Washington. El presidente Joe Biden llamó este jueves al mundo a “actuar” para frenar el calentamiento global, al asumir un mayor compromiso de Estados Unidos para reducir las emisiones contaminantes, una postura aplaudida por la comunidad internacional tras la negación de la era Trump.
“El costo de la inacción sigue aumentando. Estados Unidos no esperará”, afirmó Biden al abrir una cumbre internacional del Día de la Tierra auspiciada por la Casa Blanca.
“Tenemos que actuar, todos nosotros”, insistió.
Biden, que regresó al Acuerdo de París que su predecesor Donald Trump, un escéptico del cambio climático, había abandonado, anunció la meta de Estados Unidos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 50% y un 52% para el 2030 en comparación con el 2005.
Además, afirmó que Washington duplicará para el 2024 su ayuda vinculada al clima para los países en desarrollo, en relación a los niveles registrados diez años antes.
LEA MÁS: Biden quiere acelerar la lucha contra el cambio climático, pero ¿se puede confiar en EE. UU.?
Antes de sus 100 días en el cargo, Biden convocó a unos 40 líderes mundiales a una cita de dos días por videoconferencia con miras a preparar el terreno para la conferencia de la ONU en Glasgow en noviembre, que buscará mejorar el Acuerdo de París.
El pacto del 2015 aspira a mantener la temperatura del planeta dentro de unos 1,5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, el umbral requerido según los expertos para evitar los efectos más severos del cambio climático.
Hasta ahora, más de la mitad de la economía mundial se ha comprometido a tomar medidas en ese sentido, manifestó John Kerry, el enviado del clima de Biden.
Japón, tercera economía del mundo, dijo el jueves que apunta a bajar las emisiones de CO2 en un 46% para el 2030, significativamente más de lo prometido anteriormente.
Canadá anunció una caída de entre un 40 y 45% para el 2030 con respecto al 2005, en lugar del 30% previo.
‘Cambio de reglas de juego’
La Unión Europea indicó esta semana que reducirá las emisiones “al menos el 55%” para el 2030 con relación a 1990, después de que el Reino Unido prometiera la ambiciosa meta de bajar las suyas un 78% para el 2035 respecto a los niveles de 1990.
El primer ministro británico, Boris Johnson, que acogerá la COP26 en Glasgow, saludó el compromiso de Biden como un “cambio de reglas de juego”.
“Estoy encantada de ver que Estados Unidos ha vuelto”, afirmó la canciller alemana, Angela Merkel.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cercano a Trump, anunció que el gigante suramericano buscará la neutralidad de carbono para el 2050, diez años antes de la meta anterior. También se comprometió a “eliminar la deforestación ilegal en Brasil para el 2030”.
Sin embargo, la devastación de la Amazonía creció drásticamente desde que llegó al poder en enero del 2019, por lo que su conversión verde genera dudas.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aprovechó la cumbre para decirle a Biden que el fenómeno migratorio “no se resuelve con medidas coercitivas”, proponiéndole financiar un plan de reforestación en México y Centroamérica que podría generar 1,2 millones de empleos.
Estados Unidos ha registrado una creciente afluencia de indocumentados a su frontera sur, la mayoría centroamericanos huyendo de la pobreza y desastres naturales.
Greta y carretillas rosadas
Para el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, las promesas son un punto de inflexión para el medio ambiente, pero “queda un largo camino por recorrer”.
Bajo el pacto de París, Estados Unidos debía reducir las emisiones entre un 26 y un 28% para el 2025, un objetivo casi duplicado ahora por Biden.
SIn embargo, Greta Thunberg, la emblemática activista sueca de 18 años, arremetió contra los políticos en una audiencia por video en el Congreso estadounidense, en la que exigió dejar de subsidiar los combustibles fósiles.
“¿Cuánto tiempo creen que pueden seguir ignorando la crisis climática, el aspecto global de la equidad y las emisiones históricas sin tener que rendir cuentas?”, afirmó mientras se desarrollaba la cumbre.
En una muestra más apestosa de descontento, coreando “se acaba el tiempo”, ambientalistas arrojaron carretillas rosadas llenas de bosta cerca de la Casa Blanca para ilustrar su opinión sobre el plan de Biden para abordar la crisis climática.
De Macron... a Putin
El compromiso de Biden aumenta la presión sobre China, segunda economía mundial y el mayor emisor de carbono, muy por delante de Estados Unidos.
Tras una visita de Kerry a Shanghai el fin de semana, el presidente chino, Xi Jinping, reiteró el jueves su promesa del año pasado de alcanzar la neutralidad de carbono para el 2060.
China “seguirá un camino verde”, auguró Xi, señalando que dejará de usar carbón, la energía más contaminante, un tema políticamente sensible por los trabajos que genera la minería.
India, el tercer mayor emisor de CO2 aunque muy por debajo de los países occidentales en términos per cápita, tampoco se propuso nuevas metas, pero prometió una nueva “asociación” con Biden para impulsar la inversión verde.
LEA MÁS: Estados Unidos se compromete a dar prioridad al combate del cambio climático
Una falla técnica provocó el corte de un video pregrabado del presidente francés, Emmanuel Macron, y dio paso a su homólogo ruso, Vladimir Putin, quien parecía estar impaciente por hablar.
Putin, que ha tenido una relación especialmente tensa con Biden, dijo que Rusia estaba cumpliendo con sus obligaciones de luchar contra el cambio climático.
El discurso de Macron se repitió luego entero.
Seis meses cruciales
Biden, para quien el cambio climático es una “amenaza existencial” pero también una “oportunidad”, busca que el Congreso le apruebe un paquete de infraestructura de 2 billones de dólares que incluye una transición importante hacia una economía verde, y que permitirá crear millones de empleos.
¿Logrará Biden garantizar las metas de Washington dada la reticencia del Partido Republicano de Trump a acciones climáticas?
Kerry está convencido de que sí, por “el poder del sector privado” volcado a un nuevo mercado verde.
“Ningún político, no importa cuán demagógico, capaz o poderoso sea, va a poder cambiar lo que está haciendo ese mercado”, aseguró en conferencia de prensa.
La organización medioambiental WWF aplaudió la cumbre y los anuncios que “dan nueva vida a la lucha contra el calentamiento global”.
Un informe de la ONU a fines del año pasado concluyó que el mundo se encamina a un calentamiento de +3ºC, lo cual podría ser catastrófico.
“Los próximos seis meses serán cruciales”, afirmó Kerry. “Creo que Glasgow es nuestra última esperanza para que el mundo se una y se mueva en la misma dirección”.