San Carlos, Saprissa y Herediano tuvieron ante sí citas con sus destinos a nivel internacional esta semana; no obstante, llegar a campeonatos internacionales, tanto para los clubes como para sus sufridos aficionados, se ha convertido en un tema de bromas, humillaciones y actuaciones que han rayado en lo mediocre.
Norteños y morados saldaron de una manera poca elegante su clasificación a los cuartos de final de la Liga Concacaf; el Herediano, por su parte, se quedó en el camino tras empatar sus dos partidos ante un equipo llamado Waterhouse de Jamaica, que antes de la serie quizás pocos conocían de su existencia, poco cartel y abolengo para el otrora llamado “Equipo de las grandes jornadas internacionales”.
Por ello, aunque esta columna no es para hacer crítica sino para destacar aspectos históricos propiamente, podemos recrear el "Teorema de las tres series”, la pobre imagen histórica que le queda a los tres clubes luego de una semana gris a nivel internacional.
AD San Carlos
Si bien es su primera aparición internacional de nivel oficial, su estampa de campeón costarricense le exige brindar demostraciones más acordes al puesto que ocupa, pero bueno, a nivel estadístico se dirá que clasificó en la primera ronda de un torneo internacional en el cual jugó. Tras dos empates ante el Santa Tecla de El Salvador, se debe decir que los norteños jamás habían jugado ante un equipo de ese país y ya lo hicieron, que nunca habían jugado un duelo internacional en el estadio Morera Soto y también ya lo hicieron.
Detalles interesantes: San Carlos y Sagrada Familia son los únicos equipos ticos en la historia que pasaron en una primera ronda de un certamen internacional tras dos juegos empatando 0-0 y luego en tanda de penales; los de la barriada josefina lo hicieron en 1984 en el certamen de Concacaf contra el Vida de Honduras.
Otro aspecto es que los equipos cuscatlecos jamás ganaron un partido por puntos en el Morera Soto, sí empataron y sacaron su serie como hace un año lo hizo el Alianza ante Pérez Zeledón en la misma Liga Concacaf; no obstante, no ganaron partidos.
Deportivo Saprissa
El segundo en jugar fue el cuadro morado. Confirmado por la prensa internacional y el torneo en sí como uno de los grandes del área de la Concacaf con su cartel de tercer lugar en un mundial de clubes y sus múltiples títulos, llegó a su serie contra el Águila de El Salvador, equipo de los pintados en ese país y con un balance particular en juegos entre ambos que daba apenas una victoria de ventaja de la S ante los cuscatlecos; fueron famosos sus encuentros en los años 70′s sobre todo en la desaparecida Fraternidad Centroamericana.
En el caso de los morados la derrota nunca es buena, pero históricamente le deja un sinsabor porque no gana en el mítico Cuscatlán desde 1987, cuando lo hizo por el certamen de la Concacaf contra el Real España de Honduras (3-1).
Si enfocamos el dato por otro lado es peor porque no gana en ese estadio ante un rival de El Salvador desde 1978; fue ante el FAS (3-2).
Sobra decir que las cuatro veces que jugó con el Águila en el Cuscatlán perdió, 0-3 en 1976 y 1977, 1-2 en 1990 y 0-1 en 2019.
Club Sport Herediano
El peor caso del teorema. Si bien los otros al menos clasificaron de manera mezquina, Herediano, actual campeón de esta copa, se quedó fuera a la primera.
Para los datos, el Waterhouse fue el primer equipo jamaiquino en jugar en la historia en el Rosabal Cordero y el primer club caribeño en disputar un duelo en ese estadio por torneos oficiales, pero, al igual que como pasó con el Santos el año anterior, por segunda vez consecutiva los equipos ticos mordieron el polvo contra un jamaiquino, dos países que en cuanto a fútbol se supone deberían tener una buena diferencia.
El famoso Pitágoras encontró en su teorema un triángulo perfecto; lo que hemos hallado esta semana en nuestro teorema es que el fútbol costarricense está parejo entre todos, pero a la baja, ninguno ha sacado a relucir cualidades y más bien nos deja a todos preocupados por el futuro cercano…