Río de Janeiro. El gobierno brasileño adelantó para este lunes el lanzamiento de su campaña nacional de vacunación contra el coronavirus, después que el estado de São Paulo iniciara el domingo la inoculación sin esperar la orden de largada, en abierto desafío al presidente Jair Bolsonaro.
“Los gobernadores me solicitaron acelerar al máximo la distribución para que pudiesen empezar a vacunar hoy”, manifestó el ministro de Salud, Eduardo Pazuello, que preveía inicialmente un lanzamiento simultáneo en todos los estados el miércoles, con la vacuna china Coronavac aprobada para uso de emergencia.
Río de Janeiro, el estado con la mayor tasa de muertes del país (151 cada 100.000 habitantes), vacunó a sus dos primeras ciudadanas -una enfermera y una residente de un asilo- bajo la icónica estatua del Cristo Redentor, al caer la tarde.
Otros estados como Goiás (centro-oeste) y Santa Catarina (sur) también iniciaron este lunes sus campañas.
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El estado de Amazonas, golpeado por una segunda ola de la pandemia que provocó un aumento de muertes por falta de oxígeno y el desborde de los hospitales, esperaba recibir el cargamento al final del día y empezar a inmunizar este martes.
Sin embargo, quien obtuvo la foto para la Historia fue el gobernador de São Paulo, Joao Doria -un probable adversario de Bolsonaro en las elecciones del 2022- quien inmediatamente después de la autorización de la Coronavac el domingo asistió a la inmunización de la enfermera negra Mônica Calazans, primera persona vacunada en Brasil.
Un centenar de personas fueron vacunadas ese mismo día y el proceso se prosiguió desde las primeras horas de este lunes en el Hospital de Clínicas de la capital económica del país, centrada en los profesionales de salud.
“Estoy emocionada y me gustaría que todos los brasileños tuviesen ahora acceso a esta vacuna”, dijo llorando Katia Pereira, una enfermera de servicios infantiles, tras recibir el inmunizante.
La vacunación en Brasil, donde la pandemia ya dejó 210.000 muertos (un balance superado solo por Estados Unidos) arranca de todos modos con varias semanas de atraso respecto a los países más afectados, incluyendo algunos de la región como Argentina, México o Chile.
Bolsonaro: ‘La vacuna es de Brasil’
Pazuello criticó una “jugada de márketing” de Doria y Bolsonaro se indignó: “La vacuna es de Brasil y no de un gobernador”, dijo a simpatizantes en Brasilia.
Doria pudo adelantarse porque el regulador sanitario (Anvisa) autorizó el domingo el uso de emergencia de 6 millones de dosis de la Coronavac, producida por el laboratorio chino Sinovac junto al Instituto Butantan, del estado de São Paulo.
Y el Butantan solicitó este lunes al regulador la autorización para utilizar un segundo lote ya disponible, de 4,8 millones de dosis.
Anvisa también autorizó el uso de dos millones de vacunas de la británica AstraZenevca/Oxford, en cooperación con la Fundación Fiocruz (del Ministerio brasileño de Salud), por las que apostaba Bolsonaro, pero que aún deben llegar al país desde India, donde se fabrican.
Bolsonaro tuvo que resignarse así a adoptar un inmunizante al que llegó a referirse despectivamente como “la vacuna china de Doria”.
La respuesta a la pandemia fue tema de polarización política desde el primer caso registrado en Brasil hace once meses, sembrando confusión en un país reputado por su extensa red de servicios públicos de salud y un histórico de campañas de vacunación exitosas.
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Bolsonaro puso en duda la eficacia de las vacunas y ha estado sistemáticamente en contra de las restricciones impulsadas por los gobernadores para frenar los contagios, alegando la necesidad de evitar un derrumbe económico. Suele además circular en público sin mascarilla y preconiza un supuesto “tratamiento precoz” contra el virus, con medicamentos cuya eficacia no tiene comprobación científica.
La decisión de Anvisa “es una derrota para quienes pregonaban contra la vacuna (...), empezando por el presidente [Bolsonaro], que hablaba mal de la vacuna promovida por Butantan, como si fuese una disputa entre estados”, dijo el investigador Christovam Barcellos, de la fundación Oswaldo Cruz Fiocruz (Fiocruz).
“Esa competencia (...) es pésima, incluso porque puede provocar un alza de precios” de las vacunas, agregó Barcellos, quien espera que la fabricación de los inmunizantes en Brasil se inicie rápidamente.