Preguntarse cómo podría uno diseñar y construir una ciudad en el planeta Marte que albergue a un millón de personas no es algo que se le ocurre a mucha gente. Mentes mucho menos inquietas estarían concentradas en resolver problemas más terrenales.
Sin embargo, un grupo interdisciplinario de costarricenses asumió el reto planteado por la empresa HP Inc con su plataforma Launch Forth, que entre otros desafíos, se dio a la tarea de convocar propuestas para urbanizar el planeta rojo.
El equipo tico entregó la suya y fue una de las aceptadas entre 392 a nivel mundial que se enviaron para el proyecto. HP Inc.. propuso a las mentes creativas del mundo crear la infraestructura necesaria para que una comunidad de un millón de personas puedan vivir y prosperar en Marte, tomando en cuenta todas las limitantes físicas de ese planeta: las condiciones atmosféricas, las características del terreno y la radiación cósmica que se podrían incidir en la construcción proyecto en un entorno hostil para los humanos.
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“La experiencia fue un gran reto, fue algo que nunca se había hecho en (nuestra) oficina y que yo nunca había hecho. Es un acercamiento a un proyecto con una óptica completamente nueva, nos obligó a investigar un montón y a utilizar nuevos mecanismos de trabajo, pensar diferente, trabajar diferente...”, explicó Pablo Mora, líder del proyecto.
Junto a Mora, Juan Pablo Duque –ingeniero en Mantenimiento graduado del Tecnológico de Costa Rica (TEC)–, Michael Quirós y Federico Peña (también ingenieros) conformaron el equipo que propuso un diseño inspirado en la estructura de las células.
Bautizaron su propuesta con el nombre de AreoCell, compuesto por el nombre del dios griego de la guerra Ares y la palabra célula que es la estructura básica de todo ser viviente. Para el equipo, AreoCell es la semilla de una civilización en Marte para que sus habitantes disfruten y se enamoren del paisaje marciano y que sea suficientemente estimulante para realizar las tareas del día a día con su diseño espacioso.
“No nos salimos de la teoría ni propusimos algo irrealizable. La idea siempre fue hacer algo muy práctico, realmente concreto”, apunta Juan Pablo Duque, egresado del TEC.
“Los planteamientos de ingeniería no los pensamos solo porque fuera muy bonito, sino que buscamos eficiencia, información que maneja la NASA, números de radiación, y otros elementos que nos permitieran plantear un escenario que fuera un planteamiento realista, algo operativo”, agrega.
La propuesta de AreoCell logro clasificar a una segunda ronda como finalista. Los integrantes del grupo de ingenieros y arquitectos costarricenses se sienten satisfechos con lo que lograron.
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“Nosotros nos sentimos muy orgullosos del resultado, de haber podido representar al país de buena forma. Esperábamos una mejor posición, pero fue la decisión que tomó el jurado, y a final de cuentas nos sentimos bien de haber quedado entre los finalistas, ya que competimos con propuestas de todo el mundo”, dice Pablo Mora, líder del equipo.
Entre los miembros del jurado destacan el vicepresidente de diseño industrial de HP Inc, Stacy Wolff, la investigadora jefe de Ciencias Biológicas Analógicas de la Nasa, Darlene Lim, el representante de la misión espacial a Marte de la Agencia Espacial Europea, Sanjay Vijendran, el presidente de la Sociedad de Marte, Robert Zubrin, y el presidente de Dreamworks Animation Group, Chris DeFaria.
El equipo de cuatro costarricenses creadores de AreoCell hoy trabajan en la empresa Apame, una firma Josefina de ingeniería, arquitectura y soluciones de construcción.