De acuerdo con la Ley de Bienestar Animal, los dueños o acompañantes de animales deben recoger y depositar adecuadamente los desechos fecales de sus mascotas en parques, aceras, calles, jardines públicos, playas y demás sitios de uso común.
No hacerlo, expone a la persona a una multa económica (de un cuarto a medio salario base) y puede causar daños severos a la salud. Por ejemplo, se sabe que algunos parásitos que están dentro de los excrementos son transmisibles de animales a seres humanos (los zoonóticos) y se asocian a males gástricos y oculares, entre otras secuelas.
Con esta preocupación en mente y deseosa también de contribuir con el planeta, una costarricense decidió crear su empresa Do & Make Solutions que ofrece bolsas para desechos de mascotas 100% compostables.
Laura Monestel, quien se quedó sin trabajo hace siete meses y buscó alternativas para enfrentar la adversidad, explicó que estas bolsas se degradan en cuestión de siete meses en comparación con el plástico que tarda años de años.
Según dijo, las trae desde Bélgica y están hechas a base de la semilla de cardo en un 40% y un 60% de desechos agroindustriales.
¿Cómo usarlas? Monestel aseguró que, además de depositar en ellas los excrementos que se recogen en calles, aceras, parques o jardines y colocarlas en basureros, otra alternativa es hacer un hueco en el patio (u otro lugar apropiado) y poner ahí las bolsas para que se degraden sin causar contaminación.
Estas bolsas consiguen a través de la página de Facebook de la empresa.
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