Sabemos que nuestros pensamientos y acciones como líderes están influenciados por nuestro estado mental y fisiología humana.
También sabemos que la ciencia del cerebro y el corazón muestra que cuando entramos en un estado coherente, aumentamos la función cognitiva, la creatividad, las habilidades de toma de decisiones y disminuimos el cortisol (la hormona del estrés). Es decir, es un estado que te puede conducir a un liderazgo más eficaz y a una mayor innovación empresarial.
Un ambiente estresante y un estado de alta tensión es con mucha frecuencia la dinámica en la que están inmersos los líderes como tú.
Casi siempre estás en el modo de lucha o huida, y has llegado al punto de sentirte cómodo con este estado, porque te empuja a moverte rápidamente y hacer muchas cosas. Es más, el ambiente en el que estás inmerso con frecuencia te hace creer que si no estás haciendo muchas cosas, no eres productivo. Sin embargo, no es el estado ideal. La reducción del estrés tiene implicaciones favorables en tu liderazgo. Ya que a medida que reduzcas los niveles de cortisol, aumentas tu capacidad de liderazgo.
Al empezar a desarrollar tu liderazgo coherente, podrás romper viejos hábitos y te vuelves más consciente de lo que estas pensando y más cómodo para enfocarte en ideas novedosas.
Entonces, ¿cuándo te encuentras en un estado de coherencia entre tu cerebro y corazón? En forma simplificada, cuando tu corazón y tu cerebro trabajan sincronizadamente y logran trasladar esta sinergia a otras partes de tu cuerpo.
Ten tranquilidad, vas a poder identificar cuando logras esta armonía. Normalmente te sientes más relajado, enfocado y comprometido. Observarás que tu ritmo cardíaco es fluido y rítmico, sin mucho sobresalto. La presencia de ondas alfa es otro indicador de coherencia cerebro-corazón. Las ondas alfa mueven el cerebro, lo que influye en tus pensamientos, emociones y comportamientos, a un estado de relajación, concentración y creatividad. De hecho, las ondas alfa generalmente se crean cuando estás meditando, soñando despierto o haciendo un ejercicio aeróbico. Es decir, es el estado más adecuado para el liderazgo y la innovación.
Ahora bien, pasar a un estado coherente puede parecer incómodo al principio. Eso es normal por que cambiar hábitos y aprender nuevas rutas de hacer las cosas requiere en el comienzo un mayor esfuerzo de tu parte.
En equipos con los que he trabajado, se puede observar que cuando están en un estado coherente, no hay competencia; en cambio, hay colaboración, apoyo y las ideas fluyen libremente. También he observado que cuando trabajo con líderes que están acostumbrados a estar a cargo y controlar el medio ambiente, el cambio es muy fuerte para ellos. Siempre ten en mente que es un proceso. Que todo proceso tiene etapas, por lo que hay que tener paciencia para ajustarse.
Para que logres que tu corazón se comunique con el resto de tu cuerpo, hay varias alternativas: fisiológicamente- con tu sistema nervioso, bioquímicamente- a través de hormonas o de tu ritmo cardíaco.
Observa que he mencionado siempre el corazón primero… y esto es porque se sabe que el corazón versus el cerebro tiene un campo electromagnético 100 veces más fuerte y un campo magnético 5.000 veces más fuerte. Cuando su corazón se mueve, cada célula de tu cuerpo puede sentir ese cambio y se alinea para seguir su ejemplo. Entonces, nuestro punto de partida es tu corazón.
El siguiente ejercicio lo he practicado con líderes de diferentes industrias. Es un ejercicio fácil de realizar. Para este ejercicio trata de enfocarte en los latidos de tu corazón. Cuando comiences a sentir una emoción agotadora, como frustración, irritación, ansiedad o enojo, o antes de una conversación, una reunión de equipo o una llamada de un cliente, tómate tres o cinco minutos para encontrar tus latidos y concentrarte en ellos. Concentra tu atención en el área del corazón. Imagina que tu respiración fluye dentro y fuera de tu corazón o área del tórax, respirando un poco más lento y profundo de lo normal.
Ahora, haz un intento sincero de experimentar un sentimiento regenerativo como el aprecio, amor, el cuidado de alguien o algo en tu vida, etc. Por ejemplo, intenta volver a experimentar el sentimiento por alguien que amas, un lugar especial, un logro, una ayuda que ofreciste, o concéntrate en el sentimiento de calma o tranquilidad.
Cuando te des cuenta, estás logrando el objetivo: armonizar el ritmo de tu corazón. Como te lo mencioné anteriormente, es una forma para alcanzar más rápidamente el estado de coherencia entre tu cerebro y corazón, y vas a ir notando que todo tu cuerpo lo sigue.
A medida que vayas aprendiendo a cambiar tu estado fisiológico (para lograr la coherencia cerebro-corazón), ¡también podrás influir en el estado fisiológico de las personas con las que interactúas! Es maravilloso que logres desarrollar esta habilidad para influir en la generación de equipos más colaborativos, productivos e innovadores.
Ideas para llevar:
- Cuando entramos en un estado coherente, aumentamos la función cognitiva, la creatividad, las habilidades de toma de decisiones y disminuimos el cortisol (la hormona del estrés). Es decir, es un estado que te puede conducir a un liderazgo más eficaz y a una mayor innovación empresarial.
- Cuando aprendes a cambiar tu estado fisiológico para lograr la coherencia cerebro-corazón, también podrás influir en el estado fisiológico de las personas con las que interactúas. Es maravilloso que logres desarrollar esta habilidad por que logras influir en la generación de equipos más colaborativos, productivos e innovadores que alcancen grandes resultados.
Ejercicio:
- Concentra tu atención en el área del corazón. Imagine que su respiración fluye dentro y fuera de su corazón o área del tórax, respirando un poco más lento y profundo de lo normal.
- Ahora, haz un intento sincero de experimentar un sentimiento regenerativo como el aprecio, amor, o el cuidado de alguien o algo en tu vida. Por ejemplo, intenta volver a experimentar el sentimiento por alguien que amas, un lugar especial, un logro, una ayuda que ofreciste, o concéntrate en ese sentimiento de calma o tranquilidad.