Washington. El presidente Joe Biden “reevaluará” la relación de Estados Unidos con Arabia Saudita, tras la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+) de reducir la producción de petróleo, comunicó el martes un portavoz de la Casa Blanca.
Biden “ha sido muy claro en que esta es una relación que debemos seguir reevaluando, que debemos estar dispuestos a revisar”, explicó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, a la cadena CNN. “Ciertamente, a la luz de la decisión de la OPEP, creo que ahí es él donde está”, agregó.
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La semana pasada la OPEP+, que reagrupa los 13 miembros de la OPEP encabezados por Arabia Saudita y sus 10 socios liderados por Rusia, decidió recortar su producción de crudo, lo que impulsó los precios al alza.
La decisión fue vista como un desaire diplomático para Biden, quien viajó a Arabia Saudita en julio para reunirse con el príncipe heredero Mohamed bin Salman, a pesar de jurar convertir al reino en un Estado “paria” internacional tras el asesinato en el 2018 del periodista Jamal Khashoggi.
También llega en un momento delicado para el Partido Demócrata de Biden, que se enfrenta a las elecciones de mitad de mandato de noviembre, con el aumento de los precios al consumidor como un tema clave de conversación de la oposición republicana.
Kirby agregó que Biden “está listo a trabajar con el Congreso para pensar cómo debería ser esa relación (con Arabia Saudita) en el futuro”.
Las declaraciones de Kirby se producen después de que el influyente presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado amenazara el lunes con bloquear cualquier futura venta de armas a Arabia Saudita.
“Tengo que denunciar la reciente decisión del Gobierno de Arabia Saudita de ayudar a apoyar la guerra de (el presidente ruso Vladimir) Putin (en Ucrania) a través del cartel de la OPEP+”, dijo el senador demócrata Bob Menéndez.
Otros dos demócratas, el senador Richard Blumenthal y el congresista Ro Khanna, escribieron una columna en el sitio politico en la misma línea: “Estados Unidos no debería entregar un control tan ilimitado de los sistemas de defensa estratégicos a un país aparentemente aliado con nuestro mayor enemigo”.
En agosto, Washington anunció que vendería 300 misiles Patriot y su equipamiento a Arabia Saudita por $3.050 millones (¢1,894,050 millones). La asociación entre Estados Unidos y Arabia Saudita se selló después de la Segunda Guerra Mundial, brindando protección militar en contrapartida al acceso al petróleo.
La estratégica relación, salpicada de crisis, fue relanzada por el antecesor de Biden, el republicano Donald Trump, con la venta de armas como elemento clave.