Lunes 23 de setiembre. Muy movido, salidas de técnicos por un lado, llegadas por otras; en menos de 24 dejaron sus puestos en el Real España de Honduras Hernán Medford y estará en Cartaginés; Minor Díaz sale de La U y el caso más inmediato de todos fue el del argentino José Giacone, que no duró ni 15 minutos vacante ya que terminando por mutuo acuerdo su contrato en Pérez Zeledón (en donde ficharon al colombiano Omar Royero) por los malos resultados del equipo, lo contrató de una vez el Herediano, que ha pasado dando tumbos durante la temporada.
El hecho de que llegue Giacone nos deja con signos de interrogación. El rendimiento del argentino en Pérez Zeledón esta campaña sugiere un 33%, muy por debajo de lo que nos tenía acostumbrados. Estará en el Herediano que apenas ha conseguido 19 puntos, a 16 del líder Alajuelense; es decir, dos rendimientos malos en la temporada.
El otro dato es totalmente histórico, el Herediano, ya contando a Giacone, solamente ha tenido cuatro entrenadores argentinos y ninguno llevó al club a nada relevante; de hecho, solamente uno tomó al equipo a inicio de un torneo y lo logró finalizar, que fue Alejandro Giuntini, quien casualmente también brincó del Pérez Zeledón al Herediano en su momento.
Los argentinos del Herediano
El primero en llegar fue un completo desconocido en el que parece ya lejano 1962. Mario Murillo tomó las riendas al arranque del certamen, apenas dirigió cuatro fechas como interino, ya que el español Eduardo Toba Muiño, quien los había guiado al título un año atrás, había regresado a su país natal y la línea en el fútbol nacional empezaba a ser la de contratar estrategas foráneos.
Es así como para la quinta fecha y hasta el final en la jornada 20 dirigió Carlos Barbieri, se sabía poco de él, pero era argentino, así que se le dio oportunidad.
El balance del señor Barbieri no pasó ni de regular, tras 16 juegos dirigidos solo ganó tres, empató cinco y perdió ocho, dejando al equipo en el cuarto lugar. Como curiosidad, fue el año en que arrancó la primera sequía de títulos del Herediano, que finalizó en 1978.
Siguiente en la fila: Salvador Armando Ragusa. Muchos años después, Herediano, en 2009, decidió cifrar sus esperanzas de nuevo en alguien venido de Argentina, con cierto cartel y perfil interesante.
Ragusa llegó a salvar al Herediano del despeñadero, tras una única jornada dirigida al arranque por Rónald Mora y otra de interinazgo de Kenneth Paniagua, más la eliminación en la Concacaf, Ragusa tomó la batuta y estuvo muy cerca de hacer el milagro al meter al Team en semifinales; no obstante, se topó con el Puntarenas FC en semifinales y se quedó fuera del título.
No hubo más acuerdo y Ragusa se fue dejando la impresión de que le faltó más tiempo para armar un proyecto mejor.
El último fue Alejandro Guintini, con una historia demasiado particular. Fueron los tiempos de Mario Sotela como administrador del Herediano, estando aún el charrúa Orlando de León como estratega.
Imagino que muchos recordarán aquella conferencia de prensa cuando De León, con el corazón roto y lágrimas en sus ojos, anunciaba que no seguía al frente y que llegaba un técnico que la dirigencia quería poner en su lugar a ver los entrenamientos; no era otro que Giuntini.
Don Orlando finalmente se mantuvo en el puesto, pero perdió la final con Alajuelense y eso ayudó a que Giuntini a tomar el banquillo en el Verano 2011, siendo el único argentino que asumió las riendas rojiamarillas en un arranque de torneo. Al final se quedaron eliminados en semifinales con Alajuelense y pese a que empezó en el Invierno, nunca hizo química con la afición y salió por la puerta de atrás con apenas siete juegos dirigidos en esa campaña.
Ahora el turno es de Giacone, la misión es revertir la historia reciente —la propia y la del equipo— y dejar de lado la mala estela que han tenido los argentinos en el banquillo florense.