Lima. A las 7 p. m. de este domingo cerraron los centros de votación en Perú. A esa hora comenzó el conteo de los votos de las reñidas elecciones presidenciales y legislativas, mientras la pandemia de coronavirus no da tregua al país.
Los peruanos acudieron a las urnas a elegir un presidente entre 18 candidatos, sin ningún favorito.
Una encuesta a boca de urna de la firma Ipsos, divulgada apenas terminó la votación, dio el primer lugar al maestro y sindicalista de izquierda radical Pedro Castillo, del partido Perú Libre, con 16,1%, lo que implica la necesidad de un balotaje.
Le siguen, según el mismo sondeo, el economista de derecha Hernando de Soto y Keiko Fujimori (derecha populista), ambos con 11,9%; Yohny Lescano (centroderechista con 11%) y el ultraconservador Rafael López Aliaga (10,5%), pero la diferencia entre ellos es tan estrecha que la tendencia podría variar en el conteo oficial de votos.
De inmediato comenzaron las celebraciones en la sede de campaña de Castillo, en la ciudad norteña de Cajamarca, pero el propio candidato pidió a sus seguidores mantener la “calma” en espera de los resultados oficiales, cuyo primer informe parcial se espera para la medianoche.
“El pueblo es sabio. Me voy a pronunciar con los datos oficiales”, dijo Castillo, de 51 años, quien ganó notoriedad al encabezar una prolongada huelga nacional del magisterio en 2017, y quien al comienzo de la campaña electoral no figuraba en los primeros lugares de los sondeos.
En tanto Lescano, que encabezaba los sondos previos a las elecciones, dijo que esperaría los resultados oficiales. "Mantenemos la confianza", declaró.
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La campaña estuvo marcada por la apatía y el hartazgo de los peruanos, con un 28% de indecisos, al término de un quinquenio marcado por las convulsiones.
Sin partidos políticos fuertes y en una nación donde el candidato importa más que la ideología, ningún candidato conseguiría mayoría absoluta, lo que conduce a una definición en segunda vuelta, el 6 de junio.
Otros candidatos que aspiran al balotaje son la antropóloga de izquierda Verónika Mendoza (8,8% en el sondeo de Ipsos) y el exfutbolista de centroderecha George Forsyth (6,4%).
"Cualquiera sea el resultado [...], lo vamos a respetar", dijo De Soto al sufragar.
Declaraciones similares hicieron Lescano, Castillo, Mendoza y Keiko. Esta última instó "a respetar con mucha prudencia y serenidad" los resultados de la votación.
Los peruanos también votaron para renovar al Congreso unicameral de 130 miembros y los sondeos pronosticaban un nuevo Parlamento atomizado.
Filas para comprar oxígeno
Los contagios de covid-19 promediaron 9.667 al día esta semana, la cifra más alta en 13 meses de pandemia en Perú. El sábado hubo un récord de 384 muertos, casi el doble que la cifra diaria de las últimas 10 semanas.
Mientras unos peruanos votaban, decenas de otros hacían fila afuera de locales de venta o donación de oxígeno en Lima para conseguir una recarga para un familiar con covid-19, observaron periodistas de la AFP.
El voto en Perú es obligatorio y quienes no lo hicieron se exponen a multas.
“Es injusto porque nosotros en vez de estar ahí en la votación haciendo nuestra cola, tenemos que amanecernos para recibir un balón de oxígeno”, dijo Micaela Lizama, de 38 años, mientras esperaba en un local del distrito capitalino de Villa El Salvador.
“Tenemos más prioridad ahorita para la salud que para las votaciones (...), porque más prioridad tiene mi paciente”, afirmó Rubén Arias, de 22 años.
Mario Tinoco, de 52 años, dijo que prefería pagar la multa por no votar.
“Tengo que conseguir oxígeno, eso es lo principal para mí”, declaró Tinoco.
Perú acumula 54.669 muertos por covid-19 y 1,6 millones de casos. Reflejo de la frágil situación sanitaria es que seis candidatos han contraído el coronavirus, tres de ellos en la última semana: George Forsyth, José Vega y Marco Arana.
El horario de votación fue extendido en cuatro horas para evitar aglomeraciones semejantes a las vividas durante los mitines de campaña.
Panorama complicado
El nuevo presidente debe asumir el 28 de julio, día en que Perú conmemora el bicentenario de su independencia, y tiene el reto de superar la emergencia sanitaria, la recesión económica y la crisis política en una nación de 33 millones de habitantes.
De los diez presidentes que ha tenido Perú tras el fin del régimen militar, en 1980, siete fueron condenados, están salpicados por escándalos o tienen investigaciones de la fiscalía en curso.
A los estragos causados por la pandemia y la recesión (el PIB cayó 11,12% en 2020) se suma la inestabilidad política del último quinquenio, que alcanzó su clímax en noviembre cuando Perú tuvo tres presidentes en cinco días, con protestas que dejaron dos muertos y un centenar de heridos.