Tribunal determinó que, a pesar de la falta de un salario formal, los diezmos gestionados por el pastor eran considerados remuneración, lo que junto con sus obligaciones configuró una relación laboral.
Por tanto
Tribunales comprobaron el acoso telefónico, la violación a la intimidad y la afectación por llamadas mortificantes.
Tribunal señaló uso abusivo del derecho de propiedad; el demandado provocó el desplome de un muro al efectuar obras sin estudios técnicos ni permisos.