Victoria, ama cocinar, cantar, tiene 27 años, es alegre y transexual.
Llegó a su primer trabajo a la expectativa, esperando todo, y nada, y, para su sorpresa, la experiencia fue maravillosa, hizo amistades que nunca la vieron como una persona trans, la recibieron como un ser humano integral, obviando etiquetas innecesarias.
“De las mejores experiencias cuando entré a trabajar fue cuando recibí el gafete que decía Victoria, y no mi nombre anterior. Permitieron que me desarrollara como persona. Una vez escuché a un jefe de departamento contándole a su grupo que yo ahora era parte de la empresa y que me iba a tratar con igualdad, que me iban a dejar entrar al baño que yo eligiera… eso, es una señal clara de respeto”, agregó Victoria.
Esa agradable experiencia laboral, no fue la misma para Troy. Él también es trans, pero, a diferencia de Victoria, él fue sometido a maltrato y abusos, tanto emocionales como físicos.
Trabajaba en una empresa autobusera, y, cuando le dijo a una compañera y a su jefe su preferencia sexual, ellas le recomendaron quedarse callado, ya que sus propios compañeros lo podían agredir.
“En ese momento les dije que no me podía quedar callado porque pronto iba a empezar mi proceso de cambio. Finalmente, después de muchos abusos terminé renunciando”, contó Troy.
Llegó a otra empresa, a trabajar como oficial de seguridad, y el acoso de los compañeros, e incluso, de uno de sus jefes a quien tuvo que denunciar, ha sido permanente.
Esta realidad de violencia es la que viven muchas personas que pertenecen al grupo LGBTIQ+, tanto en Costa Rica como el resto del mundo.
Dolorosa realidad
Según datos del Frente por los Derechos Igualitarios, entre el 4 de febrero al 22 de marzo de 2018 se registró un total de 32 casos de violencia hacia persona LGBTIQ+.
De las 32 denuncias, 21 fueron registradas en San José, 68,7% fue por violencia verbal y 15,5% por violencia física.
Entre mayo 2018 y enero de 2021, un total de 585 personas cambiaron su nombre, según la identidad de género auto percibida. Y, entre mayo de 2020 y mayo de 2021, se inscribieron 912 matrimonios entre personas del mismo sexo.
— Registro Civil.
Por otra parte, según datos a nivel mundial de Free & Equal, Naciones Unidas, entre la mitad y 2/3 de jóvenes LGBTIQ+ sufrieron bullying escolar. Además, según el mismo estudio, los jóvenes LGBTIQ+ son 4 veces más propensos a cometer suicidio en comparación con personas heterosexuales, mientras que las personas trans jóvenes son 10 veces más propensas a cometer suicidio que la población general.
Discursos de odio
Resultados preliminares de “Discursos de odio y discriminación en redes sociales, Costa Rica”, julio de 2021, de la Oficina Naciones Unidas, Costa Rica, revelan la intolerancia y mofa con la que aún muchos se refieren a la población LGBTIQ+.
Esta investigación arrojó que:
• 98.865 conversaciones: sobre orientación sexual e identidad de género, con intencionalidad negativa o neutral.
• El 78% de entradas que utilizaron los calificativos de “playo” y “maricón” provenían de hombres.
• Neutral: “No soy homofóbico, pero…”.
• Se observó un uso extendido de la palabra “asco”.
De frente a los retos
Ante esta realidad, Víctor Madrigal, experto independiente de orientación sexual e identidad de género de Naciones Unidas, asegura que el reto principal en este momento es dar visibilidad a las formas de discriminación, y violencia a las que son sometidas muchísimas personas debido a su orientación sexual e identidad de género.
Y, un segundo reto, es, identificar medidas efectivas que pueden ser tomadas por los estados y por otras entidades en la lucha contra todas las formas de violencia que existen en este momento.
“Actualmente, 69 países criminalizan la homosexualidad, el lesbianismo, y otras manifestaciones de identidad de género. Además, hoy existen 10 países que tienen la pena de muerte instaurada para este grupo, y 5 la aplican regularmente (Irán, Sudán, Yemen, Afganistán e Irak).
Por otra parte, existen en muchos países del globo, algunos de Latinoamérica, prácticas horrendas de conversión, también mal llamadas terapias de conversión, prácticas que dejan terribles secuelas, físicas y emocionales”, agregó el experto internacional.
Ante esta realidad, toda la sociedad se debe involucrar en un trabajo conjunto, en favor de la defensa de los derechos humanos de esta población, y en ese sentido, la empresa privada, cumple un rol fundamental, al igual que los Estados y todo tipo de organizaciones independientes, tanto públicas como privadas.
En favor de los derechos de las personas LGBTIQ+
Esta necesidad urgente impulsó a la Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED), a realizar esfuerzos con las empresas para promover políticas que fomenten el respeto a los derechos humanos de esta población, con prácticas como La Declaración de San José.
Esta, es una iniciativa liderada por AED a través de su plataforma de articulación empresarial Pride Connection, que busca que las empresas y organizaciones se comprometan con 10 principios a favor de la promoción de los Derechos Humanos de las personas LGBTIQ+.
La Declaración de San José permite que las organizaciones realicen un diagnóstico sobre sus prácticas para determinar cuáles son sus fortalezas y oportunidades en relación con la inclusión de las personas LGBTIQ+ y establezcan prioridades y compromisos públicos que les permitan mejorar de manera continua. Consulte los compromisos de las 72 empresas firmantes 2022. https://www.aedcr.com/recurso/publicaciones/reporte-y-compromisos-empresariales-declaracion-de-san-jose-2022 Las organizaciones firmantes buscan crear espacios de trabajo respetuosos de los Derechos Humanos de las personas LGTBIQ+.
Iniciativas como esa, buscan, además, hacer efectivas las leyes que en el país protegen los derechos de todos los grupos sociales.
El marco legal de protección
Por ejemplo, en el año 2016 se reformó el artículo 404 del Código de Trabajo, e incluyó la “orientación sexual” entre los motivos prohibidos de discriminación en el empleo.
Este esfuerzo hizo que se prohibieran legalmente los despidos por razones que tuvieran que ver con alguna preferencia sexual.
Además, el artículo 33 de la Constitución Política indica que: “toda persona es igual ante la ley y no podrá practicarse discriminación alguna contraria a la dignidad humana”.
Sin embargo, popularmente, aún se percibe discriminación, violencia y exclusión en el día a día.
Según Erika Linares, directora de la Dimensión Social de AED, es importante que las empresas comprendan que, a través de políticas laborales basadas en respeto, la sociedad va teniendo cambios positivos, y que además, las empresas también perciban beneficios en su operación y que así los den a conocer.
“Las compañías con culturas y políticas inclusivas muestran aumento en creatividad e innovación, ya que sus colaboradores valoran el respeto cuando ve que su empleador apoya las diferencias, además, muestran mayor confianza y compromiso”, aseguró Ericka Linares.
Según el estudio “Out to Succeed: Realising the full potential of LGBT+ talent”, 2018.
Se espera que para el 2030, gran parte de la fuerza laboral será millenial, y según los estudios se siente más atraído y comprometida con empresas más sensibles a los temas de diversidad e inclusión.
— AED
“La inclusión LGBT+ es un diferenciador empresarial cada vez más poderoso, capaz de generar un valor significativo”.
Además, según una encuesta del mismo estudio, el 96% de los empleadores encuestados consideran que tener una política de inclusión les ha permitido acceder a mejor talento.
Esta realidad también es respalda por el estudio Catalyst 2020 y Deloitte/BJKLI, 2017, que indica que, las empresas con culturas y políticas comerciales inclusivas muestran un aumento de un 59,1% en creatividad e innovación.
Los beneficios de un lugar de trabajo inclusivo son:
· Mayor satisfacción laboral.
· Menor rotación.
· Mayor productividad.
· Mejor estado de ánimo del personal.
· Más creatividad e innovación.
· Mejor solución de problemas.
· Mayor flexibilidad organizacional.
· Atracción de talento.
Herramientas disponibles
Entre tanto, y según Vic Castro de comunicación de AED, esta institución cuenta con una serie de herramientas, disponibles para las empresas buscan implementar un proceso correcto de políticas de inclusión.
“Existe la Caja de Herramientas para la integración de las personas LGBTI en los espacios laborales, AED, que incluye herramientas para el trabajo en procesos de información, educación y comunicación en el tema de las Personas LGBTI y los procesos de discriminación en los cuales pueden verse perjudicadas desde el ámbito organizacional de las empresas”, agregó Vic Castro.
Además, también se cuenta la Caja de Herramientas Hacia una cultura laboral inclusiva de las personas LGBTIQ+, está dirigida al sector privado, y contiene elementos prácticos con el objetivo de aportar a la construcción de entornos laborales seguros y libres de violencias, colocando al ser humano en el centro. Se trata de comprender la diversidad humana y consecuentemente, la importancia de crear entornos inclusivos.
También existe el Diagnóstico Herramienta Empresarial de las Normas de Conducta LGBTIQ+ de la ONU, que pone de relieve buenas prácticas para promover la igualdad de las personas LGBTIQ+ en todo el mundo, permite medir el progreso a lo largo del tiempo y ofrece recursos para la mejora continua, con lo que ayuda a las empresas a cumplir con sus responsabilidades en materia de derechos humanos y ser agentes de cambio activos.
Estas y otras herramientas de apoyo se pueden obtener a través de AED a través de los siguientes contactos viccastro@aedcr.com