El sábado se viene el clásico nacional, una edición más de Alajuelense-Saprissa o Saprissa-Alajuelense, como ustedes quieran.
Cada vez que se habla del enfrentamiento entre los dos equipos de mayor afición y que conservan la mayor cantidad de aficionados futboleros de un país, sin querer salen a lucir viejas frustraciones o se regresa a atesorar grandes momentos, enfrentamientos entre uno y otro.
Pero bueno, hay muchos clásicos en el mundo, cada quien tendrá su favorito. Hoy voy a hablar del que más me apasiona y aunque no es uno de los más rentables para la televisión o más seguido por el aficionado en el orbe, tiene tanta historia detrás que para mí es el clásico más completo.
Hablo de Celtic-Rangers, el máximo duelo en Escocia, tan antiguo como las gaitas o el whisky. Nació a finales del siglo 19 cuando ya el fútbol es esa nación y en general en el Reino Unido tenía más de 20 años de oficialidad; pues bien, el Rangers ya existía antes del Celtic, su vestimenta azul con rojo demostró desde siempre los colores hacia la unión que existe con Inglaterra, es decir, al Reino Unido y a la Reina, ya que esos son los colores mayoritarios del Reino, su filosofía religiosa protestante y, además, aficionados y futbolistas representantes de la clase aristocrática y, de forma más clara, de billete en Escocia.
La historia del Celtic viene de una forma diametralmente distinta. Para 1892 la situación de los inmigrantes en Escocia provenientes de Irlanda era casi insostenible, miles llegaban desde esa nación hacia la tierra de las gaitas buscando un mejor futuro; no obstante, la situación económica no era necesariamente la mejor, así que, los irlandeses se refugiaron en una parte de Glasgow, capital escocesa; no era el mejor vecindario. Ante la falta de trabajo, de dinero y de respeto de los escoceses, los inmigrantes irlandeses necesitaban algo que les levantara el ego, la autoestima, así que un grupo de ellos provenientes de los guetos, fundaron el Celtic FC.
El nombre muy propio de su país de origen tuvo muchos otros elementos: los colores verde y blanco, como los de la bandera irlandesa, la figura de un duende y un trébol de cuatro hojas, claros referentes de los símbolos irlandeses y lo último y no menos importante: en Irlanda profesan la religión católica.
Así las cosas, pronto era el equipo de la “plebe” contra el de los “adinerados”, los católicos contra los protestantes, los admiradores del Reino Unido contra los que estaban en contra, los inmigrantes contra los propios del país.
Los duelos fueron intensos desde siempre, memorables trifulcas y encuentros que llevaron a una rivalidad encarnizada que se mantiene hoy en día y que se ve reflejada cada vez que se encuentran ambos cuadros en un terreno de juego.
Muchas cosas han pasado en tantos años en el llamado “Old Firma” o viejo negocio y aunque algunas “políticas” se han roto como por ejemplo que Maurice “Mo” Johnston fuera el primer católico en jugar para el Rangers en 1989, la verdad es que el famoso duelo entre Celtic y Rangers sigue siendo apasionado y disputado por cada jugador que lo disputa.
Es el clásico que más apasiona, pero igual otros tienen gran pasión en el mundo, América-Guadalajara en México, Nacional-Peñarol en Uruguay, Olympiakos-Panathinaikos en Grecia, Liverpool-Manchester United en Inglaterra y, claro, Real Madrid-Barcelona en España. Ya les conté cuál es mi favorito.
¿Cuál es el de ustedes?