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En el corazón de Purral, Goicoechea, San José, un grupo de diez personas unidas por la esperanza trabaja incansablemente en un proyecto que va más allá de la agricultura: Semillas de Fe. Este emprendimiento, respaldado por el Banco Nacional y Fundación Dejando Huella, no solo busca fomentar la producción de alimentos, sino también generar un impacto significativo en la comunidad y ofrecer una fuente de empleo sostenible.
La coordinadora del proyecto, Lizbeth Ledezma, explica que el proyecto surgió como una iniciativa para ofrecer apoyo a familias beneficiarias de vivienda, promoviendo la auto-sostenibilidad a través de la agricultura.
“El plan piloto del proyecto nace para brindar apoyo a las familias beneficiarias de bono de vivienda. La meta es que sea fuente de empleo para los mismos beneficiarios”, menciona Ledezma, enfatizando que, tras casi un año de capacitación, el grupo ha dominado los fundamentos de la agricultura y el manejo de residuos.
La formación ha sido un pilar fundamental en este proceso. Los participantes, que inicialmente no tenían experiencia en cultivos, han recibido capacitación técnica de ingenieros agrónomos, así como apoyo psicológico para mejorar sus habilidades de resolución de conflictos y trabajo en equipo.
“El aprendizaje práctico ha sido crucial. Antes, sembrar una planta era un acto sencillo, pero ahora comprendemos la importancia del manejo adecuado de los cultivos y cómo combatir plagas”, agregó Ledezma.
La huerta de Semillas de Fe cuenta con aproximadamente 30 bancales, donde se cultiva lechuga, culantro, apio y variedades menos conocidas pero nutritivas como el kale y acelgas.
Impacto en la comunidad
La producción de hortalizas no solo beneficia a quienes trabajan en la huerta, sino que también abastece al condominio Vistas de Guadalupe, en donde se ubica la huerta. Lizbeth indica que, actualmente, los productos se comercializan dentro de la comunidad, y hay planes para expandirse a mercados cercanos.
Apoyo
Lizbeth Ledezma también subraya el apoyo del Banco Nacional: “ellos han sido un pilar muy grande, son los que nos han inculcado y los que han despertado en nosotros ese deseo de cuidar esto, de defenderlo, de amarlo, de echarle ganas todos los días”
Este respaldo ha sido crucial para transformar las aspiraciones de la comunidad en una realidad tangible, permitiendo que el proyecto crezca y se consolide.
“Yo le puedo decir que en Costa Rica no hay una huerta urbana como la que tiene este condominio. Nos sentimos muy orgullosas de haber acudido al llamado, de acompañar a los agrónomos que nos han apoyado en esta parte y de contar con el apoyo de las chicas que realmente son ellas las protagonistas".
— María José Esquivel, asistente técnica de Dejando Huella.
Innovación y Sostenibilidad
El proyecto no solo se enfoca en los cultivos. También incluye la cría de gallinas y tilapias, así como un sistema de acuaponía que integra la producción de pescado con el cultivo de plantas. Este enfoque permite un uso más eficiente de los recursos.
Además, se están implementando tecnologías modernas en la gestión de los cultivos. Un sistema de riego automatizado, que se adapta a las condiciones meteorológicas, ayuda a optimizar el uso del agua.
Un futuro alentador
El proyecto Semillas de Fe es un ejemplo de cómo la colaboración entre instituciones y la comunidad puede transformar vidas. Con el apoyo del Banco Nacional y Dejando Huella, las familias no solo están aprendiendo a cultivar, sino también a desarrollar un sentido de pertenencia en la comunidad.
“El papel del Banco Nacional es fundamental porque viene a aportar esos fondos no reembolsables para hacer efectiva la idea de negocio que ahora se va convirtiendo en una realidad”
— Stephanny Mora, encargada del Programa Transformando Comunidades del Banco Nacional.
A medida que el proyecto continúa creciendo, Lizbeth Ledesma y su equipo tienen la vista puesta en la expansión, no sólo en términos de producción, sino también en el impacto social que pueden generar.
“El cielo es el límite”, afirma con entusiasmo, resaltando que la posibilidad de crear más empleos y ofrecer productos frescos y orgánicos a la comunidad es solo el comienzo de esta ambiciosa iniciativa.
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