El certificado covid-19 europeo entrará en vigencia el 1.° de julio para facilitar los viajes dentro de la Unión Europea (UE) pese a la pandemia.
“El Certificado COVID Digital de la UE”, nombre oficial del pasaporte sanitario, será reconocido en todo el bloque europeo, no tendrá costo y estará vigente por un un año.
Hay tres posibilidades: certificaeá que la persona está vacunada contra la covid-19, que dio negativo a tests PCR o de antígenos, o que es inmune tras sufrir la enfermedad.
Las fechas de validez de las pruebas no están armonizadas, dependen de cada Estado miembro.
Para demostrar que está inmunizada, una persona podrá revelar que ya experimentó la infección, por medio de una prueba PCR positiva. La duración demostrada de la inmunidad, de momento, es de 180 días, pero los países pueden variarla.
Las pruebas serológicas todavía no son consideradas como muy fiables para certificar inmunidad, pero está previsto que se evalúe en los primeros cuatro meses de aplicación del reglamento.
Para certificar la vacunación, se aceptarán las cuatro inoculaciones aprobadas por la UE: Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Johnson&Johnson.
No es obligatorio, pero podrían aceptarse personas con otras vacunas utilizadas en la UE, como la Sputnik V, en Hungría; o aquellas que estén ahomologadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como la de Sinopharm.
El documento incluirá un código QR con una firma electrónica, para validar su autenticidad, y será legible en todos los países de la UE. Podrá presentarse a las autoridades competentes en formato digital, en ‘smartphone,’ o impreso en papel.
Los Estados miembros decidirán si integran este certificado en su solicitud de rastreo nacional, o si utilizan una diferente.
El pasaporte contendrá solamente los datos personales “estrictamente necesarios”, conforme a la normativa europea. Esta información no se compartirá entre países, salvo la clave que verifica su autenticidad.
Este documento se utilizará en los 27 países de la Unión Europea, más Islandia, Noruega y Liechtenstein. Pruebas realizadas en 18 naciones confirmaron que el mecanismo se puede conectar con el sistema configurado por la UE.
Excepciones
Habrá excepciones, si la situación en el lugar de origen del viajero se deteriora, por aparición de una variante, por ejemplo.
En este caso, el país de destino debe notificarlo a los otros Estados miembros y a la Comisión Europea 48 horas antes de introducir nuevas restricciones, así como la duración de la medida.
Los viajeros podrán consultar el sitio “Re-open EU”, donde se informarán las condiciones en los diferentes países europeos.
La reglamentación se aplicará a la libre circulación, pero los Estados miembros podrán decidir utilizarlo para otros fines, como conciertos o festivales, de acuerdo a sus legislaciones.
En general, los niños y adolescentes no estarán vacunados para el verano boreal, y se les podría exigir un test negativo.
Está previsto un periodo de transición de seis semanas para países que no estén preparados para emitir certificados según el modelo europeo. Durante este lapso, las otras naciones deben aceptar documentos nacionales que contengan los datos requeridos a nivel europeo.
La UE mantiene conversaciones con otros países, como Suiza, Reino Unido y Estados Unidos, así como con organismos internacionales como la OMS y asociaciones de transporte aéreo, para acordar reconocimientos recíprocos y una interoperabilidad.