Un funcionario del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) se fue a jugar una “mejenga” después de acceder a una reubicación de puesto por razones médicas. Le habían restringido agacharse más de tres veces, levantar objetos pesados, participar en detenciones y exponerse a confrontaciones físicas o situaciones que implicaran estar agachado o en cuclillas.
Cuando descubrieron su participación en el partido, alegó que jugó fuera del horario laboral y que el médico no le prohibió practicar el fútbol, además de que él fue jugador profesional.
Para el momento de los hechos, el funcionario se desempeñaba como custodio de detenidos en el OIJ de Puntarenas, puesto al que fue reubicado mediante el programa “Adaptación laboral por condición de salud”. Dicho esquema procura reintegrar a los empleados a su entorno profesional, ya sea en su cargo habitual o en otro distinto, tras una incapacidad por enfermedad o lesión.
Tanto este programa como el Hospital Monseñor Sanabria señalaron que el funcionario tenía restringidos los esfuerzos físicos descritos.
No obstante, el 19 de marzo del 2024, el custodio participó activamente en un partido de fútbol en la cancha Los Mejengueros, ubicada en El Roble de Puntarenas.
Por este motivo, la Delegación Regional del OIJ abrió un procedimiento en su contra, el cual fue resuelto por el Tribunal de la Inspección Judicial. El órgano concluyó que debía ser sancionado, dado que no contaba con una autorización médica que le permitiera involucrarse en ese tipo de actividad física, aun fuera del horario laboral.
Argumentó que jugó por motivos de salud
En su defensa, el trabajador alegó que había asistido a una cita en la unidad de Neurocirugía del hospital, donde se evaluaron los resultados médicos de unos exámenes para determinar el avance de su padecimiento y la eventual necesidad de una cirugía. Afirmó que, durante la consulta, preguntó al especialista si podía jugar fútbol ocasionalmente, y este le respondió de forma afirmativa.
Agregó que, entre el 2005 y el 2015, fue futbolista profesional con Puntarenas F. C. en primera división, y participó en procesos de selecciones menores del país, incluyendo el Mundial Sub-20 en Canadá en 2007. Por esa razón, sostuvo que jugar con compañeros en ese entorno le resultaba sencillo, ya que implicaba un “esfuerzo mínimo”.
Estos argumentos fueron desestimados por el Tribunal, ya que no se comprobó que, durante la cita médica, el especialista hubiera autorizado su participación en partidos de fútbol.
Tampoco fue de recibo la valoración de que su experiencia previa en el deporte justificara involucrarse en actividades físicas que requerían fuerza y contacto físico, contrariamente a lo dispuesto en el programa y en las recomendaciones médicas que motivaron su reubicación en el puesto laboral de custodio.
No importa que jugara fuera del horario laboral
El funcionario también alegó en su defensa que varios compañeros de trabajo lo habían amenazado con denunciarlo ante su jefatura si participaba en el partido. Consideró que esta advertencia representó un trato discriminatorio debido a su condición de salud y constituyó una intromisión en su esfera privada.
La instancia administrativa determinó que carece de relevancia si el funcionario participó en la mejenga dentro o fuera de su jornada laboral, ya que, al comprometerse a acatar los requerimientos establecidos en su reubicación, debía ajustarse a las condiciones no solo en su trabajo como servidor público, sino también en su vida privada.
Además, el órgano resolutor destacó que en este tipo de situaciones no puede desligarse el cumplimiento de cuidados y restricciones que el funcionario debía observar en distintos ámbitos, ya que ambos comparten como fin la mejora de su condición de salud.
Pese a reconocer y valorar su interés por mantener una buena condición física, el Tribunal aplicó los principios de probidad (integridad y honradez en el actuar) y razonabilidad para calificar la falta como grave e imponer una sanción de dos días sin salario.
Conozca más detalles de esta sentencia en este enlace.
¡Nos contactamos de nuevo en una semana con un nuevo caso! Se despide la periodista Arianna Villalobos.
