Washington. El presidente estadounidense Joe Biden dijo este miércoles que espera una “significativa desescalada” en el conflicto militar entre Israel y los palestinos, mientras que el primer ministro Benjamin Netanyahu advertía que todas las opciones siguen sobre la mesa.
“El presidente expresó al primer ministro que espera una significativa desescalada hoy para encaminar un cese al fuego”, según el comunicado emitido por la Casa Blanca tras la cuarta conversación entre ambos líderes desde el comienzo de la crisis.
Por su lado el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que no descartaba “ir hasta el final” contra el movimiento islamista Hamás, si la opción disuasiva no da frutos, después de diez días de cruentos bombardeos.
“Solo hay dos posibilidades para hacerles frente: bien ir hasta el final, que es todavía una posibilidad, bien la disuasión, y actualmente estamos inmersos en una disuasión firme”, afirmó el primer ministro a embajadores en Tel Aviv.
“Debo decir que no descartamos ninguna opción”, agregó.
El ejército israelí anunció este miércoles que realizó disparos de artillería contra el sur de Líbano luego del lanzamiento de cuatro cohetes desde ese país.
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“Cuatro cohetes fueron disparados desde Líbano hacia territorio israelí. El escudo antimisiles Cúpula de Hierro interceptó a uno de ellos y los otros tres cayeron probablemente en terrenos descampados. En represalia, nuestra artillería disparó contra objetivos en territorio libanés”, indicó el Ejército en un breve comunicado.
Por el momento no se informó de víctimas.
En el enclave palestino, gobernado por el movimiento islamista Hamás, los bombardeos israelíes se focalizaron sobre los sectores de Jan Yunes y Rafah, en el sur, según un corresponsal de la AFP.
Desde que empezó este nuevo ciclo de violencia, el 10 de mayo, al menos 227 palestinos —de ellos, 64 menores— han muerto por los bombardeos israelíes en la franja de Gaza, según el Ministerio de Salud local. En Israel, los tiros de cohetes desde Gaza han causado 12 muertos, según la Policía israelí.
En el plano diplomático, Berlín anunció que su ministro de Relaciones Exteriores Heiko Maas viajará el jueves a Israel y Ramala (Cisjordania ocupada para reunirse con su homólogo israelí, Gabi Ashkenazi, con el ministro de Defensa, Benny Gantz, con el presidente israelí, Reuven Rivlin y con el primer ministro palestino Mohamed Shtayyeh.
Crisis humanitaria
En Gaza, un enclave densamente poblado de dos millones de habitantes y sometido a un bloqueo israelí desde hace casi 15 años, a la inseguridad en la que vive su población se suma el riesgo de una crisis humanitaria, agravado por la pandemia de coronavirus.
Unas 72.000 personas han tenido que dejar sus hogares y 2.500 han perdido su vivienda en los bombardeos, según la ONU.
El ejército israelí asegura que en sus últimos ataques apuntó contra lo que denomina “el metro” —túneles subterráneos que, según Israel, el movimiento islamista Hamás utiliza para transportar munición— y contra las viviendas de altos responsables de Hamás.
Entre bastidores, una mediación ejercida por Egipto, interlocutor tradicional de Israel y de Hamás, no desembocó en ningún avance concreto, confirmaron este miércoles fuentes diplomáticas egipcias.
Desde el inicio de este pico de tensión se han lanzado 3.750 cohetes desde Gaza, pero cerca del 90% de estos han sido interceptados según las fuerzas armadas israelíes.
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Entretanto, en Cisjordania, el levantamiento de jóvenes palestinos contra la ocupación israelí, uno de los más violentos de la última década, ha dejado 24 muertos desde el 10 de mayo.
El conflicto estalló por el lanzamiento de una andanada de cohetes de Hamás contra Israel en “solidaridad” con los cientos de manifestantes palestinos heridos en enfrentamientos con la policía en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén Este.
La violencia se originó por la amenaza de expulsión de familias palestinas a favor de colonos israelíes en un barrio palestino de Jerusalén Este, ocupado por Israel durante más de 50 años.
El último gran enfrentamiento entre Israel y Hamás fue en el verano del 2014. El conflicto, que duró 51 días, asoló la franja de Gaza y causó la muerte de al menos 2.251 palestinos, la mayoría civiles, y 74 israelíes, casi todos soldados.