En un mundo donde la computación cognitiva y el manejo de big data son herramienta de todos los días, un rumor encontró terreno fértil desde hace un año: Facebook usa su poder computacional para escuchar nuestras conversaciones y usarlas para presentarnos publicidad teledirigida sobre los temas que conversamos.
Como ejemplo, el diario estadounidense The Houston Chronicle publicó el 5 de noviembre una historia referente al tema en su sección de Tecnología. Un día después lo hace el periódico español La Vanguardia. El rotativo británico The Telegraph publicó una nota del tema el pasado 30 de octubre. En esa misma fecha, el diario español 20 minutos también reprodujo la noticia.
Y basta con hacer una búsqueda en Google con los términos “Facebook”, “escucha” y “micrófono” para que los resultados salgan, tanto en inglés como en español, en blogs de tecnología y en otros medios noticiosos.
En cada una de estas informaciones, varias personas –periodistas de tecnología, analistas de datos y blogueros, entre otros– afirman haber visto en su línea de tiempo anuncios de productos que casualmente habían mencionado a otras personas durante sus conversaciones telefónicas.
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Facebook en repetidas ocasiones ha declarado que la empresa no usa las conversaciones telefónicas para extraer datos de los usuarios y así perfilar la publicidad a las necesidades inmediatas. Sin embargo, las declaraciones en todas estas historias son las mismas: es demasiada la casualidad que, luego de mencionar un tema en una conversación, avisos relacionados con esa conversación comienzan a aparecer.
¿Cuál es la relación entre lo que hablamos en nuestro teléfono inteligente y los datos que usa Facebook?La aplicación siempre requiere usar varios recursos de nuestros teléfonos móviles para cumplir con todas las funciones de la red social: la ubicación para presentarnos opciones cerca de nosotros, la cámara y la galería de fotos para acceder a las imágenes que tomamos, y el micrófono para adjuntar el audio cuando realizamos una transmisión en vivo (conocida comoFacebook Live).
Existe también una función solo disponible en Estados Unidos que escucha el sonido ambiente para detectar música y bandas sonoras de películas que estemos escuchando y así crear una actualización de estado donde menciona la canción o la película.
Como medida de seguridad, el sistema operativo de nuestros teléfonos nos solicita la autorización para que las aplicaciones usen estos recursos. Quienes sospechan de esta conspiración afirman que, al darle acceso al micrófono de nuestro dispositivo, Facebook comienza a capturar el audio de nuestras conversaciones para procesarlo y usarlo como inteligencia de datos, con el fin de afinar el perfilado de clientes para aquellos que se anuncien en la red social.
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Los sistemas de reconocimiento de voz necesitan almacenar los datos de nuestra voz: la pronunciación de las palabras, la construcción de frases, y la entonación que usamos, entre otras variables, para crear una gran base de datos de cómo decimos las cosas y así interpretar el habla natural.
Conversaciones monitoreadas más fácilmente
Entre más usemos Google Allo, Cortana y Siri, más contribuimos a que la herramienta funcione mejor. Solo así es que se logra que los asistentes digitales activados por voz reconozcan la conversación natural para entender instrucciones sin importar que lo hagamos de formas diferentes.
“Teóricamente, es posible hacer uso de los datos de conversaciones y depurarlos para extraer datos sobre productos o servicios. Sin embargo, Facebook ha declarado en numerosas ocasiones que no lo hace. ¿Les creemos?”, comenta Jeff Schmidt, docente e investigador del TEC.
“Las apps pueden ‘escuchar’ al usuario e, incluso, grabar deforma local o transmitir esas conversaciones. Desde el punto de vista técnico es factible”, agrega.
Schmidt, quien es coordinador general de GoTouch –una iniciativa de investigación y desarrollo de apps educativas en el TEC–, apunta a que si estas empresas llegara a usar las conversaciones con fines publicitarios podría verse como una invasión a la privacidad de los usuarios.
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“Muchos, alrededor del mundo, podrían optar por dejar aplicaciones o plataformas que no respeten el derecho a la intimidad que todas las personas deberían tener”, explica.
Para Schmidt, el tema sigue abierto: “técnicamente es factible; éticamente no debería ser”, agrega.
Si siente alguna incomodidad de saber que Facebook, Instagram y Google podrían estar usando su voz para escuchar si menciona alguna marca, puede limitar el acceso de estas aplicaciones a su micrófono y solo encenderlo cuando realmente lo necesite.
Cada sistema operativo tienen su forma de hacerlo, pero lo que se busca es cancelar los permisos de estas aplicaciones para usar el micrófono.