Río de Janeiro. El canciller de Brasil, Ernesto Araújo, presentó este lunes su renuncia ante una ola de críticas que atribuyen a sus altercados con China la dificultad del país suramericano para comprar vacunas e insumos contra la covid-19, informó una fuente del gobierno de Jair Bolsonaro.
“Araújo tomó la decisión y presentó la renuncia”, dijo la fuente, que pidió el anonimato.
Bolsonaro debe aceptar aún el pedido y, de hacerlo, indicar al sucesor.
La renuncia de Araújo se produce dos semanas después de la del ministro de Salud, en medio de un vertiginoso recrudecimiento de la pandemia que ya dejó más de 312.000 muertos, un balance superado solo por Estados Unidos.
Araújo, de 53 años, es uno de los principales representantes del ‘ala ideológica’ del gobierno, en cruzada contra el “marxismo cultural” y el “globalismo” encarnado por “la ideología del cambio climático”, “la ideología de género” y, desde 2020, “el covidismo”, según sus propias definiciones.
Los “globalistas”, afirmó en octubre pasado, “toman una enfermedad causada por un virus y tratan de transformarla en un gigantesco aparato prescriptivo, destinado a reformatear y controlar todas las relaciones sociales y económicas del planeta”.
Desde el inicio de su gestión en enero del 2019, Araújo optó por una alineación automática con la diplomacia de Donald Trump, hasta el punto de que Brasil fue el último país del G20 en reconocer la victoria electoral de Joe Biden en las elecciones estadounidenses.
Ese alineamiento se vio principalmente en sus polémicas con China (principal socio comercial de Brasil), lo cual lo malquistó con el lobby del agronegocio brasileño.
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Poco antes de asumir el cargo, definió su misión como la de “resistir a la China maoísta, que dominará el mundo”.
El año pasado, salió en defensa del diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del mandatario, criticado por el embajador chino en Brasilia por haber afirmado que Brasil buscará “una alianza global para un 5G seguro, sin espionaje de China”.
Sus críticos reprochan a esas actitudes gran parte de los retrasos en obtener insumos para vacunas contra la covid-19.