Phoenix. Las elecciones de medio mandato en Estados Unidos se vieron perturbadas en Arizona por problemas técnicos que afectan a algunas máquinas en el condado más poblado del estado, anunciaron este martes las autoridades locales, asegurando que esto no impidió que los electores votaran.
En el condado de Maricopa, que incluye la capital del estado del Gran Cañón, Phoenix, y sus alrededores, “aproximadamente el 20%” de los 223 colegios electorales experimentan “un problema” con las máquinas encargadas de leer las papeletas, explicó en Twitter Bill Gates, director de la junta de supervisores de esta región.
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Es en torno a este condado de 4,5 millones de habitantes que se centraron gran parte de las denuncias —desestimadas— de fraude electoral en el 2020 en este estado, donde el demócrata Joe Biden le ganó al republicano Donald Trump.
“Estamos tratando de resolver este problema cuanto antes”, dijo Gates, al tiempo que aseguró que eso no impidió que se votara.
En caso de problema, se brinda una “alternativa”, insistió. Los votantes pueden depositar sus papeletas en una “caja segura”, que luego se abrirá “más tarde en la noche” para contar los votos con máquinas que funcionen correctamente. También pueden ir a otro colegio electoral.
Tan pronto como abrieron los centros de votación, uno de los colegios electorales ubicados en una biblioteca del centro tuvo problemas con sus máquinas, constataron periodistas de la AFP. Solo los votantes que ya tenían su papeleta sellada en un sobre podían depositarla, a los demás se les pidió que se dirigieran a otra oficina a 500 metros de distancia.
Esto bastó para reforzar la desconfianza de algunos habitantes de este estado del suroeste, donde algunos candidatos republicanos aún cuestionan la victoria de Biden sobre Trump en el 2020, con apenas 10.000 votos de diferencia, pese a varias auditorías y recuentos que demostraron la validez de los resultados.
“Esta máquina debería haberse probado hace mucho tiempo, la semana pasada”, indicó a la AFP Donald Newton, un votante republicano descontento que logró votar en un centro aledaño y cree firmemente que las elecciones del 2020 “fueron robadas”.
Como muchas personas entrevistadas por AFP en las últimas dos semanas, este octogenario suscribe una teoría conspirativa alimentada por un documental de extrema derecha, según la cual en el 2020 se agregaron votos en las urnas.
“Está sucediendo de nuevo”, exclamó otro votante, que pidió pasar a otro colegio electoral y que no quiso dar su nombre. En Twitter, algunos videos mostraban filas de votantes descontentos, cuestionando a los voluntarios a cargo de las operaciones de votación.
Antes de la votación, vigilantes, a veces armados, supervisaron las urnas de metal similares a buzones de correo, donde los votantes podían depositar sus papeletas por adelantado en Arizona.