Se ha hecho popular la idea de que, si se usa un cargador incorrecto (es decir, otro que no sea el original) para suministrarle carga al teléfono, esto podría generar en la explosión del dispositivo o, en un panorama menos trágico, en el daño al sistema, impidiendo que funcione correctamente.
¿Son ciertas estas ideas?
Lo primero es tener claro que el hecho de que la entrada del teléfono acepte una salida que calza perfectamente, no quiere decir que ese cargador sea el recomendable para utilizarlo ahí. Es cierto que, probablemente, ahorre en la compra, pero esto podría salirle más caro ante un eventual daño provocado por saltos de corriente. Así que la respuestas es sí.
Estos son algunos aspectos en los que hay que fijarse en cuanto al cargador:
La fabricación: Este factor es importante, desde la cobertura de sus componentes, hasta la filtración por cables mal soldados, algo que podría llevar a producir un corto circuito. Hay un detalle más difícil de ver por el usuario, pero es útil que haya una separación entre los circuitos de alta y baja tensión. Si se quisiera identificar esto, podría abrirse el cargador para revisar si los circuitos están recubiertos y distanciados uno del otro.
El voltaje: Usar un cargador cuyo voltaje (tensión eléctrica) y amperaje (intensidad de la corriente) es menor al necesitado por el dispositivo podría afectar la tarea, especialmente en el tiempo de carga. Es decir, si con el cargador el teléfono llega a un 100% de carga en una hora de estar conectado, con la opción genérica, podría demorarse tres o cuatro veces más. ¿Cómo identificar el voltaje y amperaje del teléfono? Lo más común es que aparezca anotado en la batería, así: x,x V / xxx mAh. En el cargador también debería aparecer igual.
Certificación: Los accesorios originales vienen con una certificación que recomienda su uso en los dispositivos originales. Por el contrario, si se produjera un daño en el teléfono, causado por un cargador trucho, no hay cómo reclamar la responsabilidad del fabricante, pues este suele hacer la recomendación de usar únicamente cargadores propios de la marca.
El estado del cargador: Si es que el cable está realmente maltratado, existe la posibilidad de que ni siquiera cargue el teléfono. En caso de que todavía transmita corriente, de todas formas, un cable muy roto podría generar problemas adicionales en el teléfono.
Otros de los riesgos, más allá del eventual daño al dispositivo, es que se perjudique a la batería o que la pantalla táctil deje de funcionar mientras se está cargando… y bueno, un cargador trucho tiene más posibilidades de dejar de funcionar correctamente en menor tiempo.
Un mito más, relacionado con este tema, pero que ha sido aclarado en los últimos años es el referente a si es malo que el smartphone se quede pegado a la corriente mucho después de haber alcanzado el 100%. En este caso, el riesgo no existe, debido a que las baterías son inteligentes y no se sobrecargan cuando alcanzan su límite. Eso sí, se recomienda cargar el teléfono cuando realmente sea necesario, idealmente entre 15 y 30%.
Hechas las recomendaciones, queda en manos del consumidor su decisión de compra la próxima vez que necesite comprarse un cargador.