¿Se imaginan convertirse en lo que odiaban y por lo que lucharon años y años? Pues eso le pasó al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), partido que Gobierna mi país, Nicaragua, desde hace once años; y que en 1979, con ayuda del pueblo derrocó a la dictadura de Anastacio Somoza Debayle y su familia, que habían gobernado la nación a puño y fierro por 44 años, dejando un país en la quiebra total y 90.000 muertos.
Ahora, el Frente Sandinista quiere hacer lo mismo con los jóvenes de mi generación. Esto quedó evidenciado en una semana de protestas y hechos que cambiaron la perspectiva de Nicaragua, y abrieron los ojos de muchas personas que se rehusaban a ver la realidad en picada que enfrentamos aquí.
¿Cómo empezó la "fiesta"?
A principios de abril, la Reserva Indio Maíz, ubicada en la frontera sureste del país, sufrió un incendio inclemente que quemó más de siete mil hectáreas de floresta y donde pereció la flora y fauna autóctona del lugar. El Gobierno de Nicaragua no supo cómo manejar la crisis y los estudiantes comenzaron a protestar. Se estaba quemando uno de los pulmones de nuestro país y nuestra conciencia ambiental exigía explicaciones al presidente Daniel Ortega y a la vicepresidenta, esposa de Ortega y a la vez presidenta del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo. Hubo una marcha en "apoyo al incendio" convocada por el Gobierno, la cual fue absurda y el colmo de la ignorancia fue cuando un canal de televisión local entrevistó a una joven afín al FSLN y ella dijo: "Andamos apoyando sobre la tala del maíz". No necesito decir más al respecto.
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Días después, el mismo Gobierno, como cortina de humo, aprobó una serie de medidas de reforma del ya quebrado Instituto del Seguro Social de Nicaragua (INSS), donde los trabajadores tendrían que pagar el 7% de su salario para asumir la deuda de casi $1.000 millones que esta institución tiene como déficit. Y lo peor, ¿cómo creen ustedes que a los abuelitos jubilados les quitarían el 5% de su poca pensión, para tener "salud" de calidad? Lo cual es una vil mentira. ¡Eso es inaceptable! Y ahora viene nuestra parte interesante, ¿qué pasaría con la pensión de nosotros los jóvenes? Pues, se estableció una "nueva fórmula" para calcularla y básicamente íbamos a recibir una miseria, entre otras medidas.
¿Ustedes permitirían esto? Teníamos que levantarnos.
La represión
El 18 de abril se autoconvocó un plantón al oriente de Managua para protestar por las reformas del INSS y de repente, llega la Policía, antimontines, paramilitares en motos armados hasta los dientes con machetes, bates de aluminios y armas de bajo calibre a golpear a todos los estudiantes, y sociedad civil presentes en el Centro Comercial "Camino de Oriente". Heridos, secuestros, negocios destruidos, estudiantes desperdigados en sitios ocultos y cercados por los grupos de choque antes mencionados, que rodearon a los jóvenes en la Rotonda Jean Paul Genie (Nuevo Centro de Managua) y la Universidad Centroamericana (UCA), de Managua. Los heridos, presos y desaparecidos comenzaron a salir a la escena y la única forma que teníamos de reportar esto era a través de las redes sociales (ya les explicaré por qué).
Al día siguiente, los estudiantes de las universidades estatales (afines por tradición al Frente Sandinista), abrieron los ojos y se levantaron, por primera vez en 12 años contra el Gobierno. La Universidad Agraria (UNA), la Universidad Politécnica (Upoli) —la más afectada de todas hasta el día de hoy—, la UCA y la Universidad de Ingeniería (UNI) se levantaron. Siguieron los heridos, el terror y el descontrol: balas de salva, goma y las AKs. (Jóvenes que perdieron la visión, muertos por gas lacrimógenos, ataques con tubos…)
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“¡Que vivan los estudiantes, jardín de nuestra alegría!”, dicen Los Guaraguaos.
Las protestas siguieron hasta el domingo y la población se volcó a las calles en cacerolazos —39 años después del último—, en plantones y formas de ayudar a los heridos porque el Gobierno le prohibió a la Cruz Roja, y a los Bomberos ayudar a los estudiantes y el Hospital Alemán —ubicado cerca de la Upoli— no daba abasto con tanto lastimado.
Sigamos abriendo los ojos…
"El pueblo unido, jamás será vencido
La gente salió a las calles en apoyo a los estudiantes y en condena a las reformas del INSS, y fueron cercados, sobre todo en la Upoli y la UNI. La represión policial y paramilitar aumentó y se dice que hasta sacaron más de 60 reos de la cárcel de Managua, "La Modelo", para intimidar y golpear a los estudiantes.
Pero, las manifestaciones no sólo continuaron en Managua. Masaya, Matagalpa, León (ciudades con fuerte tendencia al Sandinismo), el caribe nicaragüense (por no decir, todo el país) se rebelaron contra la violencia vandálica y por las reformas irracionales del INSS. Defendieron sus territorios, protegiendo a los estudiantes y protestando contra el Gobierno. Era la primera vez que mis ojos veían esto. Todos con la misma y única bandera, la de Nicaragua, y el “Basta Ya” de los atropellos cometidos por el Aparato de Poder Orteguista en sus once años de gestión.
Los que no volvieron a sus casas
Como resultado de los enfrentamientos, hay 63 muertos en cifra oficial hasta este 30 de abril. Probablemente hay más y también cientos de estudiantes desaparecidos, golpeados y atrincherados en la Upoli hasta hoy.
Daniel Ortega hizo dos apariciones públicas este final de semana, una para condenar los actos de violencia y la otra para revocar las medidas de reforma del INSS. La Vicepresidenta Murillo, en dos comunicados televisivos en los días de protestas nos llamó: "minúsculos sin valores que quieren desestabilizar las acciones del buen gobierno" y "vándalos".
En un mensaje vacío y carente de sentido, y acompañados por los dirigentes de las fuerzas armadas, tanto de la Policía como del Ejército; así como, de inversionistas coreanos y estadounidenses. Ortega dijo que acciones como éstas ponían en peligro los negocios extranjeros y dijo que, aunque revocada la ley “la policía seguiría en las calles para evitar más disturbios”. (Entiéndase entre líneas como: “los vamos a seguir golpeando”).
El Presidente tampoco hizo mención de la situación de crisis que enfrentaba el país, ni de los muertos, (incluido un periodista de la Costa Caribe que cubría para un canal oficialista) ni estableció una mesa de diálogo para escuchar la voz de todos los sectores; principalmente para hablar de los involucrados en este torbellino de terror, como los estudiantes y los ancianos que también fueron agredidos. Y tristemente, los que murieron, incluyendo un adolescente de 15 años, no fueron mencionados por el Señor Presidente, ni el dolor de sus familiares y amigos.
No estamos solos
Plantones de solidaridad en casi todos los países de América Central: Guatemala, Costa Rica y Panamá; así como, varias ciudades de los Estados Unidos (Nueva York, Miami, D.C, San Francisco). En Europa: Madrid, Barcelona, Holanda, Bilbao y París; en América del Sur: Colombia, Argentina, entre otros; Nicaragua sufrida. ¡Estamos muy agradecidos y felices de que el mundo sepa lo que estamos viviendo!
Algo emocionante también que aconteció en estos días funestos, fue que el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, ganó el Premio Cervantes y se lo dedicara a los jóvenes de Nicaragua, siendo este un galardón tan importante para la literatura hispanoamericana. “Permíte (le dice al Rey Felipe VI de España) dedicar este premio a la memoria de los nicaragüenses que en los últimos días han sido asesinados en las calles por reclamar justicia y democracia y a los miles de jóvenes que siguen luchando sin más armas que sus ideales porque Nicaragua vuelva a ser República”, dijo Ramírez en su discurso de aceptación.
Y lucharemos por esa República.
Fake news, desinformación y censura
Otra de las medidas radicales que tomó Gobierno y su cúpula fue usar los canales oficialistas para tergiversar todos los hechos. También, ordenó a todas las compañías de cable sacar a los medios independientes y si volvían a transmisión, lo hacían sin audio. Esto, durante toda la semana.
Entonces, nos empoderamos en las redes reportando en vivo todo lo que estábamos protagonizando con los hashtags #SOSNicaragua #OcupaINSS y #SOSINSS. No puedo hablar de una “primavera nicaragüense”; pero sí, el ciberactivismo nos ayudó contra la censura del gobierno y la desinformación que estaban transmitiendo al pueblo, descrita en miles de ejemplos que no valen la pena mencionar.
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¿La gota que derramó el vaso? El Gobierno provocó saqueos diciendo que eran los mismos estudiantes y población que los apoyaban, cuando eran personas afines a sus intereses, los mismos paramilitares y alguno que otro que se aprovechó de la situación. Saquearon supermercados, tiendas de electrodomésticos y ropa en toda Managua. Nadie creyó eso. No somos estúpidos.
La resistencia de la Upoli y la Catedral de Managua
A como les he mencionado, las universidades fueron protagonistas claves en este proceso, pero la Upoli ha sido la que ha resistido hasta hoy. Bombazos, gas lacrimógeno, tiroteos y horror. Muchos jóvenes se fueron a ayudarles, como los estudiantes de medicinas voluntarios que fueron a atender a los heridos y la población de los barrios aledaños.
También, la Iglesia Católica puso la Catedral de Managua, ubicada en el centro de la ciudad, como centro de acopio de víveres y medicinas; fue atacada por la mal llamada Juventud Sandinista, porque si siguieran los ideales de Sandino no atacarían al mismo pueblo, sobre todo en las circunstancias que estamos viviendo. Quisieron entrar a la fuerza y robar, tal como lo hicieron en la primera propuesta de #OcupaINSS en el 2013 pero los “chavalos” supieron resistir y resguardaron hasta la última pastilla para ser llevada a quien la necesitaba.
“¡Eran estudiantes, no eran delincuentes! ¡Aquí está tu minoría presente!”
El viernes 20 de abril, el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y sus organizaciones afiliadas convocaron a una marcha el lunes 23 de abril a las 3PM para llamar a la paz. El COSEP, que hasta ese entonces había sido un "aliado estratégico" de las medidas económicas orientadas por Daniel Ortega, rompió filas con el Gobierno desde la aprobación de las reformas del INSS. En conferencia de prensa, llamó a asistir a dicha caminata de blanco y en calma. Nosotros decidimos ir de negro, por todos esos estudiantes y demás muertos que nos duelen, y que llenaron de luto el país.
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No se sabe aún una cifra exacta de los caminantes, unos dicen que 50 mil, otros 500 mil, yo sólo sé que vi al pueblo unido por primera vez, dejamos las redes sociales, nos abrazamos y gritamos “justicia” a la proclama con los nombres de los muertos y amigos. El destino decidido por los estudiantes era llegar hasta la UPOLI y apoyar a los estudiantes retenidos ahí. “¡Eran estudiantes, no eran delincuentes! ¡Aquí está tu minoría presente!”, fue la consigna predominante, esto por cómo nos llamó la Vicepresidenta, “Minúsculos”. Estratégicamente, la Policía Nacional no nos tocó ni un hilo de cabello, porque sabían que íbamos en condena de todo lo que les he contado.
Más no saben que estos “minúsculos” podemos cambiar la realidad de Nicaragua.
Que Nicaragua abrió los ojos y no vamos a permitir más atropellos, ni económicos ni físicos.
Que los estudiantes son valiosos y nuestras vidas también.
Y que el futuro, es nuestro.
Este texto fue publicado originalmente en el sitio Mediolleno de El Salvador.
Gabriela Castro es comunicadora social integral, con experiencia en PR, Publicidad, Comunicación Organizacional, Marketing y Comercio Electrónico y gestión de contenido. Investigadora y docente en temas culturales y etnográficos, género, ciberactivismo, cosmopolitismo y hábitos de consumo. Posee estudios en Comunicación y Prácticas de Consumo de la Escola Superior de Prpaganda e Marketing, (São Paulo, Brasil) y graduada del Instituto Iberoamericano para el Desarrollo de las Ciencias Sociales; Curso Iberis (Madrid, España).