Tres alas de pollo crudas, un huevo sin cocinar, brócoli, zanahorias, un tajada de mango y en otra taza, cuatro cucharaditas de yogur. ¿Podrá su mascota disfrutar de un almuerzo así?
Puede ser que le parezca una propuesta extraña, porque lo más común en estos días es utilizar los alimentos concentrados. Sin embargo, algunos veterinarios están convencidos de que este tipo de alimentación, al natural, puede traer grandes beneficios a perros y gatos.
Así nos explicó la veterinaria Mary Carmen Freimann, quien tiene 10 años de experiencia en este tipo de dietas y aceptó compartir sus consejos en +cotas, el nuevo videoblog de ‘La Nación’.
Según ella, no importa la edad que nuestros “amigos de cuatro patas” tengan, pues comer de esta forma les ayudará con su digestión, presentarán menos gases y tendrán un aliento más fresco. Además, les mejorará el pelaje y el olor corporal; se mostrarán más animosos, con más musculatura, no sufrirán obesidad y problemas de alergias, entre otras ventajas.
Eso sí, Freimann aclaró que no se trata de darles las llamadas sobras, o mejor dicho los restos de las comidas que se preparan en la casa. Por el contrario, la idea es ofrecerles alimentos crudos o cocidos que realmente les aporten los nutrientes necesarios.
¿Se atreve?, siga estos ‘tips’
Las carnes crudas o cocidas (pollo, res, pescado, pavo, etcétera), vísceras, cartílagos, grasa (pellejos de la carne) y huevos son los ingredientes estrellas de este tipo de alimentación, porque son la principal fuente de energía y proteína para estos animales.
Las frutas y verduras, también cobran relevancia al ser carbohidratos, pero en el plato solo deben representar el 10%.
Otros alimentos naturales que agregan valor a la dieta de las mascotas es el yogur (sin sabor artificial) porque les mejora la flora bacteriana y obviamente el agua fresca que nunca debe faltarles.
¡Cuidado! Lo que no está recomendado son las semillas de las frutas, el maní, la macadamia, el chocolate, el café o productos con cafeína. Mientras que la sal, la cebolla y el ajo, deben ofrecerse en muy pocas cantidades, solo para dar sabor, aclaró Freimann.
Lo mismo sucede con las harinas y los granos, que no son necesarios y, si se dan en exceso, más bien podrían generar problemas de sobrepeso y otras dolencias.
Los huesos, en cambio, son un deleite para los perros y se convierten en fuente de calcio y otros minerales. No obstante, estos deben ser crudos, ya que al cocinarlos pueden astillarse y resultar peligrosos.
Al igual que sucede con la comida de las personas, a la hora de preparar los alimentos naturales de nuestras mascotas hay que seguir ciertos cuidados. Por ejemplo: que los productos estén refrigerados o sean frescos y que no permanezcan mucho rato al aire libre, para evitar la proliferación de bacterias.
El próximo martes seguiremos conversando de otros temas que nos ayudarán a ser dueños responsables.