En una frase, el tratamiento con plasma convaleciente se trata de extraer plasma de pacientes que ya se recuperaron del SARS-CoV-2, el coronavirus que transmite el covid-19, y administrarlo a pacientes graves que luchan contra la enfermedad.
No es un tratamiento nuevo, pero tampoco es tan común, porque no es fácil de lograr. Sin embargo, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ya lo está implementando. Aquí explicamos todo lo que hay que saber para comprender este gran paso que ha dado la ciencia tica. Y qué esperanzas puede tener Costa Rica para quienes reciban el tratamiento.
Para este Explicador contamos con el conocimiento y la ayuda de la médica Olga Arguedas, inmunóloga y directora del Hospital Nacional de Niños.
Qué es el plasma y cómo se extrae
--El plasma es la parte líquida de la sangre.
--El 55% de nuestra sangre está compuesto por plasma.
--Una vez extraído, el plasma tiene un color amarillento traslúcido.
La sangre contiene células como los glóbulos rojos, los glóbulos blancos, las plaquetas, etc., y también contiene una fracción líquida: el plasma.
Este último está formado básicamente por agua, sal, y por unas proteínas que incluyen las inmunoglobulinas, que son defensas líquidas (el anticuerpo predominante en la sangre).
El plasma tiene además factores de coagulación y también tiene otra proteína muy importante que se llama albúmina. Esta se encarga de mantener a los líquidos en su lugar dentro del cuerpo sin que se filtren a otros tejidos, y también se ocupa del transporte de muchos medicamentos.
Ya vas intuyendo el sentido del tratamiento con plasma, ¿no?
Recapitulación veloz: el plasma es la fracción líquida de la sangre. Para efectos de lo que nos interesa ahora, que es superar el covid-19 y recuperar a las personas más enfermas, debemos saber que el plasma contiene inmunoglobulinas, que son defensas específicas contra los agentes infecciosos a los cuales una persona ha estado expuesta.
Para sacar el plasma de una persona, se realiza un procedimiento que se llama aféresis. Esto se hace pulsando una vena y conectando a la persona a un aparato especial que tiene la capacidad de extraer selectivamente el componente de la sangre que uno desea extraer.
Los profesionales de la Salud pueden hacer aféresis para obtener solo los glóbulos blancos o las células madre, por ejemplo, o pueden hacer aféresis para obtener solamente el plasma, como en este caso.
El plasma se le aplica a una persona enferma luego de un procedimiento de purificación, y tras asegurarse de que ese plasma no contiene ningún agente infeccioso que pueda ser dañino para la persona.
Como en todos los productos sanguíneos, siempre se tamiza lo obtenido para cerciorarse de que no tiene por ejemplo el VIH o el virus de hepatitis A, B, C o E, y se tamizan también para otros agentes infecciosos.
¿Para qué sirve el plasma convaleciente en el caso del covid-19?
Como nos continúa detallando la inmunóloga Olga Arguedas, se ha estudiado que una persona enferma de covid-19, aproximadamente 14 días después del inicio de los síntomas, empieza a producir las siguientes defensas:
--Defensas de tipo IgG (Inmunoglobulina G). Brinda protección contra infecciones bacterianas y víricas. Puede tardar un tiempo en formarse después de una infección o vacunación.
--Defensas de tipo IgM (Inmunoglobulina M). Primer anticuerpo que fabrica nuestro sistema inmune para combatir una nueva infección.
Cuando estas personas están 100% recuperadas (cuando ya no tienen ningún síntoma), y cuando están de acuerdo, se les puede someter a un procedimiento de aféresis para obtener una cantidad pequeña de su plasma (no más del 15% de la volemia, que es la cantidad total de sangre de una persona).
El plasma se extrae, se le hacen procedimientos (tamizaje) y se le transfunde a la persona que está grave por covid-19.
El plasma convaleciente es una terapia inmunológica bastante antigua. Se basa en el conocimiento de que el plasma contiene anticuerpos de las enfermedades que hemos padecido. Sobre todo si las hemos padecido recientemente. Y también contiene anticuerpos provistos por vacunación.
El plasma se usa desde hace más de 100 años. Se usó durante la Gripe Española (1918). Y ya se ha estudiado y usado en epidemias de otras enfermedades respiratorias zoonóticas causadas por otros coronavirus, como la del SARS en 2003 y la de MERS en 2012.
Resultados que se esperan con el plasma convalenciente:
Los resultados son modestos, afirma la inmunóloga Arguedas, pero hay pacientes que son beneficiados. Este procedimiento ha sido útil en Chile, Reino Unido y Austria. Sobre todo en pacientes graves.
“En este panorama tan complejo para una enfermedad potencialmente mortal, sin tratamiento basado en evidencia, el plasma es una alternativa más que se debe considerar”, explica Arguedas. “Los efectos más importantes se han visto en lograr mejoría en las neumonías tan graves que produce el covid-19. El paciente crítico es el paciente en que se indica esta terapia. No se indica en otros pacientes porque es una forma de terapia delicada, que requiere un control médico muy estricto, y para la cual también hay algunos efectos indeseados”.
Durante la conferencia de prensa de este lunes 25 de mayo, el doctor Román Macaya, director ejecutivo de la CCSS, anunció que la CCSS ya está aplicando plasma convaleciente a una paciente de 37 años en el Centro Especializado de Atención de Pacientes con covid-19 (CEACO).
De acuerdo con Macaya, Costa Rica ha reunido 61 bolsas de plasma convaleciente de 25 donantes que ya se curaron de la enfermedad.
El hecho que no se use este plasma en todos los pacientes activos no tiene tanto que ver con la disponibilidad. Si bien hay poca disponibilidad porque en Costa Rica todavía no hay demasiados pacientes recuperados, este tratamiento no se indica en pacientes que no estén en condición crítica, subraya la inmunóloga Olga Arguedas. “Porque el balance riesgo-beneficio en pacientes que no están en condición crítica no es el adecuado”, afirma.
En Estados Unidos, los Institutos Nacionales de la Salud (NIH por sus siglas en inglés) convocan a pacientes recuperados a donar su plasma para aplicar el mismo tratamiento. Con información al 5 de mayo de 2020, los NIH indican lo siguiente sobre los resultados de la aplicación de plasma convaleciente:
“Aunque los resultados son prometedores, el plasma convaleciente no ha demostrado ayudar todas las veces en el tratamiento del covid-19. Este procedimiento se ha aplicado en un número reducido de personas en estudios preliminares, y algunos de ellos se han mejorado”.
¿Qué tan difícil es extraer plasma y aplicarlo a pacientes enfermos?
“No todos los países pueden dar terapia con plasma convaleciente porque para esto se requieren equipos de laboratorio muy sofisticados, máquinas de aféresis, una serie de normas de bioseguridad que tienen que cumplirse con el plasma convaleciente”, explica la inmunóloga Olga Arguedas.
En Costa Rica, el Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica, y el Banco de Sangre de la CCSS han logrado realizar la plasmaféresis para atender la emergencia del covid-19.
“Es un gran logro, y efectivamente es de los pocos países que lo logra para esta pandemia”, celebra la infectóloga pediatra María Luisa Ávila, ministra de Salud de Costa Rica entre 2006 y 2011. “Sin embargo, es un proceso que se conoce desde hace tiempo y se ha utilizado para otras enfermedades de origen infeccioso, pero ahora con mejor tecnología. Es un claro ejemplo de que Costa Rica tiene capacidad para hacer grandes cosas”.
Para Eugenia Corrales-Aguilar, microbióloga del Centro de Investigación de Enfermedades Tropicales (CIET) de la UCR, doctora en Virología y catedrática universitaria, al hacer cualquier transfusión de sangre o en este caso de plasma, hay que ser muy cuidadoso con respecto al riesgo biológico que implica.
“El producto que se pasa debe estar muy bien controlado. Porque yo podría causarle una infección a la persona que recibirá el producto sanguíneo. Hay que tamizar muy bien. Hay que detectar la información genética del líquido antes”.
Según Corrales-Aguilar, cinco factores hacen que no todos los países puedan aplicar el plasma convaleciente a pacientes de covid-19:
--Se necesita un banco de sangre muy robusto.
--Se necesita un control biológico muy robusto.
--Se necesita que los pacientes recuperados que donen su plasma sean pacientes con sangre limpia (no tener ningún otro microorganismo transmisible).
--Se necesita tener una capacidad de medición establecida a la respuesta inmune al covid-19.
--Y se necesita estar sumamente preparado para lo siguiente, explica la microbióloga Corrales-Aguilar:
“Siempre se puede causar una reacción adversa. Hay que tener monitoreadas a las personas receptoras de esos anticuerpos para chequear que no estén teniendo una reacción en contra de ese plasma. Hay que tener un sistema de salud muy robusto y ‘chispa’ para medir esos signos de si la persona está reaccionando mal, y tratar de manejarlo. El objetivo final es tratar de colaborar con la mejoría del paciente y no empeorar su situación. Esto es lo que se debe poner en una balanza, y muchos países no tienen el conocimiento para hacerlo”.