Tanta es la oferta alimenticia con aguacate en este restaurante tico que lo asocié con “The Avocado Show”, un famoso local que vi en Ámsterdam, a escasos metros de la fábrica de la famosa cerveza holandesa donde —ahora que lo recuerdo— introducen la bebida en botellas que se asemejan a esa fruta. ¡Todo empieza a calzar!
Pasó Semana Santa y luego de reflexionar, procedí a mi segunda visita a este comercio josefino para probar la quesadilla de pollo. Su muy ligero sabor con chile panameño me trasladó a las cocinas de sazón caribeño y me terminó de convencer para escribir estos párrafos.
Al lado de la ensalada, el aguacate floreció en el platillo con su típico sabor exquisito y suave a avellana, además de la consistencia tierna y cremosa que lo caracteriza.
Avocado Bar en Roma, La Avocaderia en New York, Avobar en Londres y Distrito Aguacate en Guadalajara, México, por mencionar algunos de los que encontré en Internet, ven cómo San José se une a esta oferta gastronómica.
Al tiempo que estudiaba el menú, me intrigó cuál de todos estos sitios habría sido el pionero en el mundo y por qué sus dueños habrían de enfocarse tanto en ofrecer en casi todas sus preparaciones la “palta” (del quechua), como le dicen en Perú y Chile, principalmente.
¿Cuál fue la iniciativa, la semilla o el toc que despertó en el primero de ellos por una opción así de sabrosa? Para intentar responder a esa pregunta, vino Bubba a mi mente, aquel personaje de soldado determinado e insistente que influyó en Forrest Gump para crear una empresa relacionada con los camarones.
“Como te iba diciendo, el camarón es la fruta del mar. Puedes asarlos, hervirlos, guisarlos, freírlos... Hay pinchos de camarones, camarones criollos, empanizados, camarones fritos, salteados”.
Lo anterior lo dijo Bubba, sin parar, día tras día... Era la casi interminable lista de platillos que se pueden preparar con ese alimento y cómo podía llegar al éxito con tal enfoque (subrayé esas dos palabras porque al final concluyo esa lista).
De haberle hablado de aguacate, la pionera habría sido la “Bubba Gump Avocado (Shrimp) Company”.
La realidad es que en lugar del crustáceo, la palabra dominante es aguacate, proveniente de “ahuacatl” (testículo), de la lengua náhuatl usada por los antiguos Aztecas. El local capitalino del que les detallo a continuación se llama L’Avocado Gastro Garden.
Como les iba diciendo, el aguacate es la fruta del campo. L'Avocado ofrece:
Hamburguesas de aguacate con:
-pollo mechado
-*carne mechada (esta la probé, más adelante les cuento)
-palmito rostizado
-torta de pejibaye
-salmón ahumado
Bowls de aguacate con:
-sopa azteca
-salmón
Ensaladas de aguacate con:
-carne mechada
-camarones
-pollo mechado
-palmito rostizado
Más variado:
Fries de aguacate, Avo Toast de aguacate (tostadas), quesadillas de aguacate, postres de aguacate, **bebidas de aguacate (también lo probé y ya casi les cuento) y “¡creo que eso es todo!”, como decía el gran Bubba.
La dirección más precisa la di en el video anterior. Por aquello, están ubicados en barrio La California, en el segundo piso del mercado culinario “Amor de Barrio”, justo arriba de La Sucursal Limeña, opción que ya les había contado y de la cual hago referencia con la siguiente fotografía:
Los precios de los platillos en L’Avocado promedian los 6.500 colones.
Termino contándoles acerca de la primera vez que fui a L’Avocado
*La hamburguesa de aguacate con carne mechada fue una delicia y se debe comer con cubiertos. Sucede que las mitades de aguacate reemplazan al pan y esto hace de la L’avoburguer algo resbaladiza si con los dedos se llevara a la boca. Más aún porque contiene un nutritivo huevo frito. ¿Así o más rico?
**En aquella ocasión, disfruté de un exquisito batido de mango con aguacate. Nada de muecas. Los brasileños son expertos en mezclarlo con azúcar, canela y jugo de naranja para dar con el postre “Dolce de Abacate”.
Las papas y camotes salteados generaban una buena experiencia. Sin embargo, pueden ser más provocativos.
La estancia en el sitio se torna agradable por la luz de la tarde que entraba por todos lados cuando descubrí el segundo piso de Amor de Barrio. La música tiene un sonido moderado y les permite a las personas hablar sin forzar la voz.
Mario Vásquez y Jacqueline Villalobos están unidos por amor mutuo, por amor a la buena cocina y porque son los dueños de L’Avocado. Permanecieron en Heredia por unos meses del 2018 y aseguran haber sido invitados a ofrecer estas delicias en las cercanías del Parque Nacional.
Aceptaron trasladarse y esperan por los comensales nacionales y foráneos deseosos de la palabra reina de este artículo, mencionada en 23 ocasiones hasta aquí.
Bonus track.
Como si se tratara de un disco compacto, y si quedó con ganas de recordar la interminable lista que le dijo Bubba a Forrest Gump, aquí le dejo el resto del cuento.
“Hay camarón con piña, camarón al limón, camarón con coco, camarón a la pimienta, sopa de camarón, guiso de camarón, ensalada de camarón, camarón con papas, frita de camarón, sánguche de camarón... y esto es todo”.
¿Cómo no iba Forrest a crear una empresa a partir de ese alimento luego de la muerte de su amigo en la extensa guerra de Vietnam? Eso se llama “amor por un amigo”.
Y si de otro amor hablamos, me contó Mario Vásquez que muchos trabajadores de este mercado culinario pasan al final de sus respectivas jornadas para llevarles a sus parejas algunas preparaciones con aguacate, ya que las consideran como un detalle muy bonito y presentable. Señoras y señores, eso se llama “amor del bueno”.
¿Es que quién no se comería un aguacate siendo este tan increíblemente tierno? ¡Miau! Colorín colorado, con esa onomatopeya he terminado.
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Fin.
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