posibilidad de responder a amenazas (o ataques) nucleares de forma mesurada, sin afectar grandemente a civiles.
Si llevamos esta información al conflicto actual entre Ucrania y Rusia, las fuerzas de este último están en territorio ucraniano desde el pasado 24 de febrero, cuando Putin ordenó el comienzo de la invasión. Si Rusia transporta armas nucleares hasta la frontera con Ucrania o hasta Ucrania, o bien, si las dispara desde una base militar especializada o desde un bombardero, es posible que EE. UU. y otras potencias militares puedan detectar el ataque, pero lo más probable es que no puedan detenerlo.
Ahora bien, uno de los países fronterizos de Ucrania es Polonia (al oeste). Polonia no solo forma parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), sino que tiene en su territorio una base de misiles estadounidense en Redzikowo (norte de Polonia) que, según datos oficiales, activaría en 2022 el sistema Aegis Ashore, que contiene “radares sofisticados capaces de rastrear misiles hostiles y guiar misiles de intercepción conocidos como MK41s a objetivos en movimiento”, según indicó The New York Times.
El artículo, con fecha del 16 de febrero —ocho días antes de la invasión rusa—, se titula: “Al borde de un bosque polaco, donde acechan algunos de los miedos más oscuros de Putin”.
De acuerdo al artículo, en el mismo mes de febrero, Putin aludió a esta base en televisión nacional rusa, diciendo: “Tratamos durante mucho tiempo de persuadir a nuestros socios para que no hicieran esto. Sin embargo, Estados Unidos hizo lo que hizo: se retiró del tratado (Acuerdos SALTO; EE. UU. se salió en 2001, durante la administración de George W. Bush). Ahora los lanzadores de misiles antibalísticos están desplegados en Rumania y se están instalando en Polonia (...).”.
Si Ucrania se acerca a la OTAN, se quejó Putin en febrero antes de la invasión, “se llenará de armas. Se desplegarán armas ofensivas modernas en su territorio al igual que en Polonia y Rumania”.
No obstante, según un artículo oficial de la misma OTAN de enero pasado, los sistemas Aegis Ashore de EE. UU. como el nuevo en Polonia y el que lleva ya cinco años funcionando en Rumania, “la defensa contra misiles balísticos de la OTAN no está dirigida contra Rusia y no puede socavar las capacidades de disuasión estratégica de Rusia (las armas nucleares rusas). Está diseñado para proteger a los aliados europeos contra las amenazas de misiles desde fuera del área euroatlántica”.
El artículo de la OTAN recuerda que han invitado a funcionarios rusos para que inspeccionen las nuevas bases, pero estos no lo han hecho. Además, se dice que EE. UU., desde hace años, también tiene ojivas nucleares dispuestas en suelo europeo, en bases militares bajo estricto control norteamericano.
Para Carlos Murillo Zamora, especialista en Relaciones Internacionales y profesor del Programa de Doctorado en Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad de Costa Rica (UCR), sí es posible que las potencias detecten un lanzamiento desde tierra, ya que hay información militar sobre dónde están las bases capaces de lanzar estos misiles (los silos o depósitos subterráneos de misiles nucleares):
“De acuerdo a las alarmas del armamento nuclear, hay un seguimiento desde el momento en que se abre el silo o de que se activa una zona de lanzamiento de armas nucleares, por lo que si se utilizan misiles balísticos con cabezas nucleares, serían detectados desde el momento en que se envían y se activarían todas las alarmas”, dijo Murillo.
Sin embargo, Rusia podría realizar un ataque aéreo con un bombardero, y eso resultaría más difícil de detectar a tiempo. Además, hay otra cuestión a tener en cuenta, según Murillo: “La otra preocupación que siempre ha habido es que no sea una cabeza nuclear lanzada a través de un misil, sino un arma nuclear de maletín, en pequeña escala, que es la preocupación de que las armas nucleares lleguen a grupos terroristas y se puedan transportar y se puedan activar sin necesidad de ser disparadas a media o larga distancia. Pero se supone que en la lógica de las potencias nucleares, no planean utilizar ese tipo de armamento, sino siempre el uso de misiles balísticos para lanzar esas armas y provocar daño en el adversario con el menor daño o repercusión posible en el país que lanza el armamento”.
Por su parte, Eduardo Ulibarri, exembajador de Costa Rica ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) y especialista en Relaciones Internacionales, insistió en que las potencias militares tienen defensas para sus territorios, pero no necesariamente para terceros.
“Sin ser experto en la materia, mi entendimiento es que la OTAN, Estados Unidos y sus aliados más cercanos, como Japón, Corea del Sur, Australia e Israel, tienen ‘sombrillas’ protectoras para interceptar ataques nucleares. Presumo; sin embargo, que un país como Ucrania carece de ella”.
Eso sí, tanto Carlos Murillo como Eduardo Ulibarri señalaron que, aunque un ataque nuclear de Putin no se puede descartar, es muy poco probable que suceda en 2022.
“Después de ver el comportamiento de Putin hasta ahora, nada se puede descartar. Aun así, uno supondría que se abstendrá de utilizarlas, por la caja de Pandora que se abriría, con consecuencias pavorosas. Además, creo que China, el único semi aliado importante que les queda, estaría totalmente en contra. Mi sesgo es considerar que se trata de una simple amenaza, pero no lo descartaría por completo”, afirmó Ulibarri.
Ante la pregunta, esto explicó Murillo: “La posibilidad del uso del armamento nuclear siempre está presente; es una espada de Damocles. El propósito de la doctrina de disuasión nuclear es no usarlas. Tenerlas para no usarlas. Pero siempre esa posibilidad está. Y en el caso de un gobernante que esté desesperado porque está fracasando en su proyecto que creía muy fácil de ganar, podría recurrir al uso de un ataque nuclear muy focalizado, pero no habría claridad de cómo podrían reaccionar otros estados y entrar en una guerra armada. Las posibilidades son muy bajas, pero pareciera que en la lógica de Putin, toda opción, todo recurso disponible, está disponible para usarlo”.
Las potencias nucleares y el puñado de países que tiene estos armamentos
Actualmente, solo nueve naciones poseen armamento nuclear, y se pueden dividir en tres grupos:
1- Estados con armamento nuclear oficial y reconocido por el mundo; firmantes además del Tratado de No Proliferación Nuclear:
- Rusia: 1.456 ojivas activas, 6.257 ojivas totales. Rusia es capaz de lanzar misiles en tierra desde silos, transportarlos por aviones bombarderos estratégicos y lanzarlos desde el aire, o usarlos a través de submarinos nucleares. A esta división funcional de su arsenal atómico se le conoce con el concepto de tríada nuclear.
- Estados Unidos: 1.357 ojivas activas; 5.550 ojivas totales. También posee la tecnología de tríada militar.
- China: 350 ojivas totales, sin información verificada en cuanto a ojivas activas. También posee la tecnología de tríada militar.
- Francia: 280 ojivas activas, 290 ovejas totales. Puede lanzar misiles atómicos desde el aire con bombarderos y desde el mar con submarinos, pero no desde tierra a través de silos.
- Reino Unido: 120 ojivas activas; 225 ojivas totales. Solo puede lanzar misiles a través de submarinos, desde el agua.
Vigente desde 1970, el Tratado de No Proliferación Nuclear busca impedir la multiplicación de armas de destrucción masiva. Los países con derecho de poseer estos armamentos son los que desarrollaron las pruebas de explosiones nucleares antes del 1.° de enero de 1967.
Cuatro naciones no firmantes de este acuerdo también poseen armas nucleares, y pueden entrar en dos grupos:
2- Estados no firmantes del Tratado de No Proliferación Nuclear, pero reconocedores de poseer armas nucleares oficialmente:
- India: 160 ojivas nucleares totales
- Pakistán: 165 ojivas nucleares totales
- Corea del Norte: 45 ojivas nucleares totales
3– Estado deliberadamente ambiguo sobre su posesión de armas nucleares, no firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear:
- Israel: 90 ojivas nucleares totales
Como vemos, EE. UU. y Rusia se reparten más del 90% del armamento nuclear actual del mundo.
La única vez que se han usado armas nucleares para matar a personas durante un conflicto armado fue el 6 y el 9 de agosto de 1945, cuando Estados Unidos lanzó una bomba nuclear sobre Hiroshima y otra sobre Nagasaki. En ambos ataques sobre territorio japonés, murieron entre 129.000 y 226.000 personas. Por entonces, al final de la Segunda Guerra Mundial, solamente EE. UU. poseía la bomba atómica. La Unión Soviética la desarrolló con éxito hasta 1949.